La lentitud en el procesamiento del pensamiento no debería ser necesariamente una desventaja, al contrario, podría indicar una función cerebral óptima, según afirma un estudio publicado en Trends in Cognitive Sciences por prestigiosos neurocientíficos internacionales (Kringelbach, McIntosh, Ritter y JIRS), dirigidos por Gustavo Deco, investigador ICREA del Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (DTIC) y director del Centro de Cognición y Cerebro (CBC) de la UPF.

El estudio demuestra que algunas restricciones anatómicas y dinámicas del cerebro hacen que funcione de una manera óptima. Como explica Deco, "la idea principal del estudio es que la dinámica cerebral intrínseca del cerebro, la que corresponde al estado de reposo, es lenta".

Esto se explica por la conectividad cerebral y porqué esa lentitud le confiere un grado óptimo de funcionalidad cuando el cerebro es estimulado para hacer una tarea determinada. “De esta manera, una estimulación externa (relacionada con alguna tarea o procesamiento), "resuena" óptimamente con las latencias intrínsecas del cerebro y por eso es procesada mas efectivamente”, explica Deco. 

El estudio trata de identificar el papel que juega el procesamiento óptimo de información mientras se está llevando a cabo una determinada tarea y propone que la combinación de técnicas de imagen con los modelos de modelado computacional del cerebro completo, pueden ayudar a dilucidar procesos fundamentales de la funcionalidad cerebral, tanto en el cerebro fisiológicamente normal como en el cerebro afectado por una enfermedad.

El cerebro, un órgano vital masivamente interconectado

Como explica Deco, "estos resultados pueden ser descritos de forma mecánica gracias al modelado computacional completo del cerebro que relaciona la funcionalidad óptima con las teorías físicas de metaestabilidad, según las cuales el cerebro es un órgano vital masivamente interconectado en estado metaestable”. Un estado que aporta continuidad y estabilidad a largo plazo y, al mismo tiempo, tiene la capacidad para hacer transiciones rápidas cuando se requiere. Esta característica combinada con una rápida capacidad reactiva, muy posiblemente ha conferido ventajas evolutivas a la especie humana.

Trabajo de referencia:

Morten L. Kringelbach, Anthony R. McIntosh, Petra Ritter, Víktor K. JIRS, Gustavo Deco (2015), "The Rediscovery of Slowness: eploring the Timing of Cognition", Trends in Cognitive Sciences, DOI: http: // dx.doi.org/10.1016/j.tics.2015.07.011.

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