El Parque de Investigación UPF

El Parque de Investigación UPF nació con la voluntad de posicionarse de forma destacada en el mapa de la investigación y la transferencia de conocimiento en el ámbito de las ciencias sociales y las humanidades, aglutinando en un único espacio a grupos de investigación universitarios, centros mixtos de relevancia internacional y prestigiosas instituciones.

La UPF se ha comprometido en la creación de este espacio físico común que potencia la interrelación de toda esta masa crítica de conocimiento y que aspira a convertirse en un polo de investigación de referencia en Europa.

La convivencia en un mismo espacio de centros y grupos especializados en diferentes disciplinas permite abordar desde múltiples perspectivas temas de interés social, como el diseño de instituciones y mercados, política monetaria y fiscal, mercado laboral y paro, finanzas, estrategia y racionalidad, políticas de dependencia, igualdad, educación, inmigración y salud. Las líneas de investigación que se deriven de estas sinergias proporcionarán un mejor entendimiento de los mecanismos sociales y, por tanto, deberán servir de guía tanto para la implementación de políticas públicas como para la toma de decisiones en el ámbito económico y social.

El Parque tiene como objetivo promocionar la investigación de excelencia en conexión con las necesidades del entorno socioeconómico. Desde julio de 2008 el Parque contaba ya con un primer edificio, el Mercè Rodoreda 23, donde se ubicaron centros de reconocido prestigio internacional. El segundo edificio, inaugurado en noviembre de 2014, está interconectado con el primero y forma con el mismo una unidad de actuación científica, en la medida en que existe una interrelación entre los grupos de investigación y de transferencia de ambos edificios.

Como en otros ámbitos de conocimiento, en las ciencias sociales y las humanidades también juega un papel primordial la potenciación del postgrado. Es en el entorno del doctorado y los postdoctorados donde se estimulan las nuevas ideas, donde se hace, se presenta y se discute la investigación de frontera, y donde se inician líneas de investigación innovadoras. Los investigadores y los estudiantes de doctorado en el ámbito de las ciencias sociales y las humanidades requieren espacios de trabajo individual y colectivo, salas de seminarios, aulas y laboratorios donde puedan desarrollar su investigación, presentarla y discutirla, y donde puedan compartir su trabajo con otros investigadores.

Para poder desarrollar de forma idónea estas actividades se han habilitado espacios adecuados, especialmente pensados para estas tareas. Por eso las aulas tienen forma de anfiteatro, un formato muy adecuado para la realización de talleres o para la impartición de seminarios o sesiones especiales de profesores invitados, que fomenta al mismo tiempo la interacción entre los estudiantes de postgrado y el profesor. También se han adecuado espacios de dimensiones más reducidas para discusiones en grupos pequeños y salas de trabajo de diversas capacidades, para los diferentes grupos de postgrado y de doctorado ligados a los centros y grupos de investigación de la UPF que forman parte del Parque de Investigación UPF. El Parque cuenta así mismo con un laboratorio orientado a la experimentación económica, el estudio del comportamiento humano, tanto individual como colectivo, y el diseño de instituciones. 

 

Descripción del edificio

Edifici Mercè Rodoreda 1El espacio es un conjunto de tres edificios de investigación ubicados en el solar ocupado originalmente por viviendas militares situadas a lo largo de la calle Wellington: Mercè Rodoreda 23 y 24 y la Fundación Pasqual Maragall para el Estudio del Alzheimer (la entrada en funcionamiento de este último está prevista para el mes de enero de 2016). El proyecto arquitectónico es obra de Juan Navarro Baldeweg.

El primer edificio, Mercè Rodoreda 23, de 3.592 metros cuadrados, fue el primero que el arquitecto realizó en Barcelona. Consiste en un edificio de seis plantas unidas de dos en dos por medio de rampas que se cierran a medida que se avanza en altura. Cerca hay unas zonas de estar que permiten una contemplación controlada del exterior. Un juego de luces y sombras provocado por una serie de persianas para sol amenizan el espacio, a la vez que controlan la radiación solar. En la tercera planta hay una pasarela acristalada que enlaza el nuevo edificio con Jaume I.

En cuanto al uso de Mercè Rodoreda 23, se destina a nuevas iniciativas de investigación tanto internas como externas en el ámbito de las ciencias sociales y las humanidades, meintras que en la tercera y la cuarta plantas se instalará el Centro de Investigación en Economía Internacional (CREI), un instituto de investigación patrocinado por la UPF y la Generalitat de Catalunya; el Centro de Investigación en Economía de la Salud (CRES), y la Barcelona Graduate School of Economics (Barcelona GSE).

Mercè Rodoreda 24 es un edificio de investigación de 8.685 metros cuadrados de superficie para el desarrollo y la consolidación del Parque de Investigación UPF en el ámbito de las ciencias sociales y las humanidades. Consta de sótano, planta baja y cinco plantas, y está interconectado con el primero planta a planta, formando con el mismo una unidad funcional. Cuenta, entre otros, con los siguientes espacios: sala polivalente, salas de reuniones y de trabajo en grupo, seminarios, despachos para investigadores y centros de investigación y espacios de relación y socialización.

Los grupos, centros e instituciones de investigación que acoge este espacio son los siguientes: 

 

Reseña arquitectónica de Juan Navarro Baldeweg, en referencia a Mercè Rodoreda 24 

Edifici Mercè Rodoreda 2Este proyecto sigue la pauta de ordenación urbana que en su día se propuso en la presentación de las ideas del concurso para toda la manzana, en 1996. La propuesta, que resultó ser la ganadora, definía una ordenación en tres módulos conectados que creaban una muy ligera concavidad hacia el parque de la Ciutadella por un retroceso de su pieza central y por una inflexión angular de los planos correspondientes a las fachadas de las piezas en los extremos.

El edificio inaugurado en noviembre de 2014 corresponde al módulo central, el de mayor tamaño, que se separa de los otros dos por unos estrechos patios abiertos hacia la calle Wellington, en los que se han ubicado unos sombrillas de color que fuerzan el diálogo entre las piezas y que animan visualmente estos ámbitos conectivos, a la vez que sirven de filtro solar.

A un lado de este edificio central se encuentra, en el extremo occidental de la manzana, la sede inaugurada en 2008. El edificio, aún en construcción en su extremo oriental, acogerá la Fundación Pasqual Maragall para la investigación del Alzheimer. La manzana, por tanto, está constituida por tres edificios dedicados a la investigación científica que crean un conjunto unitario de módulos con sus imágenes diferenciadas, aunque concebidos formalmente con carácter complementario. El módulo situado en el extremo occidental es una caja tersa de vidrio plateado con una de sus caras protegida por sombrillas rojas. En el otro extremo el cuerpo construido ofrece una imagen muy distinta, ya que su estructura, dispuesta perimetralmente, articula fuertemente su volumen y abarca unas fachadas de vidrio plateadas y transparentes.

El proyecto de ejecución del módulo central data del año 2011. El edificio tiene una fachada hacia el parque de la Ciudadela de doble piel. La envoltura externa, de aluminio lacado en blanco, deja grandes aberturas rectangulares que permiten la visión y, a la vez, protegen y matizan la fuerte insolación. Estos espacios están libres de los detalles habituales, correspondientes a las ventanas que se ocultan detrás. Esta máscara proporciona al edificio una envoltura de luminosidad inalterable y juega, en una imagen alegre, con los elementos filtrantes rojos y verdes de los patios abiertos entre los módulos. Hacia la calle interior que limita con el edificio el cierre se resuelve de una manera más convencional, con una fachada de grandes ventanas, cuya orientación hace que no precisen de una especial protección solar, y elementos modulares de aluminio de tipo composite, también lacados en blanco.

Este edificio acoge su programa funcional en cinco plantas sobre rasante, más un ático y una planta subterránea. El programa de oficinas individuales para investigadores y aulas se distribuye en las plantas sobre rasante. Un área vestibular común hacia el oeste aloja una escalera abierta que conecta todas las plantas. Debido a la transparencia de la fachada que rodea este espacio, los parasoles rojos del módulo occidental se incorporan visualmente al edificio. Esta zona vestibular abierta en vertical corresponde a áreas comunes de descanso, consiguiéndose de este modo un gran espacio que unifica las distitnas actividades del centro.

Un ámbito de especial valor es el de la sala de actos y gran sala de reuniones, que puede acomodar en forma de anfiteatro a unas 160 personas, y en posición de sala de reuniones a unas cincuenta. La infiltración de la luz natural se ha cuidado en todo el edificio, incluida esta sala de actos y reuniones, ubicada en el sótano. El resto del sótano dispone de espacios de actividades comunes, como seminarios y aulas polivalentes, bien iluminados por patios de luz que atraviesan verticalmente el forjado de la cota cero.

El edificio ofrece una imagen atractiva y formalmente variada tanto en la visión sesgada que se obtiene desde la calle Wellington como visto a distancia, desde el parque de la Ciutadella.