Keycatch, un proyecto de la UPF que está desarrollando tests rápidos de bajo coste para detectar patógenos y sustancias contaminantes, ha sido seleccionado para formar parte del programa de aceleración CRAASH Barcelona. Esta iniciativa organizada por Biocat con la aceleradora de salud CIMIT y la colaboración del principal consorcio de salud europeo, EIT Health, ayudará a once equipos de investigación europeos del ámbito de la salud a impulsar la aplicación práctica de sus proyectos.

CRAASH Barcelona quiere llevar al mercado, en un plazo de entre tres y cinco años, proyectos con tecnología de vanguardia surgidos en centros de investigación y universidades europeas. De las 78 candidaturas procedentes de 21 países que se han presentado a la edición de este año, la organización ha escogido 11. Durante 12 semanas, estos equipos recibirán formación y asesoramiento, validarán la aplicabilidad de sus tecnologías y se pondrán en contacto con algunos de los actores más relevantes del sector sanitario.

Este programa acelerará el desarrollo del proyecto Keycatch, impulsado por el grupo de investigación en Biología Sintética para Aplicaciones Biomédicas de la UPF. Su objetivo es crear una alternativa más barata y fácil de producir que los tests rápidos convencionales, basados en la química o la electrónica. Por eso están desarrollando una tecnología que utiliza microorganismos modificados genéticamente para que sean capaces de encontrar la presencia y la concentración de determinadas moléculas.

Los investigadores de la UPF creen que su tecnología será útil en una amplia gama de aplicaciones y, para validarla, están desarrollando dos prototipos diferentes. Uno de ellos es capaz de detectar y cuantificar la presencia de metales pesados, que en determinados países son una gran amenaza para la salud pública porque se acumulan en el agua que beben millones de personas. El otro detecta la bacteria Vibrio cholerae, responsable de la enfermedad del cólera, que cada año afecta a 4 millones de personas y provoca 143.000 muertes en todo el mundo.

Los responsables del proyecto calculan que el coste de cada test será inferior a un euro, una cantidad muy por debajo de los precios que tienen losdispositivos comercializados actualmente. Además, esperan que ofrezcan resultados de manera rápida e in situ, sin tener que trasladar las muestras ni de disponer de instalaciones ni de personal especializados, a diferencia de los métodos disponibles en el mercado.
 

"Llevar a cabo aquello que empezó con una idea"

La investigadora de la UPF Sira Mogas, responsable de Keycatch, está muy satisfecha porque confía en que el programa de aceleración les ayude a “hacer que el proyecto salga adelante”. Keycatch ya fue uno de los proyectos seleccionados en la última edición del programa UPF INNOValora, que apoya a las pruebas de concepto vinculadas a la actividad de investigación de la Universidad, gracias al cual dieron un paso “ para desarrollar la tecnología”, explica. Ahora, espera que CRAASH Barcelona les ayude a “llevar a cabo aquello que empezó como una idea”.

Para conseguirlo, el programa dispone de un calendario intensivo de 12 semanas dividido en tres fases. La primera permitirá a los equipos, con la ayuda de expertos del CIMIT, averiguar si su tecnología puede encontrar un lugar en el mercado. En las fases dos y tres, los participantes podrán validar su proyecto en algunos de los mejores ecosistemas sanitarios de los Estados Unidos (Boston) y Europa (Galway y otras ciudades del continente).