Mensajes
Muchos mensajes que circulan por los medios y las redes aseguran que beber con moderación es saludable, especialmente para el corazón. Pero esta idea es un mito porque no está respaldada por pruebas científicas sólidas. Lo cierto es que no hay razones para beber alcohol con moderación ni para empezar a beber por motivos de salud. Paso a paso, desmontamos este mito.
Evaluación
Mientras la relación del consumo de alcohol con el cáncer y las enfermedades hepáticas está bien documentada y fuera de toda duda, persiste un cierto debate sobre el supuesto efecto protector del alcohol sobre las enfermedades cardiovasculares. Este debate tiene que ver con algunos recientes estudios de calidad baja o muy baja que se han utilizado como base para difundir el mensaje de que “el consumo ligero o moderado de vino puede ser beneficioso para salud”.
Sin embargo, a la luz de las evidencias científicas actuales, este mensaje es falso. El alcohol es uno de los agentes que causa más enfermedades y muertes en el mundo. No existe ninguna justificación para recomendar beber alcohol de forma moderada ni para empezar a beber por razones de salud. La idea de que el consumo moderado de alcohol es beneficioso para la salud es un mito que no se sustenta en pruebas científicas sólidas.
Con diferentes titulares y matices, numerosos medios de comunicación nacionales e internacionales difundieron, en torno al 23 de febrero de 2017, el mensaje de que es mejor tomar hasta 10 raciones de fruta diarias en lugar de las 5 habitualmente recomendadas por las autoridades sanitarias para prevenir la enfermedad y la mortalidad prematura. ¿Es realmente cierto este mensaje? ¿Qué confianza merece la investigación de la que se hizo eco la prensa?
Estos son algunos de los artículos periodísticos que se hicieron eco de la investigación:
- Comer 800 gramos de frutas y verduras al día reduce un 31% el riesgo de muerte prematura.
El País (23/02/2017) - Si quieres tener una buena salud, mejor diez raciones de frutas y verduras al día en lugar de cinco.
La Vanguardia (23/02/2017) - Forget five a day, eat 10 portions of fruit and veg to cut risk of early death.
The Guardian, Reino Unido (23/02/2017) - Las frutas y vegetales que pueden ayudar a alargarte la vida.
La Nación, Argentina (24/02/2017)
Evaluación
La información difundida por los medios de comunicación refleja, en general, correctamente los hallazgos de la investigación. Afirmar que es mejor tomar 10 que 5 raciones (de 80 gramos) diarias de frutas y verduras es consecuente con los resultados de la investigación; también lo es afirmar que comer hasta 800 gramos de frutas y verduras al día reduce un 31% el riesgo de muerte prematura.
Aunque la investigación citada es de alta calidad y apoya el consumo elevado de frutas y verduras, el mensaje que se desprende de ella es solo probablemente cierto. No puede ser considerado cierto sin reservas, pues los estudios realizados presentan algunas limitaciones y nuevos estudios podrían modificar algo los resultados actuales.
Evaluación
El consumo de aceite de palma es potencialmente perjudicial en la medida en que contiene un elevado porcentaje de grasas saturadas (50%), cuyo consumo excesivo se considera nocivo para la salud. Los estudios realizados muestran que el aceite de palma eleva el colesterol y otros lípidos en la sangre, lo cual se asocia un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Pero estos estudios son de calidad moderada-baja y no ofrecen datos concluyentes sobre si este aceite es o no más perjudicial que otros aceites vegetales de usos similares, que las grasas trans y que las grasas saturadas de origen animal.
Faltan estudios de calidad para responder estas cuestiones, lo mismo que faltan estudios que aclaren si el aceite de palma aumenta o no el riesgo de mortalidad precoz y de sufrir ciertas enfermedades. Por todo ello, la afirmación global de que el aceite de palma es más perjudicial que otras grasas de uso alimentario es incierta.
La compañía Danone, fabricante de Danacol, presenta y describe su producto del siguiente modo: “Danacol, recomendado por la Fundación Española del Corazón (FEC), es un lácteo desnatado de Danone cuya fórmula única con esteroles vegetales reduce hasta un 10% el colesterol alto en dos o tres semanas. Un Danacol al día es el complemento perfecto para llevar una vida sana, basada en una alimentación cardiosaludable y la práctica regular de ejercicio moderado”. Fuente: danacol.es (consultado el 28.06.2017).
El anuncio de televisión analizado corresponde a la campaña de 2017. El video completo del anuncio está disponible en el canal de YouTube de Danone etiquetado como Danacol y Tricicle 2017 y publicado el 4 de abril de 2017. Este es su contenido:
- Voz en off: “Chicos hay que ver lo alto que hemos llegado. Si, pero también con el colesterol. Poca broma: se puede acumular en tus arterias. Lo bajaremos con la ayuda extra de Danacol. Su fórmula única reduce tu colesterol alto hasta un 10%. Danacol funciona”.
- Mensaje en letra pequeña en la parte inferior de la pantalla: “Danacol con esteroles vegetales, reduce el colesterol entre 7 y 10% de 2 a 3 semanas con una ingesta diaria de 1,5 a 2,4 g de fitoesteroles. No está destinado a personas que no necesitan controlar su colesterolemia. No recomendado a mujeres durante el embarazo, lactancia ni a menores de 5 años. Consumo máximo de esteroles vegetales 3 g/día. Mantenga una dieta saludable con frutas y verduras. Si toma medicación consulte a su médico. Contiene azúcares naturalmente presentes.”
Evaluación
El mensaje se considera "cierto" porque la calidad global de la evidencia sobre si los productos enriquecidos con esteroles disminuyen los niveles de colesterol "malo" (LDL) es alta.
Sin embargo, aunque la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria sostiene que se consiguen reducciones de entre el 7% y el 10 % del colesterol con los alimentos que aporten una ingesta diaria de 1,5-2,4 g de fitoesteroles, no hay evidencias que sustenten que esa reducción del colesterol tenga un impacto en la salud cardiovascular con el consumo de estos productos.
En este contexto, en las guías actuales no se recomienda utilizar suplementos de fitoesteroles para prevenir la enfermedad cardiovascular. Las pruebas científicas actuales no son suficientes para que el personal sanitario recomiende Danacol u otros productos de esteroles para prevenir las enfermedades del corazon, ni en las personas que no tienen una enfermedad cardiovascular (prevención primaria) ni en las que sí la tienen, para evitar que empeore.
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Los suplementos antioxidantes gozan de un gran predicamento popular para prevenir el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, el alzhéimer y otras dolencias crónicas. Se estima que el 20-40% de la población en Europa y EE UU consume estos complementos dietéticos, y que en España esta proporción es menor del 10%. El gran negocio que representan los suplementos antioxidantes y vitamínicos en general ha propiciado la realización de infinidad de estudios de muy variada calidad sobre sus supuestos beneficios para la salud.
Las conclusiones de estas investigaciones son lo suficientemente discordantes como para dar pie a la difusión de mensajes diversos, más o menos autorizados, sobre las bondades de estos productos. En muchos de ellos se mezcla la retórica científica sobre los efectos nocivos de los radicales libres (producidos por las radiaciones ionizantes, el tabaco y, en general, las reacciones oxidativas) y el efecto protector de los suplementos antioxidantes. Sin embargo, esta “lógica antioxidante” resulta ser un mito porque no está apoyada por evidencias científicas.
Evaluación
El mensaje se considera probablemente falso por ser baja la confianza en los resultados de la investigación que indican que la suplementación con antioxidantes reduce el riesgo de mortalidad, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Las evidencias científicas actuales no respaldan el consumo de suplementos antioxidantes en la población general para la prevención de las enfermedades crónicas. Es más, en una guía del prestigioso National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE) del Reino Unido, se recomienda no tomar suplementos antioxidantes (vitamina E y/o C), betacaroteno o ácido fólico para prevenir las enfermedades cardiovasculares.
En este contexto, algunos autores mencionan que estos suplementos deben considerarse como medicamentos y deben someterse a una evaluación suficiente antes de comercializarse. No se recomienda el consumo de suplementos de antioxidantes, sin indicación y supervisión médica. Su consumo puede ser perjudicial para la salud.
En vez de suplementos antioxidantes, lo que se recomienda es tomar frutas y verduras, que son alimentos ricos en vitaminas y minerales, incluyendo betacaroteno, vitamina A, vitamina C, vitamina E y selenio, que tienen un potencial efecto antioxidante. Es probable que buena parte de las propiedades saludables de las frutas y los vegetales se deban en cierta medida a su elevado contenido en compuestos antioxidantes.
En los últimos meses, numerosas noticias han puesto en la picota las bebidas azucaradas y, en general, el exceso de azúcar añadido a los alimentos. Son noticias sobre el nuevo impuesto a las bebidas azucaradas, la reducción del contenido de azúcar en algunas de estas bebidas, el rechazo de los consumidores al azúcar, la presencia de azúcar oculto en los alimentos y, en general, el impacto negativo que tiene el consumo excesivo de azúcar en la salud.
Estos son algunos de los muchos artículos periodísticos que han abordado estas cuestiones:
- Investigación y Ciencia (14/02/2017): Azúcares: nuevo estudio sobre su impacto en la salud cardiovascular
- ABC (15/02/2017): Descubre el azúcar oculto en los alimentos
- El Mundo (30/04/2017): Entra en vigor este lunes el impuesto catalán de bebidas azucaradas
- El País (27/06/2017): Coca-Cola reducirá el azúcar de sus bebidas un 12% hasta 2020
- Eldiario.es (18/08/2017): Qué ocurre con tu cuerpo cuando dejas el azúcar
- El País (20/08/2017) Azúcar: Un alimento con el futuro en entredicho
En estas noticias publicadas a lo largo de este año, se difunde el mensaje de que el consumo de azúcar añadido a los alimentos es perjudicial para la salud. Lo que hemos analizado en Nutrimedia es hasta qué punto este mensaje se apoya en evidencias científicas sólidas.
Evaluación
La asociación del consumo de azúcar con el exceso de peso, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y otras enfermedades ha sido ampliamente estudiada. Pero la inmensa mayoría de los estudios realizados son de tipo observacional, y algunos de ellos tienen además otras limitaciones. Esta es la razón principal por la que la confianza global en los resultados de las investigaciones sobre los efectos del azúcar sobre la salud es baja.
En este contexto, hay que tener presente que las recomendaciones que puedan hacer las autoridades sanitarias sobre la limitación del consumo de azúcar no se apoyan en evidencias científicas de calidad suficiente. A pesar de ello, la Organización Mundial de la Salud recomienda que el consumo de azúcar añadido sea inferior al 10% de la ingesta calórica total, y sugiere además que debería ser inferior al 5%.
En los últimos años han proliferado en supermercados y restaurantes los alimentos y comidas sin gluten. Esto ha hecho la vida más fácil al 1% de la población, que es celiaca o intolerante a este componente proteico típico de los cereales de secano (trigo, cebada, etc.). Pero el consumo de alimentos sin gluten se ha convertido en una moda para muchas personas no celiacas ni alérgicas al gluten, con el reclamo de que este tipo de alimentación es más sano y además podría ayudar a perder peso.
Los cereales que han sido la base de la alimentación de la humanidad durante milenios parecen haberse convertido, casi de repente, en algo poco recomendable que conviene eliminar de la dieta. Muchas personas sanas perciben los alimentos sin gluten como más saludables, pero ¿realmente aportan algún beneficio para la salud?
Evaluación
El mensaje se considera probablemente falso porque apenas hay un par de estudios que hayan analizado esta cuestión, su calidad global es baja y no solo no aportan ninguna prueba sobre el beneficio de la dieta sin gluten en personas sanas, sino que parecen sugerir lo contrario: que es precisamente la dieta con gluten la que podría ser beneficiosa.
En los medios de comunicación han proliferado en los últimos años los mensajes sobre los supuestos efectos beneficiosos del chocolate para la salud, especialmente la cardiovascular. ¿Qué hay de cierto en este mensaje?
Estos son algunos de los artículos periodísticos en los que se difunde el mensaje de que el consumo de chocolate es beneficioso para la salud cardiovascular:
ABC (24/05/2017)
El Confidencial (2/11/2016)
La Vanguardia (30/04/2016)
Evaluación
El mensaje se considera incierto porque con los estudios disponibles no podemos saber si el chocolate puede o no puede prevenir las enfermedades cardiovasculares.
Todas las afirmaciones que se hagan en nombre de la ciencia sobre el supuesto efecto beneficioso del consumo de chocolate en la salud cardiovascular son, por tanto, infundadas y gratuitas. No se ha probado científicamente que comer chocolate tenga ningún efecto protector. Para responder a la cuestión de si el chocolate es beneficioso o no para la salud cardiovascular, faltan estudios de calidad.
En la década de 1990 hizo furor la llamada terapia de sustitución hormonal para tratar los síntomas de la menopausia. Esta terapia fue amplia y equivocadamente recomendada por médicos y asociaciones científicas, pues se basaba en resultados de baja confianza. Con el tiempo se comprobó que tenía importantes efectos secundarios y que las esperanzas eran desmedidas. Ahora se administra con mucha más cautela y de forma personalizada.
Buena parte de las esperanzas de esta terapia las han heredado los suplementos y productos de soja. Hay abundantes estudios que han investigado si los efectos de los estrógenos vegetales (fitoestrógenos) de la soja son eficaces para aliviar los síntomas asociados a la menopausia (sofocos, sequedad vaginal, alteraciones del sueño, pérdida de memoria, etc.), y a partir de ellos se han disparado la popularidad de los suplementos y productos de soja. ¿Son realmente eficaces? La cuestión es si hemos simplemente cambiado un mito por otro: el de la eterna juventud femenina con los tratamientos hormonales por el de los productos y suplementos naturales de soja para aliviar los síntomas de la menopausia.
Evaluación
El mensaje se considera incierto porque las evidencias científicas disponibles muestran que los estrógenos vegetales, incluyendo los de la soja (las llamadas isoflavonas), no producen ningún efecto apreciable sobre los sofocos o este es mínimo; y, además, la confianza que ofrecen estas pruebas es muy baja. Y algo similar ocurre con las evidencias científicas sobre los síntomas vaginales y cognitivos (deterioro de la memoria, etc.).
En los medios de comunicación no son infrecuentes las noticias que informan sobre los efectos del consumo de café en la salud. Algunas noticias difunden el mensaje de que el café es perjudicial mientras que otras proclaman que resulta beneficioso. Hay informaciones de muy diversa calidad, apoyadas en fuentes más o menos fiables, con niveles de contextualización muy variables y con afirmaciones más o menos matizadas. En conjunto generan un gran ruido informativo con mensajes contradictorios cuya fiabilidad no es fácil discriminar. ¿Es realmente el café perjudicial para la salud o, por el contrario, resulta beneficioso?
Estos son algunos ejemplos recientes de artículos periodísticos que han difundido mensajes sobre los efectos del café en la salud:
Time (31/01/2018)
El Mundo (27/11/2017)
El País (11/07/2017)
Revista Mujer (27/07/2016)
Evaluación
El mensaje se considera incierto porque con los estudios disponibles no podemos saber a ciencia cierta si el café puede aumentar o reducir el riesgo de muerte, enfermedad cardiovascular o cáncer. Ciertamente, los resultados del conjunto de las investigaciones indican que tomar café parece seguro dentro de los patrones habituales de consumo y que ingerir de tres a cuatro tazas de café diarias tiene más probabilidades de tener un efecto beneficioso que perjudicial sobre la salud. Pero la calidad de estos estudios es tan baja que las afirmaciones que se hagan en nombre de la ciencia sobre los supuestos perjuicios o beneficios del consumo de café son inciertas o dudosas. Para responder a la cuestión de si el café es perjudicial –o beneficioso–faltan estudios de calidad.
El pan es una de las principales fuentes de cereales en la dieta, que son la base de la alimentación en todo el mundo. En España, el consumo de pan ha disminuido notablemente en las últimas décadas, desde los 368 gramos por persona y día en 1964 a los 139 gramos en 2012. Se cree que parte de esta disminución, principalmente de pan blanco, se debe a la creencia de que favorece el aumento de peso. Esta idea, unida a la proliferación de mensajes a favor de priorizar el consumo de cereales integrales, lleva a plantear la cuestión de si realmente el pan blanco favorece o no el sobrepeso y la obesidad más que el integral.
Evaluación
El mensaje evaluado se considera “probablemente cierto” porque los resultados de las investigaciones disponibles actualmente indican que el pan integral podría aportar mayores beneficios a la salud que el pan blanco, y en concreto porque el consumo de pan integral –a diferencia del consumo de pan blanco– no parece favorecer el aumento de peso o de la circunferencia abdominal. La conclusión de la evaluación no permite realizar una afirmación firme o definitiva, ni mucho menos, pues la realización de nuevos y más rigurosos estudios podría modificar los resultados actuales. Esta apreciación es plausible y verosímil porque se apoya en cuatro mecanismos biológicos que se detallan en el siguiente apartado.Las llamadas bebidas energéticas han disparado sus ventas en los últimos años y se han hecho un hueco en los hábitos de consumo de los más jóvenes. Dos de cada tres adolescentes y el 15% de los niños toman estos refrescos ricos en cafeína y azúcar. Estas bebidas se promocionan como productos que aumentan la capacidad física, la concentración y el estado de alerta, y que sirven para reducir los síntomas propios de la reseca tras la ingesta abundante de alcohol.
Aunque las autoridades sanitarias recomiendan que los adolescentes no consuman estas bebidas de forma habitual, y en todo caso nunca mezcladas con alcohol, el 12% de los adolescentes ingieren altas cantidades de forma sistemática y a menudo en combinación con bebidas alcohólicas. Detrás de este comportamiento está la creencia extendida de que las bebidas energéticas contrarrestan los efectos negativos del alcohol sobre la alerta y la coordinación. A continuación, se desmonta y analiza este mito, así como los posibles efectos nocivos de la mezcla de bebidas energéticas y alcohol, de los cuales los más jóvenes tienen poca conciencia.
Evaluación
El mensaje evaluado se considera “probablemente falso” porque las pruebas científicas disponibles muestran que el consumo combinado de bebidas energéticas y alcohólicas podría no disminuir los efectos negativos del alcohol a nivel cognitivo (sedación, descoordinación motora, etc.). Esto es particularmente evidente cuando se llevan a cabo tareas complejas como, por ejemplo, conducir un coche. Aunque las bebidas energéticas pueden elevar la percepción subjetiva de un mayor nivel de alerta, no parecen contrarrestar los efectos depresores del alcohol. Además, las bebidas energéticas combinadas al alcohol podrían favorecer las conductas de riesgo y la adicción al alcohol y otras sustancias.
Los alimentos y productos light representan una oferta de la industria alimentaria que trata de dar respuesta a las expectativas de una población que ha ido ganado peso en las últimas décadas. Se considera que un producto alimenticio es light o ligero si alguno de sus nutrientes ha sido reducido como mínimo en un 30% respecto al producto original; esta reducción debe declararse en el etiquetado.
El reclamo de la etiqueta light, basado en la reducción de calorías de los productos, contiene la promesa de una inestimable ayuda para adelgazar. Lo que en su día fue una incipiente moda de lo light se ha consolidado como un hábito de consumo de productos ligeros. Sin embargo, las expectativas de pérdida de peso asociadas a estos productos no han sido confirmadas.
Evaluación
El mensaje evaluado se considera incierto o dudoso porque no se sabe si los productos light o ligeros ayudan o no a que las personas que los consumen habitualmente realmente adelgacen, ya que no se han identificado estudios que analicen directamente este efecto. La evaluación del mensaje se ha centrado en los estudios disponibles, que se limitan a analizar algunos alimentos o productos reducidos o libres de grasas, azúcares o calorías, dentro de los cuales es posible que se incluyan algunos alimentos o productos light. En concreto, se han evaluado los efectos de dos tipos alimentos: los reducidos en grasas y los que contienen edulcorantes reducidos en calorías. En el primer caso, la evaluación muestra que es dudoso que los alimentos bajos en grasas ayuden a perder peso, mientras que en el segundo caso el consumo de alimentos con edulcorantes bajos en calorías podría ayudar a reducir ligeramente el peso.
Los ácidos grasos omega 3 han ganado popularidad en los últimos años como complemento dietético para la prevención del deterioro cognitivo característico de las demencias. Estos ácidos grasos se encuentran en una elevada proporción en algunos pescados (salmón, sardina) y mariscos, así como en las nueces y otros frutos secos y en algunos aceites vegetales como el de soja, entre otros alimentos vegetales. Pero las expectativas creadas sobre la capacidad de estos ácidos grasos de reducir o retrasar la pérdida de memoria y otros deterioros cognitivos ha disparado las ventas de suplementos dietéticos de omega 3, particularmente en Estados Unidos, donde casi el 10% de la población los consume.
En todo el mundo se estima que hay unos 50 millones de personas que sufren demencia, y cada año hay 10 millones más de nuevos casos, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Como, hoy por hoy, no existe ningún tratamiento eficaz para curar o retrasar la demencia, se ha puesto mucho énfasis en identificar factores de riesgo modificables que pudieran ayudar a prevenir esta enfermedad degenerativa. Entre estos posibles factores, además de la inactividad física, el tabaquismo, el consumo de alcohol y el aislamiento social, está el consumo reducido de ácidos omega 3. Quizá por ello muchas personas han mostrado en la encuesta de Nutrimedia su interés por conocer si estos suplementos ayudar a prevenir la demencia.
Evaluación
El mensaje evaluado se considera probablemente falso por dos razones fundamentales: por un lado, las pruebas científicas son muy limitadas, pues esta cuestión solo se ha estudiado en un ensayo clínico; y, por otro, el grado de certeza de los resultados de la investigación disponible es bajo.
Con estos limitados resultados y el bajo grado de confianza que merecen, hay que concluir que los suplementos de omega 3 podrían ayudar poco o nada a reducir el riesgo de sufrir una demencia.
Los zumos de fruta son más fáciles de transportar y consumir que la fruta entera, y tienen en general un sabor dulce más agradable, especialmente para los niños. Aunque no presentan ventajas nutricionales respecto a las frutas, su consumo se ha disparado en las últimas décadas, alimentando la creencia de que un zumo equivale a una ración de fruta.
En principio, solo los zumos cuyo contenido es 100% fruta podrían parecerse a la fruta correspondiente, pues las bebidas que contienen una proporción menor de fruta tienen otros componentes añadidos (generalmente azúcares, por lo que suelen considerarse bebidas azucaradas). Sin embargo, si se compara la composición de ambos alimentos resulta que no son iguales, ni mucho menos. Aparte de su distinta forma de consumo, una distinción importante es que el contenido en fibra de la fruta es notablemente mayor que la de su zumo. Otra diferencia relevante es que los azúcares del zumo se consideran azúcares libres (tienen más facilidad de aumentar el nivel de glucosa en sangre, lo cual podría favorecer la obesidad). Con estas importantes diferencias, ¿puede sostenerse que es tan saludable tomar un zumo que una fruta? ¿Qué dice la ciencia?
Evaluación
Para la evaluación de este mensaje, se han considerado dos categorías de zumos: los elaborados con 100% de fruta y los que llevan azucares añadidos. En ambos casos se han revisado, fundamentalmente, sus efectos sobre el peso corporal y el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. En general, los resultados de los estudios disponibles muestran un impacto sobre la salud más negativo en el caso de los zumos con azúcares añadidos y más positivo o discordante en el caso de los zumos 100% de fruta. Sin embargo, hay que resaltar que la confianza que merecen todos estos resultados es, en general, muy baja (con la excepción del efecto de los zumos azucarados sobre el peso, que se detalla en el apartado siguiente).
Si nos atenemos al efecto sobre el aumento de peso, la conclusión es que no se sabe si los zumos de fruta 100% favorecen o no la ganancia de peso, mientras que los zumos de fruta azucarados sí que podrían favorecer el sobrepeso. En conjunto, teniendo en cuenta otros efectos sobre la salud, hay que concluir que es dudoso que el consumo de zumos de fruta sea tan saludable como el de frutas enteras.
Ahora que hay pruebas científicas sólidas de que el abuso de azúcar se ha convertido en uno de los principales enemigos públicos de la salud, los edulcorantes parecen tener un cierto protagonismo en la dieta. La sacarina, la estevia y tantos otros edulcorantes artificiales se utilizan de forma habitual como sustitutos del azúcar de mesa para endulzar un café o una infusión, pero también como componentes de infinidad de alimentos procesados. Sin embargo, estos sustitutos del azúcar no están exentos de polémica, pues proliferan los mensajes que hacen dudar sobre su seguridad y los relacionan con diferentes riesgos para la salud.
¿Realmente los edulcorantes artificiales son seguros? ¿Favorecen acaso el desarrollo de algunas enfermedades? Sobre la primera cuestión hay que recordar que, como ocurre con todos los aditivos autorizados, estas sustancias han demostrado ser seguras dentro de unos límites de consumo que se establecen de forma individual para cada edulcorante (un amplio margen de seguridad definido por la denominada ingesta diaria admisible). La segunda cuestión, que es la que aquí se aborda, es más complicada de estudiar, pues tiene que ver con la posibilidad de que los edulcorantes favorezcan el desarrollo de la obesidad, la diabetes, el cáncer y otras enfermedades. Sobre este asunto circulan creencias sin fundamento que confluyen en la idea de que los edulcorantes artificiales son perjudiciales para la salud, un mito que a continuación tratamos de analizar y desmitificar.
Evaluación
Para evaluar este mensaje se ha revisado la literatura científica que ha investigado si el consumo de edulcorantes aumenta o no el riesgo de enfermedades y de mortalidad. En concreto, se han analizado los efectos de los edulcorantes artificiales sobre la obesidad, la diabetes, el apetito y la sensación de saciedad, además del desarrollo de cáncer. La confianza que merecen los resultados de las investigaciones sobre cada uno de estos efectos se detalla más adelante, pero en su conjunto indican que los edulcorantes no son probablemente perjudiciales para la salud.
Los vegetarianos son una minoría incluso en la India, donde representan la tercera parte de la población. En una encuesta mundial de la consultora Nielsen de 2016, afirmaron seguir una dieta vegetariana el 9% de los encuestados en Asia-Pacífico, el 6% en África-Medio Oriente, el 4% en Latinoamérica y el 2% en América del Norte y en Europa. En España se estima que el 1,5% de la población no come carne ni pescado.
Sin embargo, las dietas vegetarianas están ganando adeptos en muchos países por tres motivos principales: éticos, relacionados con la defensa de los animales; religiosos; ambientales, pues una dieta rica en productos animales es menos sostenible, y de salud, presuponiendo que una la dieta vegetariana es más beneficiosa.
Aquí nos planteamos evaluar si la dieta vegetariana estricta o vegana (excluye carnes, lácteos, huevos y todo tipo de alimentos de origen animal) es realmente beneficiosa para la salud. Y, a la vez, damos respuesta a la pregunta de si la dieta vegana puede provocar deficiencias nutricionales, una de las cuestiones que han merecido mayor interés en la encuesta Nutrimedia.
Evaluación
La revisión de las evidencias o pruebas científicas disponibles indica que es dudoso que la dieta vegana sea beneficiosa para la salud. A pesar de que el consumo de por lo menos cinco raciones diarias de verduras y frutas ha demostrado tener un efecto protector sobre las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la mortalidad prematura, no se ha podido demostrar un efecto similar con las dietas veganas y vegetarianas en general. En parte, esto puede explicarse porque existen menos estudios relacionados con este tipo de dietas y porque los estudios disponibles son de baja calidad.
Sin embargo, desde el punto de vista nutricional, las pruebas disponibles indican que las dietas vegetarianas bien planificadas, incluidas las veganas, proporcionan una ingesta adecuada de nutrientes, siempre que incluyan una amplia variedad de alimentos de origen vegetal y una fuente fiable de vitamina B12.
Consideraciones nutricionales
Para que una dieta vegetariana sea nutricionalmente adecuada, se recomienda:
- Complementar la dieta con una fuente fiable de vitamina B12 (alimentos enriquecidos con vitaminas).
- Ingerir más proteínas de las recomendadas para la población general, ya que la digestibilidad de la proteína vegetal es menor que la de la proteína animal.
- Aumentar la ingesta de hierro por encima de la recomendada para la población general, comiendo una variedad de alimentos vegetales ricos en hierro y bajos en oxalato y fitato, que reducen la absorción de minerales.
- Consumir alimentos ricos en calcio (productos de soja, agua mineral rica en calcio, frutos secos y semillas, vegetales con bajo contenido de oxalato y fitato).
- Asegurar un consumo adecuado de alimentos ricos en zinc, tomando alimentos fortificados (por ejemplo, cereales para el desayuno) y consumiendo estos alimentos ricos en zinc junto con otros que contengan ácidos orgánicos, como las fruta y los vegetales bajos en oxalato y fitato (crucíferas como el brócoli, coliflor, rábano, etc.).
- Asegurar buenas fuentes de ácidos grasos omega 3, mediante el consumo habitual de alimentos ricos en ácido alfa-linolénico (nueces, semillas de lino, semillas de chía y sus aceites) y limitando la ingesta de ácido linoleico, conocido como ácido graso omega 6 (aceites de maíz y girasol).
La industria láctea Puleva (acrónimo de PUra LEche de VAca) explica en su página web que su producto "Puleva Mañanas Ligeras Sin Lactosa" es “una leche dirigida a todas aquellas personas a las que la leche no les sienta bien o tienen problemas para digerirla”. Fuente: lechepuleva.es (consultado el 18.03.2018).
El anuncio de televisión analizado corresponde a la campaña de 2018. El video completo del anuncio está disponible en el canal de YouTube de Puleva etiquetado como “Spot PULEVA Mañanas Ligeras (Febrero 2018)”. Este es su contenido:
- Niño: “En directo Alberto el reportero. A mi madre antes la leche no le sentaba bien. ¡Uggg! Pero un día descubrió la sin lactosa de Puleva y…”
- Voz en off: “Puleva Mañanas Ligeras, la sin lactosa de Puleva ayuda a que sea fácil de digerir.”
- Madre: “¡Ummm! ¡Me encanta la leche, Sabelotodo!”
- Niño: “Y ahora todas las mañanas son así…”
- Voz en off: “Puleva Mañanas Ligeras, ahora en botella.”
- Mensaje en letra pequeña en la parte inferior de la pantalla: “No apta para alérgicos a la proteína de leche de vaca. El consumo de alimentos con contenido reducido de lactosa puede ayudar a disminuir el malestar gastrointestinal causado por la ingesta de lactosa en personas intolerantes a la lactosa.”
Evaluación
El mensaje del anuncio analizado se considera incierto porque no hay investigaciones que hayan estudiado los efectos gastrointestinales del consumo de leche sin lactosa en personas sin intolerancia a este azúcar de la leche. No se sabe, por tanto, si la leche sin lactosa es o no más digestiva en personas sanas.
En este contexto, no parece justificado que quien no tiene intolerancia a la lactosa consuma leche sin lactosa. La Autoridad en Seguridad Alimentaria Europea (European Food Safety Authority, EFSA) advierte que una dieta con restricción de productos lácteos sin una suplementación adecuada o una adaptación en los hábitos alimentarios puede conllevar un bajo aporte de calcio, vitamina D y vitamina B2 (rivoflavina). Por lo tanto, los expertos coinciden en que no se debe adoptar una dieta restringida en lactosa basándose en el autodiagnóstico.
La llamada dieta alcalina propugna que el 80% de los alimentos ingeridos sean alcalinos o alcalinizantes (como son las frutas y verduras) y solo un 20% sean productos ácidos (alimentos proteicos y lácteos); sus promotores también recomiendan ingerir suplementos de calcio, magnesio, sodio, bicarbonato, potasio y colágeno, entre otros, así como el uso de máquinas para alcalinizar el agua de bebida hasta alcanzar un pH de 8,5.
Esta dieta se basa en la creencia de que el consumo preferente de ciertos alimentos puede modificar la acidez de la orina, la sangre y otros líquidos corporales y que, de este modo, se puede reducir el riesgo de enfermedades. Como tantas otras dietas promete algún beneficio para la salud. El principal reclamo de la dieta alcalina es que protege frente al cáncer. Pero ¿realmente esta dieta reduce el riesgo de cáncer? Esta es una de las preguntas que más interés han suscitado en la encuesta Nutrimedia, por lo que a continuación analizamos los resultados de los estudios en humanos que hay sobre esta cuestión para aclararla.
Evaluación
La información científica sobre los efectos de la dieta alcalina en el riesgo de cáncer es muy escasa. Tan solo se ha identificado en la literatura médica una revisión sistemática que analiza esta cuestión e incluye un solo estudio, que es de tipo observacional y tiene importantes deficiencias metodológicas y otras limitaciones que hacen que la confianza en sus resultados sea muy baja. Por todo ello, la conclusión de la evaluación es que resulta dudoso que la dieta alcalina reduzca el riesgo de cáncer.
En octubre de 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, en sus siglas en inglés) de la OMS difundió los resultados de su evaluación de la carcinogenicidad (capacidad de causar cáncer) de la carne, dictaminando que la carne procesada es cancerígena para los seres humanos y que la roja es probablemente cancerígena.
Aunque esta clasificación de la OMS implica solo el reconocimiento de una capacidad potencial de causar cáncer sin considerar su grado o intensidad, la difusión del mensaje de que la carne causa o puede causar cáncer generó numerosos malentendidos y una gran polémica, que todavía continúa. De entrada, poner a la carne en el grupo de los agentes cancerígenos seguros, donde ya estaban el tabaco, el alcohol, la contaminación y otros muchos, ha dado pie a una gran confusión. Sin embargo, si se confirmara que la carne roja es cancerígena, el riesgo sería mucho menor que el tabaco, el alcohol y la contaminación.
La alarma creada por este mensaje se justifica porque el porcentaje de personas que no come carne en el mundo es muy bajo, inferior al 10% en casi todos los países, excepto en India, donde una tercera parte de la población es vegetariana. Por eso no es de extrañar que en la encuesta de Nutrimedia la pregunta de si realmente la carne es cancerígena haya sido la que más interés ha suscitado entre el público. A continuación, analizamos esta cuestión.
Evaluación
La conclusión de la evaluación es que comer carne puede elevar ligeramente el riesgo de cáncer, pero hay que tener presente que este riesgo es muy inferior al de fumar o consumir alcohol. El mensaje se considera posiblemente cierto porque, a pesar de que existen abundantes estudios observacionales que indican que el consumo de carne eleva ligeramente el riesgo de cáncer, la certidumbre de los resultados de la investigación es insuficiente.
Con todo, hay que distinguir entre la carne roja y la carne procesada o transformada, tal y como ha hecho la OMS. Así, mientras que el consumo regular de carne procesada probablemente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal, en el caso de la carne roja la confianza en los resultados de la investigación es baja, es decir, la realización de nuevos estudios podría ofrecer resultados diferentes.
Carne roja y carne procesada
Se considera carne roja toda la masa muscular de los mamíferos, principalmente la de ternera, cerdo, cordero, caballo y cabra, mientras que la de ave se considera carne blanca. Hay, sin embargo, dos excepciones: la carne de conejo, que se considera blanca aun siendo de mamífero, y la de avestruz, que se considera roja a pesar de ser de ave. La carne procesada es la que ha sido transformada a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación, y aquí se incluyen los embutidos, el jamón, la cecina o carne seca, la carne en lata y las salsas hechas con carne.