5. Calidoscopio

La experiencia de un buen docente es insustituible

min
Elisabet Moyano

Elisabet Moyano,
Profesora del Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida

El mismo ChatGPT considera que la inteligencia artificial (IA) está cambiando la manera de aprender de los profesionales de la salud y de los científicos. No hay duda que la IA está revolucionando el mundo y, por lo tanto, nos plantea un nuevo reto también en el ámbito educativo. El punto de partida es ser conscientes que esta tecnología estará presente en el día a día de nuestros estudiantes. Como docente y científica, estoy convencida de que el reto pasa por incorporarla en la docencia como una herramienta más. Nos hará falta, pero, enseñar a utilizarla de manera crítica para conseguir aprendizajes significativos, sin que interfiera negativamente en el proceso de aprendizaje.

Obtener la información de manera rápida y muy elaborada es un lujo del que disponemos actualmente, y que sin duda evolucionará. Pero en esta realidad, ¿cómo podemos hacer para que los estudiantes aprendan a argumentar, sintetizar y, sobre todo, a ser críticos con la información? ¿Cómo podemos desarrollar su capacidad para expresarse por escrito o para aprender? Según mi punto de vista, el gran riesgo que plantea la IA es no llegar a conseguir desarrollar estas competencias transversales en los estudiantes.

El ChatGPT es capaz de explicar conceptos complejos, poner ejemplos, resolver problemas; pero no puede sustituir la experiencia de un buen docente a la hora de generar procesos de aprendizaje y construir conocimientos

El ChatGPT es capaz de explicar conceptos complejos, poner ejemplos, resolver problemas; pero no puede sustituir la experiencia de un buen docente a la hora de generar procesos de aprendizaje y construir conocimientos. Los docentes juegan un papel clave en el aula, y actúan de modelo para los futuros profesionales. Si hoy ha perdido sentido pedir a los alumnos un trabajo de recogida de información, podemos preparar actividades para usar la información en entornos el máximo professionalitzadores posibles. La creatividad a la hora de aplicar el conocimiento en nuestras clases puede ser la clave para introducir la IA en el aprendizaje. Trabajar en proyectos, plantear debates, o usar metodologías como el aprendizaje basado en problemas (ABP), el jigsaw o la simulación, ayudan a integrar la información que tan fácilmente los estudiantes pueden conseguir, y desarrollan a la vez competencias clave para su futuro profesional.

Por otro lado, la evolución de la tecnología nos exige ser pluridisciplinares. Como docentes nos tenemos que formar para conocer las posibilidades de esta herramienta y sus aplicaciones profesionales, ya sea para diseñar nuevos fármacos, detectar tumores de manera más eficiente, analizar datos biológicos, o entender mecanismos moleculares. Además, necesitamos que la ciencia no se deshumanice, por lo cual, tenemos que integrar la ética o las humanidades en los diferentes estudios.

Confiamos que el ChatGPT y otros chatbots puedan servir para ayudar a quienes no tienen fácil acceso a una educación de calidad, y que no acentúe las desigualdades. El reto como sociedad está en encontrar la manera de usarlos de manera ética en pro del bien común.

En mi opinión, los nuevos retos para la educación se basarán en explicar la IA como contenido nuevo, preparar a los estudiantes para los cambios que conlleva y enseñarles a utilizar esta herramienta críticamente.