►HPLC. Después de separarse del soporte sólido, el péptido sintético bruto se analiza mediante HPLC de fase inversa para determinar su pureza. En esta etapa, un péptido de tamaño mediano (p. ej., un 20-mer) normalmente contiene ~80% de la secuencia deseada, el resto consiste en truncamiento, deleción y otros subproductos. Si bien esta pureza puede considerarse aceptable para algunos fines, por ejemplo, la producción de anticuerpos, para la mayoría de las aplicaciones biomédicas se recomienda trabajar con materiales más puros (>90 % por HPLC). Los péptidos más grandes, por ejemplo, de 40 a 50 residuos, tienden a dar crudos complejos y heterogéneos en los que la secuencia objetivo solo puede representarse a un nivel de ~50 %, por lo que la purificación es obligatoria.

La purificación suele realizarse mediante HPLC preparativa o semipreparativa, utilizando fases móviles y estacionarias similares a las de las separaciones analíticas. Normalmente, un solo paso de HPLC proporcionará material peptídico con una pureza del 90-95 %, aceptable para la mayoría de los propósitos. Las purezas más altas (~98-99 %) generalmente requerirán un paso adicional de HPLC

 

►Espectrometría de masas. Para detectar el péptido diana en el crudo sintético y monitorear los pasos de purificación subsiguientes, se usa el análisis MS (LC-MS, MALDI-TOF) para asegurarse de que la masa medida sea consistente con la composición esperada.

 

►Otros equipos. La instrumentación adicional en la instalación incluye una unidad de liofilización, un lector multicanal para la cuantificación de péptidos, ELISA y otras aplicaciones, etc. El análisis de aminoácidos para la cuantificación precisa de péptidos también está disponible mediante subcontratación.