1. Presentación

Cuidar el cuerpo y el entorno en un mundo cambiante

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Hace 25 años, la Universidad Pompeu Fabra emprendía la aventura de empezar a investigar y hacer docencia en el ámbito de las ciencias de la salud y de la vida. Un cumpleaños que se celebra en el contexto de un mundo que cambia deprisa, donde la inteligencia artificial ha impregnado todos los rincones del conocimiento, y la salud del planeta está en entredicho.

Un cuarto de siglo explorando la vida desde todas las perspectivas posibles, teniendo siempre la biología y la medicina en el horizonte. En un ecosistema estimulante y fructífero, el Departamento y la Facultad de Medicina y Ciencias de la Vida se han dedicado a investigar y formar profesionales que entiendan todas las acepciones de la palabra salud. Una condición que no solo implica la ausencia de dolor. También comporta cura, prevención y método.

En este número de la revista, repasaremos los 25 años de historia de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Vida y conoceremos las vivencias de dos estudiantes del grado en Medicina, que compaginan sus estudios con el deporte de élite.

También hemos querido conectar la cura del cuerpo con la del entorno y, por eso, algunos de los reportajes y entrevistas que podréis leer abordan los retos de la sociedad actual con una mirada diversa. Por ejemplo, exploraremos el potencial de los datos para evidenciar aquello que no podemos ver a simple vista. Para convertirse en herramientas que permiten descubrir y diseñar estrategias que pueden impactar desde la investigación más precisa hasta la gobernanza de las ciudades.

Además, para hacer frente a los desafíos que comporta el bienestar planetario, las ingenierías y las humanidades confluyen en el uso de la inteligencia artificial, tema alrededor del cual reflexionan varios expertos en esta edición. Queremos hacer de la diversidad virtud para sacar el máximo provecho de tener puntos de partida, bagajes y miradas diferentes.

Y por si el futuro nos abruma, hemos reservado un espacio para el arte, que siempre será un refugio. Porque el arte es aquel espacio que aviva la reflexión más profunda para repensar la manera como vivimos y funcionamos. Un estímulo para despertar la creatividad, que siempre será motor de la investigación y, en definitiva, del conocimiento.