El Ensamble Liber-Arte está formado por mujeres jóvenes procedentes de las dos bandas salvadoreñas (la Mara Salvatrucha y el Barrio 18) que después de pasar por la cárcel y salir en libertad, y donde aprendieron a tocar el violín con el ayuda de TNT, siguieron tocando y se reincorporaron a la vida civil, comenzando estudios universitarios (música, psicología, etc).

 

El proyecto TRANSGANG investiga las bandas juveniles como agentes de mediación en doce ciudades del sur de Europa, el norte de África y América Latina, focalizándose en experiencias exitosas de resolución de conflictos a través de la cultura y el arte. Una de las ciudades donde se lleva a cabo la investigación es San Salvador, donde las bandas se han convertido en un problema de seguridad pública, en parte por el fracaso de las políticas de mano dura y super mano dura. Experiencias como las de Liber-Arte, que se siguen desde su origen, constituyen muestras de trabajo inclusivo con miembros y ex miembros de estos grupos, en este caso mujeres jóvenes.

 

 

Dicen que la música amansa a las fieras. Pero estas chicas no tienen nada de fieras. Son personas valientes, que sufrieron la violencia que asola su país como consecuencia de la guerra civil que sufrieron durante años, que se involucraron en las bandas como segunda familia, pero que después de la experiencia carcelaria lograron sobreponerse y hablar a través de cuerdas musicales.