El movimiento feminista en Cataluña

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CONGRÉS: Jornades Catalanes de la Dona (1es : 1976 : Barcelona)
TÍTOL: Jornades Catalanes de la Dona
PUBLICAT: [Barcelona] : Documentación y Publicaciones Generales, 1977
 
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TÍTOL: 20 anys de feminisme a Catalunya : jornades: 24, 25 i 26 de maig de 1996
PUBLICAT: Barcelona : Associació de Dones per a la Celebració dels 20 Anys de les Primeres Jornades Catalanes de la Dona, 1998
 
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TÍTOL: El Gènere de la polis : la trajectòria de les dones en el catalanisme polític / Neus Baena Gallardo [...] et al. ; Montserrat Duch Plana, coordinadora
PUBLICAT: Tarragona : Arola : Publicacions URV, 2013
 

El feminismo es un movimiento social que tiene más de un siglo de vida, pero no es hasta finales de los años sesenta cuando nacen en Cataluña las primeras organizaciones de mujeres, dentro y fuera de los partidos políticos, que empiezan a conformar lo que sería el movimiento feminista tal como se entiende actualmente.

Las Primeras Jornadas Catalanas de la Mujer, en junio de 1976, rompieron el silencio después de muchos años de dictadura. En aquella década, las reivindicaciones se centraban en la educación y el sexismo, la abolición de las leyes que generaban discriminación, la legalización de los anticonceptivos, el derecho al propio cuerpo, la erradicación de la prostitución, la defensa de los derechos de las prostitutas y la amnistía para las mujeres encarceladas por delitos específicos.

Los grandes cambios legislativos y la creación de un feminismo más institucional, en la década de los ochenta, a pesar de suponer un gran avance, fueron insuficientes para lograr la transformación social profunda que buscaba el movimiento con acciones como, por ejemplo, la introducción de la coeducación en el sistema educativo.

En los inicios de los noventa, emerge el debate sobre formas organizativas para avanzar en la articulación del movimiento, sea con mujeres autónomas e independientes o con las que participan en otras organizaciones, luchas y espacios. En la era de la globalización las luchas pasan a tener una doble dimensión, transnacional y local, y los nuevos feminismos emergentes se interrelacionan para reinventarse a dos niveles.