El mundo se mueve paulatinamente hacia la digitalización. Las redes sociales y la omnipresente conversación en línea son la prueba de ello, mientras se asientan las primeras piedras virtuales del metaverso. Como un apéndice más de la realidad fuera-del-teclado, lo digital emula las desigualdades diversófobas ya conocidas, e incluso parece ampliarlas y radicalizarlas. Como contraposición, la construcción de comunidades en línea, el intercambio de experiencias y vivencias, las respuestas colectivas al ciberacoso, o el mero señalamiento de aquello que antes quedaba impune, nos ofrecen razones para la esperanza.

En cualquier caso, lo en línea, como lo fuera de línia, es un espacio complejo de violencias y resistencias que exige textos para entenderlo mejor. Desde La guerra de deseo y tecnología (Holobionte Ediciones, 2020), que recoge los textos de la teórica trans Sandy Stone, referente de un ciberfeminismo de los noventa que aún pudo soñar con un internet utópico; hasta Digital dilemmas (Diana C. Parry. Palgrave Mcmillan, 2019) y Out online (Tobias Raun. Routledge, 2016), recursos más recientes que deben lidiar con nuestro internet contemporáneo: el de las grandes corporaciones monopolísticas, los discursos de odio y las comunidades virtuales de apoyo.