Están totalmente integrados en la vida universitaria y siguen las clases con normalidad. Aunque pueden necesitar algunas adaptaciones, ya sea en las instalaciones, el material, o flexibilidad en algunos aspectos docentes, su nivel de autonomía es elevado. Su motivación y fuerza de voluntad son el motor que les ayuda a enfrentarse con el éxito día a día.

Estamos hablando de los estudiantes con discapacidad matriculados en la UPF, un colectivo en el que se incluyen personas con deficiencias visuales y auditivas, movilidad reducida, enfermedades físicas o mentales, trastornos de aprendizaje, o que puedan tener cualquier necesidad educativa especial respecto al desarrollo de su actividad universitaria.

Su motivación y fuerza de voluntad son el motor que les ayuda a enfrentarse con el éxito día a día

Actualmente, este ámbito es responsabilidad del Vicerrectorado de Responsabilidad Social y Promoción, aunque desde el año 2010 la Universidad dispone de un Plan de Inclusión para las personas con discapacidad, para garantizar su integración, igualdad de oportunidades y no-discriminación.

Tal como expone Mireia Oliver, responsable del ámbito de Inclusión (en funcionamiento desde el 1994) del SACU, la Universidad dispone de una base de datos formada por los estudiantes con discapacidad que, según establece la ley, han obtenido bonificación en la matrícula por el hecho de tener una discapacidad acreditada por la Generalitat de Catalunya. Este curso 2013-2014, el número de estudiantes matriculados con este perfil es de 100.

El SACU atiende en estos momentos cerca de noveinta estudiantes que se dirigen a este servicio porque tienen alguna necesidad educativa especial

El SACU atiende en este momento cerca de noventa estudiantes que se dirigen a este servicio porque tienen alguna necesidad educativa especial. Algunos de ellos, aún y no disponer de la acreditación oficial, también son atendidos. En este ámbito, las unidades de apoyo de las diferentes universidades catalanas reciben la ayuda y las indicaciones del Consejo Interuniversitario de Catalunya (CIC). "Aunque estas bases de datos no coinciden en su totalidad, siempre hay estudiantes con discapacidad que no acuden a nuestro servicio", explica Mireia.

Estudiar Empresariales con ceguera

Àlex Romera es un estudiante de tercer curso de Ciencias Empresariales-Management, que compagina con un trabajo en un restaurante en que los comensales viven la experiencia de cenar completamente a oscuras. Acompañado por su inseparable Masson, un perro guía propiedad de la ONCE, padece ceguera total desde su nacimiento, pero según comenta, "esto es una ventaja, ya que así no hay nada que echar en falta". Álex es un caso especial porque es de los pocos estudiantes con ceguera total que hay en Catalunya que esta estudiando una carrera del ámbito de las ciencias económicas y empresariales, a causa de las pocas adaptaciones existentes en el mercado en la edición y lectura de formulas numéricas. "Actualmente las condiciones técnicas para cursarla se dan más a menudo, pero si hubiera nacido diez años antes, también la hubiese escogido". Con la misma determinación con la que pronuncia estas palabras, afirma que quiere ir de Erasmus y hacer prácticas en una empresa.

Es un caso especial porque hay pocas adaptaciones existentes en el mercado en la edición y lectura de fórmulas numéricas

Como todas las personas con discapacidad en la Universidad, que requieren una atención muy personalizada, Àlex dispone de un tutor academico, que trabaja de forma coordinada con el SACU en su seguimiento: se trata de Teresa Monllau, vicedegana de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales: "Àlex es una persona muy independiente y acostumbrado a superar obstáculos. Mi función es darle apoyo en aquellos casos en que haya que realizar alguna adaptación", comenta. Y añade: "Àlex sigue la mayoria de asignaturas al mismo ritmo que el resto de compañeros, pero en aquellas asignaturas que tienen un alto componente visual, como matemáticas, el ritmo es claramente más lento".

Un ordenador adaptado con programas lectores de pantalla incorporados; transcripciones al Braille de materiales docentes, con el apoyo de la ONCE; más  tiempo para los periodos de préstamo de los libros, adaptaciones para los exámenes o apoyo en la matrícula y flexibilidad en los horarios y cambios de grupo, forman parte del apoyo que se le presta.

Por el campus en silla de ruedas

La discapacidad de Marta Llauradó, estudiante de segundo de Biología Humana, és de tipo motriz, ya que padece una afectación congénita muy grave de las dos extremidades y es usuaria de una silla de ruedas eléctrica. A pesar de su afectación, prácticamente no le hace falta ayuda: escribe claramente y no utiliza material adaptado o de apoyo.

Sociable y participativa, la Marta comenta aspectos de su movilidad: "Como en las aulas me puedo mover de mi silla de ruedas a una silla normal no me hace falta adaptación, pero en el laboratorio necesito una estantería a un nivel inferior que el resto de la gente para alcanzar las cosas". Como propuesta de mejora, afirma que los principales problemas que se encuentra son cuando tiene que abrir puertas, que ella preferiría que fueran automáticas: "A veces es bastante complicado, sobre todo si para abrirlas hay que estirar y no empujar".

"Un objetivo de este año sería adaptar el auditorio de Ciutadella para que fuera 100% infoaccesible"

Mònica Figueres, vicerrectora de Responsabilidad Social y Promoción, explica que la Universidad se ha preocupado mucho de eliminar barreras arquitectónicas, y lo hace gracias a las ayudas de la Generalitat, cofinanciadas por la misma Universidad. Aunque aún queda mucho trabajo por hacer, se avanza poco a poco: "Uno de los objetivos de este año seria adaptar el auditorio de Ciutadella para que fuera 100% infoaccesible: aunque la accesibilidad ya es buena, hay que mejorar cuestiones tecnológicas", comenta. Cuando esté listo, será uno de los pocos espacios con estas características en Catalunya.

La dislexia, una discapacidad oculta

"Creo que poca gente sabe todo lo que supone el hecho de tener dislexia. La dislexia no es sólo la dificultad de leer, sino que también supone problemas a la hora de hacer trabajos, debates y exámenes, y nos hace más difícil estructurar ideas y redactarlas de forma clara, a parte del gran número de faltas que hacemos".

Con estas palabras se expresa Míriam Cantos, estudiante de Ciencias Empresariales-Management y afectada por una dislexia lecto-escritora, y que actualmente esta haciendo un paréntesis de un año: decidió ir a los EEUU a mejorar su inglés, ya que buena parte de la carrera que cursa en la UPF se realiza en este idioma.

"La dislexia no es sólo la dificultad de leer, sino que también supone problemas a la hora de hacer tranajos, debates y exámenes, y nos hace más difícil estructurar ideas y redactarlar de forma clara"

Según Míriam, "aunque por suerte la UPF me ha ayudado mucho en este aspecto, no siempre ha sido igual: durante toda la etapa escolar y de instituto, solo me encontré dos profesores que realmente supieron como tratar mi problema".

El apoyo que se brinda a esta estudiante consiste en la posibilidad de disponer de más tiempo para hacer los exámenes, prácticas o tests y diferenciar las faltas ortográficas puntuales de las repetidas o reiterada, que no se tienen en cuenta porque son consecuencia propia de su afectación (los exámenes los puede hacer con un ordenador especial y utilizar el corrector).

Reportaje publicado en la revista upf.edu, número 7 - febrero 2014

Fotografía: Eva Guillamet