La teoría sobre los «Santos Culturales» de Dovic y Helgasson ha sido el punto de partida del análisis sobre la recepción de escritores de todas las lenguas peninsulares. Un método que ha sido aplicado a unos autores de una cronología dilatada, santificados a partir del siglo XIX pero también otros que, siendo del siglo XX, han seguido procesos paralelos.

El profesor Santi Pérez-Isasi de la Universidad de Lisboa presentó el caso del escritor del barroco Calderón de la Barca: en su segundo centenario (1881) hubo un intento fallido de canonizarlo. Desde la misma universidad, Angela Fernandes, nos presentó a Camoes desde la apropiación ibérica del escritor portugués. Sobre literatura portuguesa el profesor Antonio Sáez Delgado de la Universidadde Évora habló del caso de Fernando Pessoa: a pesar de no existir una edición de consenso de su obra completa, su popularidad a partir de los heterónimos le sitúa como un auténtico santo cultural.

Los escritores vascos tuvieron un papel central en el seminario y fue una gran oportunidad para descubrir nombres que muchos de los asistentes desconocíamos. Se presentaron estudios sobre Bizenta Moguel al cuidado de Miren Gabantxo; el autor teatral José M. Ipaguirre  al cuidado de Karlos del Olmo; José Mari Aguirre, analizado por Paulo Kortazar; Esteban Urkiaga (Lauaxeta) por Jon Kortazar; Gabriel Aresti presentado por José Antonio Morlesín y Sussana Jodra; y el caso de Xabier Lete y Mikel Laboa analizados por Jon Martin. También se presentó el caso de Roberto Laxat, escritor vasco establecido en EEUU, al cuidado de Alison Posey de la Universidad de Pepperdine en California.

La profesora de la Universidad de Extremadura, Iolanda Ogando, presentó el caso de Rosalía de Castro como una santa cultural que ha trascendido hasta la actualidad, destacando interesantes elementos que se pueden interpretar como «Post Literatura». Un caso similar al que presentó Carme Torrents, de la Universidad Pompeu Fabra, sobre la santificación del poeta Verdaguer hasta convertirse en una marca. La literatura catalana fue abordada también por el profesor de la Universidad de Barcelona, ​​Bernat Padró, presentó la figura de Joan Fuster, quien pese a su popularidad en determinados sectores de la sociedad escapa de la canonización oficial y Jesús Revelles, de la Universidad de las Islas Baleares, habló de cómo Josep Pla contribuyó a su propia canonización.

En resumen, se dibujó un panorama sobre la santificación o no santificación de quince escritores en lenguas ibéricas. Poder homologar el caso de autores de literaturas hegemónicas con otras minorizadas pone en evidencia que necesitamos muchos estudios de conjunto sobre esta temática que abre grandes potencialidades para la investigación.

Carme Torrents Buxó, ESCORE