"La soledad fue lo más duro de aquella época. Sentirme sola y incomprendida por el hecho de no compartir con nadie todo lo que veía y veía". Explica que a la família y amigos de aquí no se lo decía para no preocuparles, y a los otros periodistas estranjeros de allí, porque también lo vivían. Esta fue la respuesta de Mónica Bernabé, periodista del periódico Ara, ante la pregunta de una estudiante sobre qué fue lo más difícil de cubrir un país en conflicto. 

La lección inaugural del grado en Periodismo del curso 2021-2022, con el título "Explicar la guerra: contexto y mirada humana desde Afganistán", se celebró el pasado lunes 25 de octubre, a las 16.00 horas. El auditorio del campus del Poblenou estaba lleno de estudiantes de diferentes cursos del grado, con la presencia también de profesores y exprofesores de la Facultad. 

"Me identifico mucho con vosotros: nunca no me habría imaginado hacer una lección inaugural... cuando empezaba a estudiar, yo no leía el periódico cada día". 

El acto lo abrió Carles Pont, degano de la Facultad de Comunicación. Recalcó la importancia del periodismo de guerra ("porque la primera víctima de la guerra es la verdad") y repasó algunos de los referentes en este ámbito. Marcel Mauri, director de los estudios de Periodismo, presentó la trayectoria de Bernabé, periodista consolidada en el reporterismo de guerra. 

Después de empezar la conferencia con un "me identifico mucho con vosotros: nunca no me habría imaginado hacer una lección inaugural... cuando empezaba a estudiar, yo no leía el periódico cada día", Mònica Bernabé repasó todos los sitios donde ha trabajado. Des de los inicios locales en Ràdio Sant Cugat y las redacciones de diferentes ciudades de el periódico El Punt durante casi una década, hasta que cogió una excedencia de seis meses del periódico para trabajar en ONGs de Afganistan. Y cómo lo que la empujó a quedarse allí como corresponsal fue un encuentro causal con Gervasio Sánchez, “que para mí era un gran referente del reporterismo de guerra". 

Cuando vivía en Afganistan no estaba en plantilla en ningún medio, era freelance y tenía un acuerdo verbal con El Mundo para comprarle artículos; hecho que resaltó para destacar la precariedad de la situación, sin garantía formal de estabilidad ni seguridad. 

Bernabé es una de las periodistas españolas que mejor conoce el país (es quién ha vivido menos años ahí), y por eso también dedicó parte de la conferencia a hacer un repaso de la situación del Afganistan, para dar contexto a los hechos de este agosto pasado. "Desde 1979, momento de inicio de la guerra entre la URSS y los islamistas radicales, que tenían el soporte de los Estados Unidos, Afganistán ha sido un país en conflicto."

Cuando los soviéticos se retiraron al cabo de diez años, empezó "la guerra más brutal que los afganeses recuerdan"; entre las diferentes facciones de mujahidines, "islamistas radicales armados y finanzados por los Estados Unidos". En 1994 aparecieron los talibanes, un movimento contrapuesto a los mujahidines, que en tan solo dos años se apoderaron del país con la connivencia de occidente. No obstante, los atentados del 11 de septiembre de 2001 hicieron cambiar la situación: los Estados Unidos decidieron atacar los talibanes por la sospecha que daban soporte a Osama Bin Laden, e invadieron el Afganistán apoyando a los mujahidines. 

Bernabé también analizó los que cree que son algunos de los errores de la comunidad internacional, como el hecho "de aceptar criminales de guerra [como los mujahidines] como interlocutores válidos", o "no tener los imáns como aliados en un país profundamente religioso". 

La retirada de las tropas internacionales, que ha culminado este verano, ha resultado en una nueva invasión del país por parte de los talibanes; que ha sido mucho más rápida de lo que se preveía porque "los soldados y policías no han mantenido la lealtad hacia los mujahidines, señores de la guerra que previamente habían destruido el país", y el gobierno afganés "se ha desmontado completamente cuando se ha retirado el finanzamiento extranjero".

Bernabé también analizó los que cree que son algunos de los errores de la comunidad internacional, como el hecho "de aceptar criminales de guerra [como los mujahidines] como interlocutores válidos", o "no tener los imáns como aliados en un país profundamente religioso".

Una de las preguntas que más recibe es la de como es ser mujer y corresponsal de guerra en un país tan machista como Afganistán. Explico que fue en algunas cosas una ventaja: por ejemplo, "me era mucho más fácil conseguir entrevistas, porque se me consideraba un "ser inferior"". Pero "el riesgo de padecer agresiones sexuales es mucho más elevado que en otros países, por la impunidad absoluta de los agresores". 

La periodista cerró el acto con una anécdota: cuando trabajaba en El Periódico editando las cartas a los lectores, un trabajo "más bien poco agradecido", en la mesa de al lado tenía un periodista destacado, que un día le dijo, señalando la redacción: "cuando toda esta gente se jubile, tu ya serás demasiado mayor", refiriéndose al hecho que nunca podría trabajar de periodista. Años más tarde, la entrevistó en Catalunya Ràdio "como gran corresponsal". "No hagáis caso a lo que os digan; con esfuerzo y determinación, podréis llegar donde queráis". 

Àlbum de fotos de la lección inaugural del grado en Periodismo