Entendemos por actividades formativas aquel conjunto de tareas evaluables por la Comisión Académica del Doctorado que los alumnos tienen que desarrollar especialmente durante el primer curso académico de estancia en el programa, y que no están vinculadas directamente al proceso de elaboración de la tesis doctoral. Su función es mejorar las competencias en el campo de la investigación histórica. Se entienden por actividades formativas la participación en congresos, seminarios, conferencias, talleres de investigación, trabajo de campo en arqueología, o la asistencia a cursos de perfeccionamiento y asignaturas de máster que ayuden a mejorar la formación del doctorando. El CER del IUHJVV y los Grupos de Investigación vinculados al Programa de Doctorado organizan anualmente un conjunto de actividades científicas y de formación que ofrecen un amplio abanico de posibilidades de elección a los doctorandos. Además, también computan las actividades realizadas en otros centros universitarios catalanes, españoles o extranjeros. En qualquier caso, y para ser consideradas como formativas, estas actividades deben contar con la aceptación del director de la tesis y ser debidamente acreditadas.

El papel de las actividades formativas es especialmente relevante durante el primer año de doctorado en el transcurso del cual el alumno deberá realizar un mínimo de cinco que, junto con el Plan de Investigación, constituirán los dos elementos sobre los cuales la Comisión Académica del Doctorado realizará su evaluación anual.

A partir del segundo año, los doctorandos se dedicarán preferentemente a desarrollar su proyecto de investigación bajo la supervisión de su director de tesis. Los progresos y las incidencias de la investigación y las actividades formativas complementarias realizadas se recojerán en una memoria anual de seguimiento que también será evaluada por la Comisión Académica del Doctorado.