El comercio es un sector clave en Cataluña. Los principales subsectores son el alimentario, el de equipamiento de la persona, el de menaje del hogar, el cotidiano no alimentario (farmacias, peluquerías, ópticas ...), el de la automoción, el del ocio y el de la cultura. Da trabajo a 299.587 personas, a través de 91.141 establecimientos y, por tanto, contribuye a la mejora de la economía local. Como pagan impuestos y Seguridad Social, contribuye a la financiación del estado del bienestar. También representa el 13,5% del PIB, que es más que el 11% de la Unión Europea. Otro aspecto destacable es que los comercios aumentan el valor de las viviendas que hay en el borde. Aparte de la vertiente económica, el comercio tiene importantes impactos sociales. Entre estos impactos, podemos destacar temas relacionados con la sostenibilidad, como la contribución a la mejora del urbanismo, ya que dan vida a pueblos y barrios, y la seguridad y la iluminación de calles. También mejora la calidad del servicio, para la atención personalizada que ofrece y por la opción de probar antes de comprar. Por motivos como los mencionados, muchos países, regiones y municipios tienen planes especiales de protección del comercio. Aquí, aunque hay mucho margen de mejora, también los hay, de planes, tanto para el comercio en general, como para establecimientos tradicionales y emblemáticos.