4. Calidoscopi

La gobernanza global de los grandes retos planetarios en la era postcovid-19

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Àngel Lozano

Josep Lluís Martí, profesor del Departamento de Derecho y vicerrector para proyectos de innovación de la UPF

El mundo no volverá a ser igual. El SARS-CoV-2 causante de la enfermedad Covid-19 es lo que en inglés se denomina un game-changer, un factor que cambia las reglas del juego. Sí, todos estamos un poco hartos de oír afirmaciones de este tipo. Se ha dicho que la globalización era un game-changer, que la tecnología era un game-changer, más específicamente que la inteligencia artificial lo era. Pero es que todo esto es cierto, y el SARS-CoV-2 ha venido para precipitar vertiginosamente cambios que estaban, muchos de ellos, forjándose desde hacía años, algunos muy positivos y otros muy peligrosos.

El SARS-CoV-2 ha venido para precipitar vertiginosamente cambios que estaban, muchos de ellos, forjándose desde hacía años, algunos muy positivos y otros muy peligrosos.

Esta no es la primera ni la última pandemia que sufriremos. Ni las pandemias ni la salud global en general son las únicas causas de preocupación dentro del ámbito del Bienestar Planetario. Nos enfrentamos a retos colosales y urgentes, aunque las repercusiones de todos ellos no sean tan visibles a corto plazo: desde el cambio climático hasta la seguridad nuclear, pasando por la regulación financiera global, la coordinación fiscal o la lucha contra las crecientes desigualdades mundiales. Pero esta crisis ejemplifica como ninguna otra el elemento común que caracteriza estos retos: se trata de un problema doblemente global, que nos afecta a todos los seres humanos del planeta y del que sólo saldremos adelante si encontramos una solución coordinada a escala planetaria. Sólo hay que ver qué pasa ahora mismo en China y Corea del Sur, los dos únicos países que pueden afirmar que han controlado la primera ola de la pandemia, y que continúan con fronteras cerradas aterrorizados que algún viajero proveniente de Europa o Estados Unidos pueda generar un nuevo rebrote. Mientras quede un solo país en el que la epidemia crece descontrolada continuaremos todos en peligro.

Es ante los problemas doblemente globales, mayúsculos y complejos que necesitamos más que nunca reorganizar nuestra investigación y empujar la frontera de nuestro conocimiento, de manera interdisciplinaria, urgente y orientada hacia las soluciones prácticas. El proyecto Bienestar Planetario iniciado por la Universidad Pompeu Fabra en 2018 adquiere más sentido e importancia que nunca.

Es ante los problemas doblemente globales, mayúsculos y complejos que necesitamos más que nunca reorganizar nuestra investigación y empujar la frontera de nuestro conocimiento, de manera interdisciplinaria, urgente y orientada hacia las soluciones prácticas.

Una pregunta tan crucial, urgente y compleja como la que se formulan hoy los gobiernos de todo el mundo sobre cómo se debe reorganizar la vida social y económica en esta etapa de la crisis sólo puede ser respondida de manera rigurosa, si se combinan los conocimientos técnicos de la epidemiología con los de la tecnología, la economía, la ciencia política, el derecho y la ética, por mencionar sólo algunos. Pensamos sólo en dos de las muchas dimensiones que tiene este problema. Por un lado, en las fuertes restricciones que nuestras libertades están sufriendo a todos los niveles y en todos los países, y como la democracia puede resentirse por determinados modelos de gestión de la crisis. Por la otra, es evidente para todos que el sistema de gobernanza global en general, y en particular aquel que se encarga precisamente de la gestión de las crisis sanitarias globales, como es el de la OMS, no estaba suficientemente preparado para hacer frente a una pandemia como ésta. Necesitamos por tanto repensar nuestros modelos políticos, jurídicos y socioeconómicos de arriba a abajo, reformando en profundidad el sistema de gobernanza internacional, así como nuestros sistemas nacionales y locales. El SARS-CoV-2 nos ha cambiado el juego a escala planetaria, y una universidad pública y global como la nuestra tiene la responsabilidad de estudiar a fondo las nuevas reglas.