Vés enrere The economics of alternative payment models for pharmaceuticals

The economics of alternative payment models for pharmaceuticals

Outcomes Research

15.06.2022

 

Hlávka, J. P., Yu, J. C., Goldman, D. P., & Lakdawalla, D. N. (2021). The economics of alternative payment models for pharmaceuticals. European Journal of Health Economics, 22(4), 559–569.

Resumen

Los precios de los medicamentos se fijan de manera uniforme por convención, pero su efectividad varía para diferentes indicaciones de enfermedades y para distintos pacientes. El lanzamiento de terapias de alto coste ha dado lugar a modelos o contratos de pago alternativos, aunque son conocidas las limitaciones y los desafíos que suponen. El objetivo último de estos contratos es la maximización del valor.

El artículo trata de mostrar que las reglas de fijación de precios uniformes pueden resolver la efectividad variable en mercados eficientes, pero otro tipo de ineficiencias del mercado ofrecen una oportunidad para estructuras de precios distintas. Para ello se presenta un modelo teórico de interacción entre fabricantes de medicamentos, pagadores, y beneficiarios. En este escenario, la fijación uniforme de precios funciona bien, incluso cuando los efectos del tratamiento son variables.

A partir de ahí se definen los fallos del mercado que generan obstáculos para la fijación uniforme de precios. Los fallos de mercado que se identifican son: (1) la incertidumbre en la distribución de pacientes, (2) las expectativas asimétricas entre los agentes, (3) la imperfección de la relación de agencia por parte del pagador, (4) la imperfección de agencia por el lado del proveedor, y (5) el comportamiento del paciente y la adherencia al tratamiento. Finalmente en el artículo se aplican los modelos de pago alternativo comentados a ejemplos concretos.

Comentario

La utilización de contratos de riesgo compartido sigue todavía un sistema ocasional en comparación con la fijación convencional de precios uniformes. A fecha de hoy, hay 816 contratos de este tipo[1], sin embargo, su evaluación todavía es incipiente. Los autores pretenden trazar los argumentos desde el punto de vista teórico que justifican los precios basados en el valor y la eficiencia que aportan. La cuestión clave según ellos reside en la existencia o no de mercados eficientes. En el caso de que lo sean, los precios uniformes permiten dar respuesta a la efectividad variable. El pagador puede asumir la variabilidad en la medida que pueda negociar un pago global único que coincida el valor agregado esperado de la tecnología médica. Ahora bien, cuando los mercados no son eficientes, conviene encontrar modelos de pago alternativos. En la realidad, este es el caso más interesante a considerar.

La incertidumbre en la distribución de pacientes se produciría porque el pagador desconoce el número preciso de pacientes según resultados del tratamiento. La respuesta a esta dificultad se encuentra según los autores, en los precios basados en indicaciones terapéuticas. Pero esta opción debería contemplar asimismo que el tamaño del mercado puede ajustarse subliminalmente en función del punto de corte (cut-off) del biomarcador. Una cuestión clave que los autores del artículo no han tomado en consideración[2].

Cuando las expectativas sobre los resultados ex -ante del pagador y el fabricante son distintas, entonces la respuesta adecuada sería un contrato de riesgo compartido, mejor que la opción de precios uniformes. Ahora bien, los detalles del contrato relativos a las variables de resultados necesitan ser accesibles, fiables y consistentes.

Luego cabe confrontar las diferencias de criterio y los conflictos de interés entre, pagadores y pacientes, pagadores y proveedores, y finalmente los sesgos comportamentales de los pacientes. Los proveedores, por ejemplo, pueden desviarse del objetivo de maximización de resultados de salud para tener en cuenta sus propios intereses (beneficios). Los pacientes pueden dejar de tomar la pauta de medicación y la falta de adherencia al tratamiento tendría impacto en resultados.

Por todos estos motivos, los autores consideran que los “acuerdos de precios basados en el valor”, así lo llaman, permiten dar respuesta en principio a los fallos del mercado inherentes al sector salud, teniendo en cuenta las dificultades que surgen de los costes de transacción, de la regulación y de la carencia a menudo de los datos necesarios para la validación de los resultados.

Sabemos que estos tres aspectos son los puntos clave que pueden cambiar la orientación final y definitiva de un contrato de riesgo compartido. La mayor eficiencia de estos contratos no surge en abstracto sino de la consideración del entorno y los incentivos de los actores. En cualquier caso, los autores tan sólo apuntan la cuestión, pero no la desarrollan.

Hace más de una década que ya se explicitaron las dificultades para adoptar tales contratos[3], y a pesar de ello observamos que se están aplicando ya más de 800 a fecha de hoy. Aunque sea una proporción limitada, en términos de acceso al mercado cabe preguntarse si la opción de precio uniforme habría sido admisible por parte del pagador. No disponemos de contrafactual, pero mucho me temo que la respuesta habría sido negativa.

 

Pere Ibern Regàs

Junio 2022


[2] Berndt, E. R., & Trusheim, M. R. (2019). The Information Pharms Race and Competitive Dynamics of Precision Medicine. Economic Dimensions of Personalized and Precision Medicine, 87.

[3] Neumann, P. J., Chambers, J. D., Simon, F., & Meckley, L. M. (2011). Risk-sharing arrangements that link payment for drugs to health outcomes are proving hard to implement. Health Affairs, 30(12), 2329-2337.

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