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“Refugis del pensar”, una instalación de Isaac Cordal que invita a reflexionar sobre el progreso

La obra, situada en la entrada del Dipòsit de les Aigües del campus de la Ciutadella e integrada en el circuito artístico UPF Art Track, transforma una estantería en un edificio en el que cada estante se convierte en una “cabaña del pensar”, y donde se alojan una quincena de pequeñas figuras humanas.

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El Jardí de les Aigües del campus de la Ciutadella acogió, el 28 de abril de 2023, el acto de inauguración de la obra Refugis del pensar, que el artista gallego Isaac Cordal creó expresamente para su instalación en uno de los pasillos de la entrada de la biblioteca del Dipòsit de las Aigües de la UPF, integrada en el resto de estanterías del espacio.

Refugis del pensar

La obra, que pasa a formar parte del fondo patrimonial de la Universidad y que amplía el itinerario artístico de UPF Art Track, pretende significar un lugar de aislamiento y refugio destinado a la reflexión, una invitación a la introspección. Con su inauguración, consolida un eje que forma parte del ADN de la Universidad Pompeu Fabra: la construcción de un patrimonio artístico permanente en los espacios del campus.

Isaac Cordal: "La instalación quiere ser una reflexión crítica de la idea de progreso, una obra de tono gris para reflexionar sobre el presente continuo"

Isaac Cordal define la instalación, que empezó a proyectar hace cerca de cuatro años, como una "reflexión crítica de la idea de progreso, una obra de tono gris para reflexionar sobre el presente continuo, sobre nuestra situación actual". Según el artista, "quiere simbolizar páginas de libros en blanco, donde se acumulan las ideas... Es como un zoom sobre la situación en el mundo, que, de hecho, es más compleja que la propia obra".

 
 

 

Una estantería transformada en una obra de arte

Refugis del pensar es una instalación hecha con madera, resina, metacrilato y luces led, en la que Isaac Cordal realiza una intervención en el mobiliario de la Biblioteca de la UPF: transforma una estantería en un edificio dentro del cual “cada estante se convierte en una estancia, un refugio, una cabaña del pensar. Un lugar para aislarse, en el que poder reflexionar sobre la humanidad. Un bunker frente al acoso del mundo”. A través de las distintas ventanas, se puede ver en el interior de estas estancias a unos pequeños personajes, en diferentes posiciones.

En total, la instalación consta de siete cubículos, con dos ventanillas cada uno (catorce ventanas en total), y se pueden ver quince figuras humanas (dos por cubículo, excepto en uno, en el que hay tres).

Acompañando a estos cubículos encontramos varios libros (reales) pintados de gris, que no se pueden quitar, ya que forman parte de la misma estructura. Cada habitáculo tiene luz propia y en este sentido, según el autor, "la penumbra de la biblioteca se convierte en un valor añadido para que la pieza tenga más autonomía en el espacio".

La placa que acompaña a la obra de Isaac Cordal incluye la siguiente inscripción:

“La biblioteca es una trinchera silenciosa frente al mundo. Un refugio para reencontrarnos con nosotros mismos a través de sus libros. Todo lo que veo desde mi ventana son edificios, cuyos cimientos son palabras. No hay mejor espacio para reflexionar sobre la intemperie de la modernidad que una biblioteca donde guarecerse. Un refugio frente al asedio del presente continuo. Habitar en los libros.”

Una relación con la Universidad que ya viene de lejos

Josep Maria Antó, catedrático emérito de Medicina de la UPF e investigador de ISGlobal, explica que en el 2017, en un congreso, vio una imagen de una instalación que el artista había hecho en Nantes (Francia), y que hacía reflexionar sobre el cambio climático, y se interesó por su obra, "una fuente de interrogación e interpretación constante sobre los retos existenciales de la humanidad".

A finales de 2017, con el inicio del proyecto Bienestar Planetario en la UPF, impulsado por el entonces rector Jaume Casals, y coordinado por Josep Maria Antó y Josep Lluís Martí, comenzó el vínculo entre la Universidad y el artista, que dio como resultado Refugis del pensar: “Esta obra transforma el paisaje del Dipòsit de les Aigües, que permanecerá abierto a múltiples lecturas”, afirma Antó.

Refugis del pensar

Jaume Casals recuerda que a raíz de esta conexión con Josep M. Antó e Isaac Cordal, pidió a Cultura UPF que se pusieran en contacto con el artista, para "hacer algo juntos", que finalmente se ha hecho realidad: “Las obras de Isaac Cordal contienen pensamientos, sentimientos; algo inefable, difícil de contar. Con sus figuras, crea cierto entorno, un paisaje”.