Llegué a España con 16 años, vengo de una ciudad del sur de Marruecos. Viví en un centro de menores hasta que cumplí la mayoría de edad y tuve que dejarlo. Estudié un ciclo formativo y fui a Francia a buscar trabajo. Finalmente acabé en Barcelona donde creía que habría más oportunidades. El problema aquí ha sido la dificultad para conseguir un permiso de trabajo.

“Nos formamos juntos, nos ayudamos, compartimos nuestros problemas e intercambiamos experiencias. Formamos un gran equipo, tenemos un proyecto común”

Brahim

 

¿Cómo llegaste a Prollema?

Cuando llegué a Barcelona, a finales de 2019 viví cuatro meses en la calle, más tarde entré a vivir con una familia de acogida a través de una asociación, pero cuando empezó el confinamiento no me permitieron continuar allí. Tuve que ir a un Centro de Internamiento de Extranjeros que el gobierno habilitó durante la pandemia. Allí viví con otros jóvenes que estaban en la misma situación que yo. En estos lugares nadie sabe cuánto tiempo vas a estar allí ni qué será de tí cuando cierren el centro.  

Mientras vivía en la calle en Barcelona, un día una educadora de calle me habló de Prollema, no sabía bien cómo se desarrollaba el programa pero me decidí a buscarlos e ir a preguntar. Finalmente conocí a David, el coordinador del programa, hice la entrevista de selección y me admitieron. Allí conocí a mi amigo Oussama, que hoy también forma parte del proyecto como enseñante y empezaron a cambiar muchas cosas. 

 

¿Qué te ha aportado Prollema a nivel personal?

Prollema me ha aportado muchísimo, he conocido gente que ahora es muy importante para mi y he aprendido muchas cosas del resto de mis compañeros. En Prollema nos formamos juntos, nos ayudamos, compartimos nuestros problemas e intercambiamos experiencias, así formamos un gran equipo porque todos tenemos un proyecto común. 

Además, Prollema me ha dado la oportunidad de enseñar mi lengua materna, mis raíces y mi cultura, una parte de mi. Me ha enseñado a ser profesor gracias a la formación que realizamos antes de empezar las clases. Actualmente imparto clases en los cursos que ofrecemos en la Nau Bòstik. En invierno empezamos una nueva edición y nuevos grupos de estudiantes. 

 

Brahim¿Cómo te imaginas tu futuro aquí?

No hay otra manera de seguir aquí si no es estudiando. Me gustaría continuar estudiando en un futuro, pero mientras no encuentre trabajo es difícil mantenerte aquí. La residencia es esencial para continuar viviendo aquí, pero si no consigues permiso de trabajo, la vida se hace cada vez más difícíl. Somos muchos jóvenes estudiando y formándonos pero sin tener la oportunidad de poder ganar dinero para sobrevivir. 

Si pudiera elegir, en el futuro me gustaría ser profesor en un ciclo formativo de carrocería como en el que estudié en el norte. Me gustaría quedarme de forma permanente en un lugar donde pueda trabajar y estabilizarme. Pero si no hay posibilidad aquí, si nadie nos da una oportunidad para volver a empezar, tendré que marcharme otra vez y seguir buscando una vida mejor.