La Universidad Pompeu Fabra (UPF) no prevé una caída de matriculaciones el próximo curso como consecuencia de la crisis del coronavirus. Jaume Casals, rector de la Universidad, lo explicó ayer, 12 de mayo, en una entrevista concedida a la Agencia Catalana de Noticias (ACN). No se contemplan menos alumnos de grados y las preinscripciones para másters "no son muy diferentes", aunque la movilidad extranjera será limitada "al menos durante el primer trimestre".
La previsión de la Universidad es iniciar el próximo curso en modalidad "mixta", presencial y telemática, pero el objetivo es poder "hacer enseñanza presencial" en lo posible, afirmó. Sobre las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU), Casals ha puesto en duda que se puedan hacer en julio como están ahora previstas y consideró que en la actual situación es "un riesgo absurdo".
El estallido de la crisis del coronavirus cogió la UPF con la docencia del segundo trimestre finalizada y el tercer trimestre ya comenzó completamente en la modalidad no presencial. El rector ha valorado que desde entonces las cosas "han ido bastante bien" dadas las circunstancias y los alumnos, profesores y PAS pueden continuar con sus tareas. "Nuestra capacidad de organización ha sido muy alta, aunque podemos pulir algunas cosas", manifestó en referencia a que trabajan para que todo el mundo esté "satisfecho".
En su caso, no ha considerado que haya problemas para poder seguir la docencia de manera telemática, aunque la valoración pueda ser peor que la que sería para una clase presencial, pero sí reconoce que ha habido momentos de una gran carga de trabajo para todos, no sólo para los estudiantes. Con todo, espera que el curso finalizará "con toda tranquilidad".
Ha habido momentos de una gran carga de trabajo para todos, no sólo para los estudiantes, pero espera que el curso finalizará con toda tranquilidad
Por otra parte, el rector ha explicado que este final de curso pasa "inequívocamente" por la evaluación continua, y ha defendido que este es el mejor método de evaluación para los alumnos. De hecho, explicó que durante los disturbios del pasado otoño se habilitó la posibilidad de hacer evaluaciones finales únicas y que fue empleada por un número "ínfimo" de estudiantes. En cuanto a las prácticas que sí requieren presencialidad, habrá la posibilidad de que se puedan posponer y realizar durante el primer trimestre del próximo curso.
En este sentido, ha reivindicado que no necesitan que una orden publicada en el Boletín Oficial del Estado les indique que pueden hacer según qué, como posponer estas prácticas. "Las universidades no necesitamos ser tuteladas, necesitamos evidentemente un marco de actuación y lo cumplimos".
La UPF ha ofrecido material, como ordenadores y conexiones a aquellos miembros de la comunidad que tenían problemas para seguir con la docencia no presencial
Para paliar las dificultades surgidas, la UPF ha ofrecido material, como ordenadores y conexiones a aquellos miembros de la comunidad que tenían problemas para seguir con la docencia no presencial. En este sentido, garantizó que la universidad hará "un gran esfuerzo" para que "nadie salga perjudicado" por la situación económica y social creada. Confió también que las universidades recibirán una aportación presupuestaria adicional del Gobierno para hacer frente a estas nuevas necesidades.
Apuesta por la presencialidad
Casals ha insistido en que la UPF es una universidad presencial y que trabaja para poder ejercer su labor de esta manera el próximo curso. Ha reconocido pero que la crisis del coronavirus puede servir para plantear si se hace un buen uso y qué actividades sí se podrían hacer online y reservar la presencialmente donde sea "realmente decisiva", teniendo en cuenta que no se prevé que haya pasado la situación de pandemia.
"Pretendemos el próximo curso hacer enseñanza presencial sin lugar a dudas, compatible con la situación de salud y con todos los instrumentos necesarios para esponjar si es necesario las aulas o para utilizar mejor todos los recursos"
"Lo que nosotros pretendemos el próximo curso es hacer enseñanza presencial sin lugar a dudas, compatible con la situación de salud y con todos los instrumentos necesarios que servirán para esponjar si es necesario las aulas en el momento que sea necesario o para utilizar mejor todos los recursos ", detalló.
En este sentido, el rectorado, los vicerrectores y los técnicos contemplan "varias opciones" de cara al inicio de curso y la que combina las dos modalidades es la que tiene más posibilidades, según Casals. Añadió pero que si la situación sanitaria empeorara, la UPF podría comenzar el curso de forma telemática como acabará este tercer trimestre.
Plantea poner fin al actual modelo de selectividad
Por otra parte, Casals ha reconocido que la selectividad basado en las PAU es "un modelo de éxito pero es desmesurado" y se ha mostrado crítico con el planteamiento que se está haciendo actualmente en el momento de la pandemia. Ha afirmado que es "un error gravísimo" imaginar que en julio se podrán tener los espacios e infraestructura suficiente para hacer la selectividad y esperó que se plantee un sistema alternativo. "No veo de qué manera se encontrarán espacios y todo lo que conlleva la ampliación de espacios para hacerlas y me imagino que quizás se decidirá hacer sólo algunos exámenes", manifestó. Para Casals, sería "admirable" si finalmente se pueden hacer las PAU en las circunstancias actuales.
Más allá de esto pero, afirmó que lo ve "un riesgo absurdo para decidir el 40% de la nota" y lamentó que las PAU sean "un verdadero tótem en el que no se sabe renunciar". "Si la selectividad se hiciera de otra manera, más frugal, por ejemplo sólo para algunas asignaturas, no pasaría nada, nos serviría para pensar si este gran movimiento de tierras que son las PAU las debemos seguir haciendo", ha puesto sobre la mesa.
El rector ha apostado por universidades verdaderamente libres y que realmente puedan decidir sobre las cosas más importantes que deben hacer
En esta crítica, Casals ha añadido que "no existe la autonomía universitaria" y que en todo caso la tienen "en decisiones insignificantes". El rector ha apostado por universidades verdaderamente libres y que realmente puedan decidir "sobre las cosas más importantes que tienen que hacer". Instó a las universidades a aprovechar este tiempo para repensar algunas cosas y "pulirse" y ha pedido a la administración "que no considere que las universidades son su propiedad".
