La tendencia actual en el ámbito de la didáctica de la traducción es intentar desarrollar una evaluación en el nivel universitario que supere la mera función certificadora y que fomente su componente formativo. La función comunicativa, orientadora y dialógica de la evaluación formativa se desarrolla principalmente mediante la retroalimentación (feedback) que generan, sobre todo, los docentes, y que se puede concebir como un tipo concreto de ayuda pedagógica que tiene como objetivo facilitar estudiando la construcción de conocimiento y la autorregulación del aprendizaje. La influencia positiva de la utilización de sistemas de evaluación formativa en la mejora del rendimiento académico del alumnado es, actualmente, incuestionable y, en particular, existe consenso en la literatura sobre los beneficios de la retroalimentación en los procesos de enseñanza-aprendizaje, hasta el punto de que Hattie (1992: 9) afirma: “the most powerful single modification that enhances achievement is feedback”.


A partir de este planteamiento, un repaso al panorama general de la investigación sobre evaluación formativa y retroalimentación en la didáctica de la traducción revela una situación paradójica: a pesar de su incuestionable valor pedagógico y los numerosos estudios que han abordado sus especificidades impacto en diferentes campos del conocimiento, no abundan los estudios sobre las prácticas docentes y las percepciones de los estudiantes sobre la retroalimentación que reciben en el aula de traducción.

El proyecto RetroTrad, financiando por el Ministerio de Ciencia e Innovación y la Agencia Estatal de Investigación (PID2020-113236GB-I00/MICIN/AEI/10.13039/501100011033) se propone contribuir a cubrir este vacío de conocimiento estudiando las prácticas de retroalimentación aula de traducción enmarcadas en su contexto situacional.