El jainismo

El jainismo es una religión antigua de India que enseña un camino de liberación basado en una vida pacífica y de renuncia que ha de conducir a la omnisciencia (kevalajñāna). Nació de la predicación de Mahāvira en la zona de Maghada alrededor del siglo VI y V a.C. Desde entonces, los seguidores del jainismo han sido una minoría religiosa en la India. 

La vía de purificación jainista consiste en alcanzar una fe, una comprensión y una conducta correctas. El comportamiento de los monjes y renunciantes itinerantes jainistas gira en torno a cinco votos: la no-violencia, la verdad, no tomar aquello que no te ha sido dado, el celibato y la desposesión. El ideal jainista de la no-violencia (ahimsa) fue popularizado por Mohandas Gandhi al reclamar la independencia de India cuando era una colonia del imperio británico.

Los seguidores del jainismo veneran a los “jinas”, palabra que deriva del sánscrito y significa “conquista” o “victoria”, en alusión al camino que consiste en atravesar diversos renacimientos destruyendo el karma mediante una vida espiritual de ascetismo. Mahāvira está considerado el 24 jina, lo que le sitúa como continuador y transmisor de un linaje espiritual. En el siglo I se produjo una primera división en el seno de la comunidad religiosa por diferencias entre las prácticas de los śvetāmbara (“vestido de blanco”) y digambara (“vestido de cielo”, en referencia a que no poseen ni llevan ropa). Los diferentes grupos han desarrollado sus propias escrituras.

 

Las escrituras jainistas

Al no reconocer la autoridad de los Vedas, el jainismo y el budismo han sido vistas como heterodoxias del hinduismo. A diferencia de los textos sagrados más antiguos del hinduismo, escritos en sánscrito, la mayoría de las escrituras del jainismo fueron redactadas en prácrito, una lengua vernácula derivada del sánscrito, en diferentes variantes dialectales. Los textos modernos, en cambio, se han escrito en lenguas originarias del norte de India como el hindi (la lengua oficial de India junto al inglés, de las 22 reconocidas por la Constitución actual) o el gujarati, y en lenguas dravídicas, del sur, como el tamil o el canarés. 

Las escrituras de los jainistas están consideradas de origen humano, fruto no de una revelación sino de las enseñanzas de aquellos que lograron la experiencia de liberación, los jinas. La autoridad de los textos descansa en la validez de esta experiencia y del conocimiento transmitido por los maestros y guías espirituales. Hasta finales del siglo XIX apenas eran conocidas dentro o fuera de India, de hecho, eran veneradas como objetos sagrados, pero no estudiadas. Los manuscritos más antiguos conservados datan de finales del siglo XI.

Los jainistas creen que las primeras escrituras, transmitidas por los jinas a sus discípulos, se perdieron. Más que un canon fijo o cerrado reconocen un corpus de textos tradicionales considerados autorizados. Los digambara recogen las enseñanzas esenciales en los tratados Satkhandagama y Kasayaprabhrta, mientras que los śvetāmbara reunieron sus tradiciones orales en 450 en un conjunto de textos agrupados en cinco categorías: Angas, Upāngas, Chedasūtras, Mūlasūtras, Prakīrnakas. Los primeros redactaron sus escrituras en jaina śauraseni y los segundos, en ardhamāgadhī, dos variantes del prácrito. Una síntesis jainista escrita en sánscrito y reconocida por los dos grupos es el sutra Tattvartha (ca. s. II y V a.C.).

Manuscrito jainista en hindi
[Ms FM 9]

Manuscrito jainista en hindi. Parece que se trate del gurú Santa Dasa.

Manuscrito en papel y con cubiertas de tela. Envuelto con un paño de tela. Entre algunas hojas del manuscrito hay porciones de muda de piel de serpiente.

Medidas: 13 x 23 x 14 cm.