7. Innova

DTIC, innovación y liderazgo en la investigación audiovisual europea

Investigación pionera multidisciplinar, impacto y liderazgo científico internacional, colaboración estrecha con el entorno social y empresarial. Son los rasgos distintivos del Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la UPF, que acaba de obtener la acreditación como unidad de excelencia María de Maeztu por segunda vez, uno de los mayores reconocimientos institucionales en investigación científica en el Estado.

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Reactable UPF

Cuando en abril de 2007 Björk arrancó su gira mundial para presentar su trabajo Volta, las imágenes del primer concierto inaugural en Coachella, California, dieron la vuelta por el mundo y generaron mucha expectación. ¿Qué era lo que había en el escenario? Y es que detrás de la cantante islandesa aparecían dos enormes pantallas que proyectaban en tiempo real lo que estaba pasando sobre una mesa redonda luminosa en la que dos músicos movían objetos extraños para generar sonidos.

Fue así como, cuatro años después de que un grupo de investigadores del Grupo de Investigación en Tecnología Musical de la Universidad Pompeu Fabra empezara a trabajar en la reactable, el instrumento musical electrónico colaborativo, finalmente saltaba al gran público y se popularizaba. Sin embargo, antes de Björk, la reactable ya había participado en multitud de festivales internacionales, desde el Ars Electronica en Austria, hasta el Sonar, en Barcelona, ​​o la Transmediale, en Berlín, donde había recogido los premios más prestigiosos.

“Björk estaba preparando los visuales de la gira, y Michel Gondry [realizador de películas y videoclips] le habló de la reactable y se la mostró en Youtube. A ella, le gustó y poco después nos reuníamos en París para explicarle cómo funcionaba”, recuerda Sergi Jordà, cocreador –junto a Marcos Alonso, Günter Geiger y Martin Kaltenbrunner– de ese instrumento que permite a los usuarios crear topologías sonoras complejas y dinámicas. Como un lenguaje de programación directamente manipulable.

Björk incorporó la reactable, surgida del MTG, en su gira de presentación de su disco Volta, en el 2007.

La reactable es, seguramente, uno de los proyectos más conocidos y reconocidos, tanto aquí como internacionalmente, del Grupo de Investigación en Tecnología Musical de la Universidad Pompeu Fabra. Pero no es el único. En Japón, Hatsune Miku, una cantante virtual que toma su voz de un software de síntesis de voz, Vocaloid, se ha convertido en un auténtico fenómeno de masas; es un ejemplo de tecnología líder desarrollada por el MTG en colaboración con Yamaha, una de las empresas del mundo más importantes dedicada a crear instrumentos musicales y aparatos electrónicos.

Ambos proyectos, tanto la reactable como Vocaloid, son una buena muestra de la idiosincrasia singular del MTG: investigación pionera multidisciplinar centrada en el sonido y la música, la estrecha colaboración con la industria, la vocación internacional y la transferencia de conocimiento. “Cuando arrancamos en 1995 éramos únicos en España y uno de los pocos en Europa y en el mundo. Hacíamos cosas realmente líderes en un momento en el que prácticamente no había referentes”, destaca Jordà.

Seguramente, el MTG tuvo un peso decisivo a la hora de inspirar y empujar la creación del DTIC

Nace el DTIC

Este espíritu, rompedor y único, del MTG inspiró e impulsó en buena medida la puesta en marcha unos años más tarde del Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la UPF, que desde sus inicios ha ejercido un rol de liderazgo a nivel estatal y europeo en investigación en el ámbito audiovisual.

El MTG estaba integrado en el Instituto Universitario del Audiovisual (IUA), un instituto de investigación experimental y producción de medios digitales, que había sido promovido por Xavier Berenguer y el entonces rector Enric Argullol, con el objetivo de realizar investigación líder en el ámbito audiovisual con el acento puesto en la tecnología.

Sin embargo, “llegó un momento en que la UPF quería abrirse a nuevos campos y, a partir de nuestra investigación, vieron la oportunidad de poner en marcha estudios de informática y sistemas audiovisuales”, recuerda Xavier Serra, el alma mater de la singularidad del MTG. De hecho, dentro del IUA ya había otros grupos que trabajaban e investigaban en el ámbito de la imagen y del vídeo, aunque lo más tecnológico era el MTG. "Tuvimos un peso decisivo en la creación del Departamento", considera Serra.

“Nació con una clara vocación interdisciplinaria y estaba muy abierto. Hay que pensar que era una universidad joven, con gente joven, con una plantilla muy internacionalizada, y hemos captado siempre a investigadores de programas de élite como ICREA o Ramón y Cajal”

Josep Blat fue la persona sobre la que recayó el encargo de la UPF de crear un nuevo departamento dedicado a las tecnologías de la información. Entonces Blat, matemático de formación, investigaba en la Universidad de las Islas Baleares en temas de gráficos por ordenador y algoritmos relacionados con cuestiones creativas; y ya había fundado el primer máster europeo de animación por ordenador. Tenía, pues, un perfil multidisciplinar y una vocación clara de investigar puente entre creatividad y tecnología, que era lo que precisamente buscaba la Pompeu.

Lo primero que hizo al tomar las riendas del Departamento, en 1999, fue poner en marcha los estudios de grado de Ingeniería en Informática, especializada en el audiovisual; le siguieron la Ingeniería de Sistemas Audiovisuales, la de Redes de Telecomunicación, y, más adelante, la Biomédica, y la Matemática en Ciencia de Datos. Como parte de su actividad docente, el DTIC también ofrece seis masters de investigación y un programa de doctorado TIC.

“Nació con una clara vocación interdisciplinaria y estaba muy abierto. Hay que pensar que era una universidad joven, con gente joven, con una plantilla muy internacionalizada, y siempre hemos captado investigadores de programas de élite como ICREA o Ramón y Cajal”, añade Serra.

“Ya desde el primer momento arrancamos colaborando con algunas de las empresas más importantes del mundo de este sector y 25 años después seguimos trabajando con lo más innovador que se hace en la industria audiovisual, tanto en tecnología musical como en efectos visuales”, redobla Blat, al frente del Grupo de Investigación en Tecnologías Interactivas del DTIC.

Desde su puesta en marcha, el DTIC siempre ha tenido un rol de liderazgo en tecnología audiovisual y en investigación en este ámbito a escala estatal y europea. Cuenta con 24 grupos de investigación; 41 profesores permanentes, entre ellos profesorado de investigación ICREA; más de 200 investigadores posdocs y otros tipos de colaboradores de investigación, más del 60% de los cuales son extranjeros, lo que denota su vocación internacional.

“La gente piensa que los ingenieros no pueden dedicarse al arte y la creatividad, y nosotros hemos demostrado todo lo contrario, que puede experimentarse con herramientas y tecnologías. Nuestros investigadores están muy abiertos y exploran las posibilidades de las tecnologías para las industrias creativas”

A diferencia de otros departamentos TIC más tradicionales, el DTIC ha tenido desde sus inicios una relación especial con el sector de las industrias culturales. De hecho, esa relación es uno de sus elementos identitarios y fundacionales.

"La gente piensa que los ingenieros no pueden dedicarse al arte y la creatividad, y nosotros hemos demostrado todo lo contrario, que se puede experimentar con herramientas y tecnologías", apunta Vladimir Estivill, director del Departamento, para quien el DTIC tiene una visión más universal y muy moderna. "Nuestros investigadores están muy abiertos y exploran las posibilidades de las tecnologías para las industrias creativas. Por ejemplo, cuando creamos el DTIC los profesores trabajaban en temas de CD-ROM y ahora se adentran en temas del metaverso”, añade.

Así, los investigadores del DTIC comparten como reto común desarrollar tecnologías de la información sensibles a la cultura que faciliten el acceso universal a los recursos culturales. Por ello, muchas de las líneas de investigación del Departamento están vinculadas a las ICC, como el desarrollo de tecnologías para el consumo y la creación de música y sonido, de imagen y contenido digital, el patrimonio cultural, o las relacionadas con la educación. En este sentido, han promovido la creación de seis spin-offs.

"Nació con una clara vocación interdisciplinaria y era muy abierto", afirma Xavier Serra del DTIC
 

Además de la investigación en tecnologías para el consumo y la creación de música y sonido, ámbito en el que opera el MTG, el DTIC investiga tecnologías para imagen y contenido digital a través de tres grupos, como el Grupo de Investigación en Procesamiento de Imagen (IPG), liderado por Gloria Haro y Coloma Ballester. Esta última fue una de las primeras profesoras e investigadoras que se incorporaron al DTIC para hacer docencia en matemáticas aplicadas e investigar en la parte visual. Desde 2013 coordina el grupo de procesamiento de imágenes y visión por computador, al que recientemente han cambiado el nombre por el de Intelligent Multimodal Vision Analysis (IMVA).

“Investigamos cómo entendemos lo que vemos, cómo lo hace el cerebro para, a partir de la luz que le llega a la retina, comprender lo que tiene delante. E intentamos modelizar esto matemáticamente”, explica Ballester, quien especifica que “me interesa desarrollar modelos matemáticos que traduzcan la complejidad de lo que vemos a algoritmos capaces de reproducirlo computacionalmente. Uno de los objetivos sería, por ejemplo, hacer llegar procesos visuales a personas ciegas o con problemas de visión; sistemas inteligentes que podrían incluir una cámara y una orejera que describan en tiempo real la escena que la persona tiene delante”.

Tecnologías culturales sensibles a la educación

A diferencia de otros departamentos de ingenierías de otras universidades, el DTIC ha centrado mucha de su actividad en el ámbito de las industrias culturales y creativas (ICC)

El compromiso por desarrollar tecnologías de la información sensibles a la educación ya la cultura, que faciliten el acceso universal a los recursos culturales, apoyen la enculturación y promuevan la creatividad, ha sido también uno de los rasgos identitarios del Departamento desde la su creación. En este sentido, por ejemplo, el grupo que lidera Narcís Parés explora la interacción de cuerpo entero en ámbitos de aprendizaje y juego, así como de necesidades especiales. “Mi investigación parte de la posibilidad de incorporar el cuerpo de los usuarios en todo el ciclo comunicativo de la interacción con el sistema. Llevamos veinte años trabajando en la idea de que la experiencia humana debe ser constantemente mediatizada por el cuerpo”, apunta el investigador, que ahora participa en el proyecto europeo del programa Horizonte Europa EMIL (European Media Immersive Lab), financiado con 8 millones de euros, cuyo objetivo será desarrollar una red paneuropea de laboratorios de realidad extendida.

Parés –que ya formaba parte de aquel IUA desde los años noventa realizando investigación y producción experimental en realidad virtual junto a su hermano Roc, actualmente profesor del Departamento de Comunicación– es profesor del DTIC y lidera el Laboratorio de Interacción de Cuerpo Entero. Ha desarrollado proyectos instalativos como las primeras fuentes interactivas que se han realizado en el mundo, realizadas por el Fórum Universal de las Culturas (Barcelona, ​​2004); o en Ulldecona, en 2008, un proyecto en el que se proyecta en una pantalla una imagen agrandada de las pinturas rupestres de una escena de caza que cobra vida y con la que los niños pueden controlar a los cazadores que aparecen. Cuando actúan en solitario, no consiguen cazar a ningún animal, sólo cuando los niños desarrollan estrategias en equipo. También deben trabajar en equipo los menores con autismo en Lands of Fog (proyecto financiado por RecerCaixa), un espacio interactivo de realidad mixta con interacción de cuerpo entero donde niños con algún trastorno del espectro colaboran con niños sin autismo.

Primera entidad española coordinadora de proyectos H2020 en el sector ICC

Mucha de la investigación llevada a cabo por los investigadores del Departamento es de referencia a nivel europeo. Desde 2015 les han concedido alrededor de 25 proyectos europeos de investigación e innovación, que se han traducido en una financiación de unos 12 millones de euros. De estos proyectos, un 25% aproximadamente están liderados por Josep Blat, y en la mayoría de casos ha actuado como coordinador de todo el consorcio europeo.

El DTIC ha participado en un total de 62 proyectos del programa Horizonte 2020, con un presupuesto global de más de 23 millones de euros. De ellos, 6 eran ayudas del Consejo de Investigación Europeo, extremadamente competitivas. Por otro lado, 19 de los proyectos están directamente relacionados con las industrias culturales y creativas, lo que supone un presupuesto de más de 9 millones de euros. Es, de hecho, la primera entidad española coordinadora de proyectos H2020 en el sector ICC.

El DTIC ha promovido la creación de 6 spin-offs activas en el sector ICC: BMAT, reactable, Voctro Labs, Eodyne Systems, MusicMuni Labs y Lucid Technologies.

Treinta años de liderazgo

Buena muestra del rol de liderazgo del DTIC en la investigación audiovisual es el éxito en la convocatoria de proyectos europeos de investigación en el ámbito de los medios digitales en las últimas décadas. Por ejemplo, en el marco del programa marco Horizonte Europa, que es el nuevo programa de investigación e innovación de la Unión Europea para el período 2021-2027, el DTIC ha conseguido cinco. Un buen ejemplo es el proyecto MAX-R, coliderado por Josep Blat y Boris Bellalta, centrado en la creación de contenido multimedia de realidad extendida y aumentada. "MAX-R desarrollará las herramientas para hacer posible la realidad extendida a gran escala requerida por el metaverso y la producción virtual en el plató, muy demandada por la industria de los medios", apunta Blat.

Otro caso de proyecto que ha sido seleccionado para recibir financiación europea es FINDHR, en la que participa Carlos Castillo. Se trata de un consorcio de doce instituciones que pretende luchar contra la discriminación en el ámbito de la inteligencia artificial (IA). Y ReSilence, return la soundscape of futures cities through art and science collaboration ('Volver el paisaje sonoro de las futuras ciudades a través del arte y la colaboración en ciencia'), liderado por Leo Wanner, que busca mejorar la calidad del paisaje sonoro de las ciudades.

Buena muestra del rol de liderazgo del DTIC en la investigación audiovisual es el éxito en la convocatoria de proyectos europeos de investigación en el ámbito de los medios digitales, en los que ha logrado cinco proyectos en el marco del programa marco Horizonte Europa para el período 2021 -2027.

Además, el DTIC ha sido recientemente reconocido como unidad de excelencia María de Maeztu por segunda vez, después de haber conseguido esta acreditación en la convocatoria de 2018. Se trata de una distinción que otorga la Agencia Estatal de Investigación, organismo adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación, siendo, junto con el distintivo Centro de Excelencia Severo Ochoa, el mayor reconocimiento institucional a la investigación científica en el Estado. Ambos distintivos tienen como objetivo financiar y acreditar los centros y unidades públicas de investigación, en cualquier área científica, que demuestran impacto y liderazgo científico internacional y que colaboren activamente con su entorno social y empresarial.

"Ser reconocido una vez más como Unidad María de Maeztu es un logro remarcable para el esfuerzo colectivo y el compromiso de nuestros científicos e investigadores", valora Vladimir Estivill.

Este reconocimiento comportará para el DTIC, que fue la primera unidad de ingeniería en recibirlo y que ahora consolida su posición en el mapa estatal de la excelencia, una financiación de 2 millones de euros repartidos en cuatro años. “Este enorme logro reconoce sin duda al DTIC como el primer departamento de investigación español en nuestras disciplinas transversales en ingeniería, computación, biomedicina, neurociencia, sistemas interactivos, música, visión por computador o inteligencia artificial (IA)”, asegura Estivill .

IA también para las artes creativas

Uno de cuyos proyectos más orgulloso se siente Xavier Serra es Dunya, de músicas no occidentales, que utiliza tecnologías que tienen en cuenta las diferencias culturales para preservar y descubrir grandes colecciones de música de la India, China, Marruecos y Turquía. La tecnología musical, argumentan, se ha desarrollado en un contexto occidental comercial y, por tanto, tiene un sesgo en el contexto cultural. En el proyecto, lo afrontan con culturas de todo el mundo. En ese sentido, trabajan con músicos y desarrolladores para que la tecnología surja desde su realidad cultural y no desde un imperialismo cultural occidental.