Marina Echebarría Sáenz es catedrática de Derecho Mercantil en la Universidad de Valladolid y conocida activista LGTBI, en particular en la lucha por los derechos de las personas trans.

En 1995, defendió su tesis doctoral «El contrato de franquicia: delimitación y contenido de las relaciones internas», en la Universidad de Valladolid, donde actualmente trabaja y donde llegó a ser Vicedecana y directora del área de Derecho Mercantil. Actualmente, es profesora, forma parte de la Unidad de Igualdad de la universidad y se dedica a la investigación; principalmente, en distribución comercial, pagos en criptomonedas y redes empresariales e informáticas. Ha publicado diversos artículos sobre Smart contracts o blockchain, así como sobre las dificultades al acceso a mercados digitales como «Amazon». Como ella misma ha puesto de manifiesto, parte de su trayectoria académica (y de su vida en general) figura con otro nombre y otro género. Se trata de una circunstancia difícil e incómoda, si bien reconoce que es un obstáculo más llevadero que los que acostumbran a encontrarse la gran mayoría de personas trans en la sociedad actual.

En 2020, Marina Echebarría se convirtió en la primera mujer trans en acceder a una cátedra universitaria en España, tras acreditarse en 2016, además de ser la primera mujer en obtener una cátedra en derecho mercantil en la universidad de Valladolid. En sus propias palabras, «que una mujer llegue a una cátedra universitaria ya es una noticia». Desafortunadamente, así es. De acuerdo con el informe Científicas en Cifras 2021, del Ministerio de Ciencia e Innovación, en el curso 2018-2019, sólo el 24,1% de cátedras en España eran ocupadas por mujeres, frente al abrumador 76% de hombres. A 1 de enero de 2021, en el Departamento de Derecho de la UPF, contábamos solo con 5 catedráticas mujeres, lo que supone un 25% del total. Un porcentaje que desciende al 22,8% si miramos el total de la universidad; todo ello de acuerdo con datos de la propia UPF.

Así, Marina Echebarría no es sólo un referente para las personas trans, sino para todas las mujeres en el mundo académico. Su trayectoria, además, no se limita a este ámbito, sino que es también un referente en el mundo del activismo por los derechos de las personas LGTBI. Cuenta que inició su compromiso activista cuando, hace unos 25 años, un estudiante le pidió ayuda para iniciar el procedimiento de cambio legal de sexo. Ha sido vicepresidenta de la Fundación Triángulo y, actualmente, preside el Consejo de Participación de las Personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales (LGTBI), dependiente del Ministerio de Igualdad.

Su activismo y sus conocimientos jurídicos permitieron que participara en el proceso de elaboración de la actualmente vigente Ley 3/2007, de 15 de marzo, reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas, así como en la elaboración de diversas leyes trans autonómicas. Respecto de la ley de 2007, que exige un diagnóstico de disforia de género y haberse sometido a tratamientos médicos de modificación de la apariencia corporal para acceder al cambio registral, Echebarría considera que en su momento fue novedosa, pero que ha quedado obsoleta. En una entrevista a ctxt, se refería al hecho de que el periodo de transición se alargue dos años de la siguiente manera: «Yo he pasado varios años de mi vida con un documento de identidad que tenía un nombre y un aspecto que lo desmentía totalmente. Y te puedo asegurar que cada vez que vas a hacer un contrato, a pagar con una tarjeta o a hacer cualquier gestión, terminas teniendo que dar explicaciones o con sospechas y dudas y llamando la atención. […] Vivir con la documentación que no se corresponde con tu identidad es un obstáculo diario para las personas transexuales.». Es, pues, una férrea defensora de la despatologización de las personas trans y de que su identidad no dependa del criterio de terceros: «No es que elijamos frívolamente el sexo, manifestamos lo que somos».

Echebarría, por tanto, ha seguido con atención el desarrollo de las diferentes propuestas de regulación que han ido sucediéndose en los últimos años y es crítica con el anteproyecto de ley trans y LGTBI cuya tramitación pretende el Gobierno iniciar próximamente. Considera que, además de la autodeterminación de género, hay muchas otras cuestiones urgentes; como, por ejemplo, una buena y uniforme atención sanitaria a las personas trans, el acceso de las personas trans al empleo o el reconocimiento de las personas no binarias. Así, la futura regulación deberá ir más allá y garantizar el ejercicio de cualquier derecho por las personas trans en igualdad de condiciones que una persona cis.

Fuentes y otros recursos:

Entrevista en la Cadena Ser 8 de marzo de 2021: https://www.youtube.com/watch?v=nXojFVml1Os

Entrevista Uva: https://www.youtube.com/watch?v=yaBxxLK8kUs

Entrevista en el Día de Valladolid: https://www.eldiadevalladolid.com/noticia/ZDE6C8715-CF56-BA71-37E8F595EE3A4AC3/Marina-Saenz-Se-nos-ha-declarado-una-guerra-cultural

Entrevista CTXT: https://ctxt.es/es/20191225/Politica/30268/Nuria-Alabao-Marina-Echebarria-Saenz-LGTBI-Universidad-de-Valladolid-feminismo-Fundacion-Triangulo.htm

Informe Científicas en Cifras: https://www.ciencia.gob.es/site-web/ca/Secc-Servicios/Igualdad/cientificas-en-cifras.html

Twitter personal de Marina Echebarría: https://twitter.com/marinasaentz?lang=ca

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