5. Calidoscopio

Forjar vías creativas: objetivo vital de la internacionalización

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sabine Pendl

Sabine Pendl, expresidenta de la Asociación Europea para la Educación Internacional

La enseñanza superior, casi de un día para otro en todo el mundo, ha cambiado bajo la extrema presión ante el brote de la Covid-19. Aquellos que dedicamos nuestra vida principalmente a la internacionalización de la educación superior nos enfrentamos, en este momento, a retos en todos los aspectos de las estrategias, procesos y rutinas diarias. Muchos de nosotros hemos confiado y hemos construido la cooperación, incluida la movilidad física, como herramienta principal para favorecer la educación y la investigación conjunta. ¿Y ahora? Las fronteras están cerradas, los aviones se quedan en el suelo, las familias y los amigos están separados; la tecnología es lo que nos queda y en lo que confiamos.

La Asociación Europea para la Educación Internacional (EAIE), que presidí hasta el mes de septiembre, siempre se ha comprometido a ayudar a hacer del mundo un lugar mejor mediante los poderosos mecanismos de la experiencia internacional y del compromiso intercultural. Lo que pasa a nuestro alrededor en este momento, incluso nos ha convertido en creyentes más fuertes; pero también nos ha sorprendido observando qué cambios pueden pasar en un periodo de tiempo tan corto. Como si lo hubiéramos previsto en una bola de cristal, el tema de la conferencia de este año, "Forjar vías creativas", no habría podido ser de más actualidad, ya que describe nuestra situación actual en la vida.

Por supuesto, los especialistas en educación internacional siempre se han dedicado a encontrar vías imperantes y creativas para una auténtica internacionalización integral; pero lo que hoy gestionamos ya con mucho éxito se concentra en tres ejes clave de interés particular.

Participación amplia

Sin duda, estamos trabajando mucho para asegurarnos de que la educación no sea un privilegio para unos cuantos. La diversidad y la inclusión son rasgos distintivos de todos los que imaginamos el futuro y el ahora, y también forman parte de los valores de la EAIE. La situación actual también demuestra de manera dramática que el compromiso global de nuestros estudiantes y educadores está cubriendo aparentemente todo el mundo. Cuando las autoridades nacionales, las instituciones, los colegas y las familias intentaban recuperar sus amigos y seres queridos, fue una sorpresa para muchos de nosotros que, a veces, el lugar seguro que llamamos casa se encontrara a la otra punta del mundo, y el compromiso para adaptarse a una nueva etapa de la vida había sido demasiado firme para cambiarlo.

Participación digital

Incluso antes de que el brote de la Covid-19 conectara millones de personas de manera virtual y práctica con el estudio y el trabajo en línea, cada vez era más claro que el papel de la digitalización en nuestro campo crecía de manera destacada. El inmenso potencial de la tecnología para mejorar nuestras posibilidades de conexión y aprendizaje se desarrolla en el campo de la educación internacional. Ya sea reduciendo las barreras al compromiso internacional o aumentando nuestra capacidad para ralentizar la emergencia climática -entre muchas otras posibilidades-, las soluciones digitales están cambiando el equilibrio en nuestro campo. De hecho, el potencial creativo de nuevas direcciones en esta área es amplio y nuestros estudiantes están muy abiertos a nuevas metodologías. Lo que es evidente, sin embargo, es el hecho de que no todos los profesores y educadores están bien preparados y formados para esta nueva demanda.

Participación con impacto

Para muchas personas cercanas al sector de la educación internacional, el valor de este trabajo se ha evidenciado durante mucho tiempo. Hoy, sin embargo, se presiona para ir más allá de los supuestos y proporcionar indicios claros de impacto social y educativo. Tanto si se define en términos de efectos sobre estudiantes y miembros del personal, sobre instituciones de educación superior, sobre comunidades locales o, de manera más amplia, sobre las sociedades en general, ha llegado el momento de ir más allá de anécdotas y de afirmaciones personales y de ofrecer pruebas más objetivas de resultados, especialmente para nuestra sociedad. Es hora de dejar nuestras torres de marfil y de relatar la historia de la internacionalización con tramas a las que más gente pueda unirse.

La noción de forjar vías creativas ha pasado a estar directamente en el centro de nuestras vidas de un día para otro. Sin embargo, en un momento de incertidumbre inmensa, e incluso de ansiedad, es uno de los marcos más útiles para ayudar a los educadores internacionales a centrarse en garantizar un mañana más saludable para todos nosotros.