El proyecto ha sido producido y realizado por Elia Boqueres, Judith Briñol, Alicia Corpas, Rosario Lima y Mar Picó. Consiste en seis vídeos que invitan al espectador a ponerse literalmente en la piel de animales en condiciones de vida desfavorables. Concretamente, los cetáceos que viven en los delfinarios; animales abandonados; que se utilizan para el cine y la televisión, aquellos que viven en zoológicos; que se utilizan para el consumo o que son víctimas de la caza.

 

El objetivo es conseguir que el público se ponga en su lugar y sienta lo mismo que los animales que desde la FAADA se intenta proteger. Esto se consigue con vídeos de pocos minutos que capturan lo que estos ven en cada situación y lo muestran al espectador. De esta manera podrá vivir en primera persona el camino hacia una perrera y la vida allí dentro o el estrés de un rodaje, con cámaras y focos apuntándole todo el tiempo, por ejemplo. La finalidad es que el público tome conciencia y decida actuar colaborando con la ONG.

 

La FAADA es una fundación privada sin ánimo de lucro para la protección de los animales que actúa desde 2004. Su misión consiste en promover el respeto por los animales en el ámbito social, legal y educativo. Un porcentaje importante de su financiación proviene de donaciones directas de socios y colaboradores que recaudan mediante campañas benéficas como ésta.