¿Una lengua sagrada?

La expresión árabe Ahl al-Kitāb, “pueblos del libro”, se ha utilizado en referencia a judíos, cristianos, musulmanes, zoroastrianos y sabeos, todos ellos depositarios de escrituras reveladas por Dios. Judaísmo, cristianismo e islam, además de conocidas como monoteístas, son denominadas religiones de la revelación o del libro por su fe en el poder del lenguaje. En las tres, Dios ha hablado y el pueblo ha recogido su palabra en textos. 

El hebreo y el árabe son vistas como lenguas idénticas a sus religiones, lenguas sagradas. El judaísmo sostiene que lo que ha quedado recogido en las escrituras es la palabra real de Dios en su lengua original. El cristianismo, en cambio, se basa en la palabra de Dios en traducción. La Biblia hebrea contiene miles de palabras que se creen que fueron pronunciadas o inspiradas por Dios. El Nuevo Testamento cristiano incluye palabras dichas por Jesucristo o inspiradas por él pero no en la forma original sino traducidas al griego, a excepción de algunas expresiones en arameo. Para los musulmanes, la revelación recogida en la Torá hebrea y el Evangelio cristiano, se completa con el Corán en árabe.

También hallamos una lengua sagrada en el hinduismo, el sánscrito, la lengua del corpus védico, considerado revelado. “Lo que ha sido oído” (shruti) por los sabios visionarios en el pasado, y transmitido sin ninguna alteración de generación en generación, corresponde a un sonido eterno. Ahora bien, las escrituras védicas depositarias de esto sonido son llamadas apauruseya para indicar que la fuente de la revelación no es humana ni necesariamente divina.

Para otras tradiciones índicas, como el jainismo y el budismo, no hay una lengua sagrada. Ni el jina Mahavīra ni el Buddha predicaron en sánscrito sino en prácrito (palabra con la que se designa una variedad de dialectos derivados del sánscrito) y sus enseñanzas se han transmitido desde el principio en diferentes lenguas. 

 

... language has a demiurgic aspect; communication and creation are united into one concept, bridging the gap in the human world between describing things and making them. Being and speaking are one and the same.

Joseph Dan