Los proyectos que destacamos a continuación cumplen el requisito de la singularidad por su objetivo, por su planteamiento, o por el destino de los resultados, y tienen también carácter estratégico como consecuencia del beneficio colectivo que persiguen. Pueden incluir, por ejemplo, actividades genéricas de investigación, desarrollos tecnológicos, impulso de infraestructuras, demostración de tecnologías, o difusión y realización de actividades socialmente responsables.