ESCI-UPF, centro adscrito a la Universidad Pompeu Fabra, presentó ayer, 26 de octubre, el Bachelor 's Degree in Urban Sciences (BDUSc), que está previsto que se ponga en marcha a partir del curso 2018-2019.

Se trata de un nuevo grado oficial de tres años, impartido íntegramente en inglés, que da respuesta a los retos que plantea la creciente urbanización del mundo, así como a los problemas de contaminación y de sostenibilidad que afectan a las personas que viven en las grandes ciudades .

Este nuevo grado, impulsado por ESCI-UPF en colaboración con el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC), es un grado "que tiene una gran aplicabilidad ante los retos presentes y futuros. Los profesionales que salgan del BDUSc podrán ayudar en la gestión de las ciudades", opina el director de ESCI-UPF, Xavier Cuadras, también profesor del Departamento de Economía y Empresa de la UPF.

Por su parte, Willy Müller, cofundador del IAAC y director del IAAC Urban Sciences Lab, considera que hay una doble razón de ser para un proyecto educativo como este: por un lado, la centralidad que las ciudades ya tienen, ya que, por primera vez en la historia, a estas alturas ya hay en el mundo más población urbana que rural; por el otro, el momento disruptivo y el cambio de paradigma que ya está aquí en relación al impacto de las nuevas tecnologías y el reto de la sostenibilidad. Muchos desafíos que deben encontrar respuesta para hacer de la ciudad un centro neurálgico de actividad económica y convivencia vecinal.

También participó en la presentación del nuevo grado Mathis Wackernagel, director de Global Footprint Network y cocreador del concepto "huella ecológica". En su intervención, dio una serie de datos para reflexionar: a mediados de siglo, la población urbana alcanzará el 80% del total, prácticamente el doble del número de habitantes actuales.

Es decir, millones de personas tienen pendiente una migración del campo hacia nuevas y populosas urbes. Estas transiciones representan un reto en cuanto a cuestiones básicas como la movilidad, el mantenimiento y renovación de infraestructuras obsoletas y la polución.

Se deberán construir millones de casas, estaciones de agua potabilizadora o canalizaciones de aguas fecales, entre otras muchas acciones. Y será en este entorno donde los graduados en Urban Sciences tendrán una oportunidad para diseñar y planificar esta creciente y compleja realidad.

Wackernagel también señaló que otro de los retos mundiales es no seguir consumiendo al mismo ritmo que el actual. "No se trata de una cuestión ética, sino matemática", ha apuntado. Según sus cálculos, el mundo consume un 70% por encima de sus posibilidades. Está claro que, donde muchos ven un problema, él ve una oportunidad. El reto es hacer sostenible esta dinámica y por eso hay que pensar, reflexionar y, sobre todo, actuar.

En este sentido, Wackernagel recuerda que hay poderosas herramientas al alcance de las nuevas generaciones para llevar a cabo esta empresa colectiva: entre otras, las nuevas tecnologías y la conectividad que estas ofrecen. Falta, sin embargo, a su juicio, sensibilización y un plan de acción. El futuro, pues, es de las nuevas generaciones capaces de encontrar nuevas soluciones a viejos problemas. Y el grado en Urban Sciences quiere ser la plataforma para hacerlo posible.