4. Calidoscopio

Los datos como herramienta para luchar contra el cambio climático en las ciudades

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Manuel Portela

Manuel Portela,
investigador del Grupo de Investigación en Ciencia Web y Computación Social del DTIC y cocoordinador del proyecto Datalog en la UPF 

El siglo XIX, el cólera era un problema grave en el Reino Unido. Por algún motivo, grandes grupos de población sufrieron esta peste y nadie sabía su origen. Algunos pensaron que su causa era los malos olores, otros las condiciones de pobreza. En el año 1854, John Snow, un anestesiólogo, se dio cuenta que las personas que habían sufrido cólera vivían solo en ciertos lugares de Londres, en puntos muy específicos. Por eso, hizo un mapeo y empezó a hacer preguntas, de manera que llegó a la conclusión de que todo el mundo había tomado agua de la misma fuente. Este es el comienzo y el principio del uso de los datos como forma de entender los problemas de la ciudad. No solo hay que tener datos, sino que también es importante hacer las preguntas adecuadas a las personas adecuadas.

Ahora, en 2023, contamos con muchísimo datos y también con muchísimos problemas. Es verdad que han crecido exponencialmente los portales de datos abiertos, el conocimiento en ciencia de datos o los proyectos de ciencia ciudadana. Pero, a pesar que el volumen de datos sea cada vez mayor, no todos los datos son accesibles y, por lo tanto, no todas las preguntas se pueden responder. En cierto modo, sufrimos los mismos problemas que hace treinta años.

Una razón por la cual los datos no son accesibles son las limitaciones de los procesos para recogerlos. Hay datos que no son fáciles de obtener, porque no hay herramientas para hacerlo, o bien porque  requiere muchos esfuerzos. Otra limitación es la relacionada con la privacidad de las personas. Se tiene que tener cuidado para no vulnerar el derecho a la privacidad cuando se recojan datos, se compartan o se haga uso de ellos. En este sentido, hay mecanismos legales y técnicos para evitar poner en riesgo los datos personales y privados.

En Europa, contamos con regulaciones que establecen un marco normativo para trabajar con datos, como la Regulación General de Protección de Datos (GDPR), que protege el derecho a la privacidad a la vez que da acceso a los datos con fines de investigación o de interés público. Aun así, la regulación para la Gobernanza de los Datos (DGA), en vigor desde septiembre de 2023, define mecanismos y organismos que permiten compartir datos con fines altruistas.

Con este panorama, nace en Barcelona la Asociación Datos por el Bienestar Planetario, DATALOG. DATALOG es una organización altruista de datos que busca recoger datos para mejorar las políticas urbanas. La asociación se acerca a los ciudadanos para trabajar con datos de consumo energético y de agua, de movilidad y otros que puedan responder mejor a las preguntas que tenemos sobre la ciudad.

Esta iniciativa empezó desde el Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la UPF, conjuntamente con Ideas For Change, y recibió la subvención "La ciudad proactiva 2022" de la Fundación BitHabitat del Ayuntamiento de Barcelona. Junto con Vladimir-Estivill Castro, emprendimos esta iniciativa partiendo de la base que las ciudades están contribuyendo al cambio climático. Se sabe que más del 70% de los gases de efecto invernadero son producidos en las ciudades, pero no sabemos exactamente en qué medida este porcentaje se debe a los consumos energéticos de la ciudadanía. Con un escenario de sequías y de crisis energética, es importante tener más conocimientos para medir y valorar los cambios que podemos hacer. El 2024, DATALOG empezará con la recogida de datos de consumo. Todo el mundo que quiera participar puede visitar el web donar.datalog.es. ¡Os animamos a sumaros a esta iniciativa!