La Biblia hebrea y la Biblia cristiana

La Biblia hebrea, escrita originalmente en hebreo, recibe el nombre de Tanaj por las tres secciones que la componen: Torá (los cinco primeros libros, tradicionalmente atribuidos a Moisés), Nebiim (profetas) y Ketubim (escritos). Los rabinos de Palestina determinaron el canon de las escrituras a finales del siglo I, tras la segunda destrucción del Templo de Jerusalén. 

La Biblia cristiana comprende el Antiguo y el Nuevo Testamento. Para el Antiguo Testamento, los primeros cristianos incorporaron la Biblia hebrea en la versión griega de la Septuaginta del s. III a.C., si bien las biblias protestantes posteriores siguen el canon hebreo y por tanto excluyen los libros griegos denominados deutero-canónicos. El Nuevo Testamento incluye cuatro de los muchos evangelios elaborados por las primeras comunidades cristianas. El canon cristiano se configuró a lo largo del siglo III y en el IV ya estaría cerrado en la forma actual. 

Los textos cristiano circularon, además de en griego, en siríaco (un dialecto del arameo), copto, armenio y gueez. A finales del siglo IV, San Jerónimo completó su traducción de la Biblia cristiana al latín y datan del periodo medieval las primeras traducciones a lenguas eslavas. A raíz de la reforma protestante empezaron a proliferar las traducciones en lenguas vernáculas europeas.

Los manuscritos más antiguos de las traducciones árabes de la Biblia que se conservan datan de los siglos VIII y IX. Con la expansión del islam y la difusión de la lengua árabe por todo el Próximo Oriente, se hizo necesaria una versión árabe de las Sagradas Escrituras. Primero se tradujeron a partir del hebreo, el griego, el copto y el siríaco, y más tarde, del latín.

Biblia en árabe
[LRs FM 2]

Arabic New Van Dyck Bible. Primera edición de 2002. Cairo: The Bible Society of Egipt, 2002. 780 páginas con mapas. ISBN 977-230-270-5

Medidas: 12 x 17 x 3 cm.