Atrás “Nunca llegaremos a tener una única cura para el càncer”

“Nunca llegaremos a tener una única cura para el càncer”

Núria López-Bigas, investigadora en genómica biomédica de la UPF, acaba de ganar el Premio a la Investigación Biomédica otorgado por la Fundación Banco Sabadell.
03.06.2016

 

Núria López-Bigas al Parc de Recerca Biomèdica de Barcelona

Núria López-Bigas dirige el grupo de Genómica Biomédica del Programa de Investigación en Informática Biomédica (GRIB), programa conjunto del Instituto Hospital del Mar en Investigaciones Médicas (IMIM) y la Universidad Pompeu Fabra. Es profesora ICREA desde el año 2006, y lidera su propio grupo de investigación desde 2011. Acaba de recibir el Premio a la Investigación Biomédica otorgado por la Fundación Banco Sabadell.

A principios de año ganaste una beca del European Research Council y ahora acabas de ganar el Premio a la Investigación Biomédica de la Fundación Banco Sabadell. ¿Cómo se compagina una carrera tan exitosa con dos hijas?

Trabajando mucho y rodeándote de gente muy buena, que te entiendan y que estén tan ilusionados por trabajar como tú. Ninguno de los científicos de hoy en día trabajamos solos. Los premios son nominales y éste me lo han dado a mí como persona, pero yo no hago nada sola. Somos un equipo de diez personas, colaboramos también con otros grupos y formamos parte de un consorcio internacional. Es un trabajo de colaboración con otras personas.

Y la maternidad, ¿cómo la has conciliado?

Teniendo mucho apoyo en casa y organizándome. Algunos días trabajo desde casa, eso me ayuda a conciliar. A veces me despierto a las 6 de la mañana y, antes de que las niñas se despierten, ya he avanzado trabajo. Es una cuestión de aprovechar al máximo el tiempo que tienes.

Y trabajar duro, ¿verdad?

Yo no diría duro, sino más bien trabajar muchas horas. No es un trabajo duro, ¡es un trabajo muy agradable! Un trabajo duro sería hacer algo que no te apetece o que requiera un desgaste físico. La investigación la haces porque te gusta, la disfrutas, y no te importa dedicar muchas horas. Sí que necesitas organizarte bien, sobre todo si tienes familia. Pero yo no tengo la sensación de no dedicar tiempo a mis hijas. Las llevo a la escuela, las puedo recoger un par de días a la semana...

Ninguno de los científicos de hoy en día trabajamos solos

¿Crees que todas las mujeres científicas tienen esta posibilidad?

El hecho de trabajar en bioinformática me lo ha puesto más fácil. Al no hacer proyectos de laboratorio con animales o células es más fácil trabajar desde casa: lo único que necesito es un ordenador e Internet. Pero es cuestión de organizarse bien. Durante el embarazo y al inicio de la maternidad tienes que plantearte un proyecto adecuado a tu condición, debes elegir proyectos que puedas hacer durante este periodo.

Hay que ser muy ordenado para dedicarte a la investigación.

En ciencia es muy importante gestionar bien el tiempo. Debemos tratar de ser eficientes porque el tiempo es muy limitado.

¿Cuál ha sido tu trayectoria científica?

Estudié la carrera de Biología en la Universidad de Barcelona y el doctorado lo hice en el grupo de Xavier Estivill en el Instituto de Investigación Oncológica, estudiando la sordera a nivel de genética molecular. Cuando terminé el doctorado tenía ganas de hacer algo nuevo, diferente. La bioinformática no era tan importante como lo es ahora pero ya apuntaba a serlo. Así que me fui al Instituto Europeo de Bioinformática, en Cambridge, a hacer un posdoctorado. Fue un cambio radical, entonces yo no sabía programar, no sabía de análisis de datos... Como prácticamente no sabía nada, aprendí mucho: programación, estadística, análisis de datos, de genomas... Me gustó. Así que, para obtener la beca Ramón y Cajal y formar un grupo aquí, propuse un proyecto sobre bioinformática. Y hasta ahora.

¿Por qué elegiste el cáncer?

No me adentré en cáncer hasta que inicié mi grupo. Es un tema que me interesa mucho y del que queda mucho por descubrir. Cuando empecé a investigarlo había muchos datos, pero ahora hay aún más. Con la mejora de las técnicas de secuenciación ha habido una explosión de datos. Los genomas de tumores contienen la respuesta a muchas preguntas.

¿Qué preguntas quiere responder tu grupo de investigación?

Ahora estamos intentando averiguar qué factores afectan a los procesos que causan las mutaciones cancerígenas. Los datos están ahí, nosotros desarrollamos algoritmos y programas bioinformáticos para explorarlos y encontrar la respuesta.

Las mutaciones ocurren, es parte de lo que somos

Cuando buscáis mutaciones cancerígenas, miráis los genomas de muchas personas diferentes. ¿Cómo diferenciáis las mutaciones propias de cada persona de aquellas mutaciones que son comunes para cada tipo de tumor?

Todas las células de nuestro cuerpo vienen de una célula original que se va dividiendo hasta dar lugar a un organismo entero. Cuando son adultas, las células continúan dividiéndose para regenerar tejidos, y cada una de estas divisiones implica una tasa de error. Hay mutaciones que ocurren de manera natural y otras son agravadas por factores ambientales: rayos UV, humo de tabaco, dieta... Las células acumulan mutaciones y algunas de estas mutaciones pueden provocar que la célula se divida sin parar: aparecerá un tumor. Cuando secuenciamos un tumor encontramos las mutaciones que han ocurrido durante toda la historia de estas células. ¡Podemos encontrar hasta cientos de miles! La mayoría, sin embargo, no son mutaciones causantes del tumor, creemos que estas son unas pocas, las llamadas driver mutations. Cuando secuenciamos el genoma de un tumor, también secuenciamos genoma de células no enfermas de la misma persona. Primero comparamos ambos genomas, para detectar las mutaciones propias del tumor y centrarnos en ellas, y luego, con la comparación con las mutaciones de otros tumores, identificamos las mutaciones driver.

¿Hacia dónde se dirige la investigación en cáncer?

A pesar de compartir algunas características, cuando hablamos de cáncer estamos hablando de muchas enfermedades diferentes. Cada cáncer es distinto del otro y las causas moleculares varían, por lo que no puede haber una sola cura del cáncer. La medicina personalizada busca la causa del tumor en cada paciente e intenta aplicar un tratamiento dirigido. Como hay una heterogeneidad muy grande en los orígenes de cada tumor, seguramente necesitamos tratamientos diferentes dependiendo de cuáles sean estos orígenes. Nunca llegaremos a tener una única cura contra el cáncer. Lo que sí podremos conseguir es un conjunto de tratamientos clasificados según el tipo de tumor.

¿Y cómo clasificamos los tumores?

A menudo se clasifican según el tejido de origen. Se trata de una clasificación útil, pero existen otras. Nosotros miramos las mutaciones que originan el cáncer y hacemos una clasificación complementaria. Muchas terapias dirigidas no dependen tanto del tejido en el que se encuentre el tumor como del tipo de mutaciones que lo causa. Es una clasificación que, en algunos casos, nos permite definir la terapia más adecuada para el paciente.

Si hiciéramos las investigaciones pensando únicamente en su utilidad, no sabríamos muchas cosas que sabemos ahora

Según tu último descubrimiento, publicado en Nature, muchas mutaciones se acumulan en regiones del genoma a las que se unen proteínas necesarias para llevar a cabo otras funciones. Es decir, que la causa de esta acumulación de mutaciones es una función natural de la célula. ¿Es un descubrimiento positivo, o nos hace tirar la toalla con el cáncer?

Es positivo que hayamos sido capaces de ver que las mutaciones se acumulaban en estos lugares y entender porqué. Ya sabemos algo que antes no sabíamos. El hecho en sí no es positivo ni negativo. Las mutaciones ocurren, es parte de lo que somos. Para mí el cáncer es muy interesante.

¿El cáncer es interesante?

Evidentemente las consecuencias clínicas no son interesantes, pero nos ayuda a entender muchas cosas del funcionamiento de la célula. Todos los científicos tenemos la vocación de intentar que lo que hacemos sea útil algún día. Pero lo que nos mueve principalmente es la curiosidad. La ciencia básica debe ser así, no puedes buscar una utilidad a corto plazo. Tienes que intentar responder a preguntas que sencillamente sean interesantes para ti. Tarde o temprano, las respuestas serán útiles. Pero si hiciéramos investigación pensando sólo en su utilidad, no sabríamos ni la mitad de cosas que sabemos ahora. Hay investigación en cáncer que es muy interesante y toda esta investigación algún día llevará a avances en la terapia. Pero muchas veces la ciencia no tiene un objetivo claro, simplemente queremos entender las cosas.

¿Qué consejo les darías a los jóvenes investigadores?

Que disfruten del trabajo. Si lo disfrutan, que continúen. En el momento que dejen de hacerlo, que busquen otra cosa. Es un trabajo que tienes que hacer sólo si te gusta mucho. Si no, es un trabajo duro.

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