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La UPF es una universidad pública y moderna, con tres campus situados en el centro de la ciudad de Barcelona. La apuesta por una institución con vocación urbana, que planificó con fuerza el primer rector, Enric Argullol, suponía el retorno a un modelo universitario tradicional, propio de la Europa continental, de situarse en el centro de las ciudades. Asimismo, se alejaba del modelo anglosajón de instalar los edificios en la periferia, que había ido ganando impulso con la socialización de las enseñanzas universitarias a lo largo del siglo XX.

Patio del edificio Jaume I. Colección de fotografías instantáneas, Luis Tasso, 1890 /
Patio del edificio Jaume I. Actualidad

Desde los inicios de la historia de la UPF, hace más de 27 años, el compromiso de la Universidad con la ciudad se refleja desde un punto de vista urbanístico, ya que la progresiva implementación de los campus ha favorecido la rehabilitación de varios barrios y espacios de la capital catalana. Unas intervenciones que se han hecho siempre con un gran cuidado y preocupación arquitectónica, velando por la conservación del patrimonio, y que han merecido varios premios de arquitectura y urbanismo.

La historia de los edificios del campus es una crónica de la evolución de Barcelona, a caballo de los siglos XIX, XX y XXI

La recuperación de Ciutat Vella y la apertura al mar en los años noventa, con los Juegos Olímpicos; la concepción de los nodos de creación y transferencia de conocimiento, con las  instalaciones del campus de Poblenou en el distrito de la innovación 22@, y del Parque de Investigación UPF, en la Ciutadella; o la cooperación científica establecida con la ubicación del campus del Mar en el barrio de la Barceloneta, constituyen los mejores ejemplos de esta transformación y conexión con el territorio.

Este objetivo fundacional también se proyecta hacia el futuro, como se refleja en el Plan Estratégico de la Universidad Pompeu Fabra 2016-2025, en el que se afirma que "La UPF tiene la misión de promover la innovación, la transformación social, política y económica y la creación de sinergias con la sociedad, para contribuir así a su bienestar y valor". Y aquí se incluye el urbanismo, un ámbito en el que la Universidad ha tenido siempre una complicidad máxima con los gobiernos de Barcelona y de Cataluña para ayudar a transformar aquellas áreas de la ciudad que se querían regenerar.

La historia de los edificios del campus es una crónica de la evolución de Barcelona, ​​a caballo de los siglos XIX, XX e inicios del XXI. Asimismo, es la historia del compromiso de la Pompeu Fabra con la revitalización de los barrios barceloneses, a través de la inyección de vitalidad y dinamismo que aporta la vida universitaria en las zonas donde arraiga. Las ventajas que este modelo supone, tanto para la ciudad como para la institución, demuestran el acierto de la apuesta urbana inicial.

Edificio Balmes: primeros cursos en el corazón del Eixample

El edificio Balmes es el primero que acogió estudiantes de la Universidad. Concretamente, 316 chicos y chicas matriculados en Derecho y en Ciencias Económicas y Empresariales comenzaron el curso en octubre de 1990 en el edificio de la calle Balmes, 132, antigua sede del Instituto-Escuela Pi  i Margall y después del Fòrum Vergés , que se adaptó a los usos universitarios en seis meses.

Un año más tarde, en 1991, se ampliaron las instalaciones universitarias, con un edificio de nueva construcción, situado en Balmes, 134, en el que se trasladó la biblioteca de la UPF, inicialmente ubicada en Balmes, 132. Actualmente, el edificio acoge la UPF Barcelona School  of Management (UPF-BSM), antiguo IDEC.

Edificio Rambla: un revulsivo para revitalizar una zona degradada

Para ampliar instalaciones, ya que el edificio Balmes se había quedado pequeño para acoger nuevos estudiantes y titulaciones, la UPF decidió instalarse en la Rambla, una apuesta personal del rector Enric Argullol, bendita por el Ayuntamiento y la Generalitat, y que suponía que la Universidad se quedara definitivamente en Barcelona.

El aterrizaje de la UPF en la parte baja de la Rambla fue un hecho de gran trascendencia urbanística, con un claro efecto revulsivo para este barrio de la ciudad. Sirvió para recuperar la zona, tradicionalmente un lugar de prostitución y drogas, y contribuyó de manera decisiva al proceso de renovación urbana y de transformación social del centro histórico, impulsado unos años antes por el Ayuntamiento.

El aterrizaje de la UPF en la parte baja de la Rambla fue un hecho de gran trascendencia urbanística

En 1991, la Universidad rehabilitó de manera integral el edificio de Rambla, 32, antiguo Grand Hotel Falcón; un año después, construyó un edificio de nueva planta, en Rambla, 30, y se unieron los dos inmuebles, con la incorporación posterior de un conjunto de edificios de la calle del Gínjol. Con la nueva construcción desapareció esta calle centenaria, y en su lugar se alzó la plaza Joaquim Xirau.

Edificio Mercè: el Rectorado se traslada a Ciutat Vella

En marzo de 1993 la Universidad se instaló en el edificio Mercè (Mercè, 12), que había rehabilitado para transformarlo en sede del Rectorado, originariamente situado en una torre en la calle Marc Aureli, en el barrio de Sant Gervasi. Aparte del Rectorado, el edificio acogió el Consejo Económico, varios servicios administrativos centrales, la sede del Instituto Universitario de Historia Jaume Vicens i Vives (IUHJVV) y su biblioteca, en los bajos. Un año más tarde, en 1994, se inauguró el edificio Mercè, 10, y los números 10 y 12 se convirtieron en una única finca.

El edificio Mercè, 12 formaba parte de un plan de desafectación urbanística y estaba destinado a ser derribado

El número 10 fue adquirido a una empresa privada, mientras que en cuanto al número 12, en 1991 el Ministerio de Defensa devolvió la finca al Ayuntamiento, que, con un plan especial de equipamientos docentes, salvaguardó la construcción. El edificio formaba parte de un plan de desafectación urbanística, y estaba destinado a ser derribado para mejorar la accesibilidad a la basílica, a través de la calle Boltres. La nueva plaza de la Mercè databa de 1981, cuando se derribó la manzana de enfrente de la basílica, para esponjar Ciutat Vella.

Plaça de la Mercè. Derribo de la manzana ante la basílica. Anónimo, 1981 /
Plaça de la Mercè. Actualidad

Edificio França: la Universidad convive con la estación de tren

El edificio França pasó a formar parte del imaginario urbano de la UPF a partir de 1993, y se incorporó a lo que el rector Argullol llamó "Calle Mayor de la UPF", un eje que pasaba por los cuarteles de Ciutadella, el Rectorado en Mercè y el edificio Rambla. Este hecho fue posible a partir de un acuerdo de alquiler con RENFE, a través de su presidenta, Mercè Sala, que más tarde fue presidenta del Consejo Social de la Universidad.

Inicialmente, se ocuparon 11.000 metros cuadrados del ala norte de la estación, con un pacto con derecho de superficie de 75 años. Dos años más tarde, en 1995, se amplió el espacio en 4.000 metros cuadrados más, en el ala sur. Las obras de rehabilitación para usos universitarios se hicieron aceleradamente, ya que el acuerdo se firmaba en abril de 1993, y en septiembre del mismo año estaba previsto que comenzara el primer curso de la nueva diplomatura en Relaciones Laborales. La presencia  de la UPF en el edificio se alargó hasta diciembre de 2008, cuando trasladó todas sus dependencias al nuevo campus del Poblenou.

Campus de la Ciutadella: de cuarteles militares y depósito de agua a espacios universitarios

El 13 de febrero de 1992, fruto de las negociaciones a tres bandas entre el Ayuntamiento, la Generalitat y el gobierno central, se produjo la cesión definitiva de los cuarteles y de los pabellones militares anexos: del Ministerio de Defensa a la Generalitat, y de ésta, a la UPF. Así, con la firma de un acuerdo en una tienda de campaña en medio del patio de armas del cuartel de Jaume I, se hizo prevalecer el carácter estratégico de la creación de la nueva institución.

La ubicación de la Universidad en la Ciutadella (las obras de transformación de los antiguos cuarteles en dependencias universitarias comenzaron en agosto de 1992, justo después de los Juegos Olímpicos) era muy positiva para el éxito de la operación del barrio olímpico que había diseñado el arquitecto Oriol Bohigas, padre del urbanismo barcelonés contemporáneo. El nuevo campus, donde se tenían que ubicar los estudios vinculados a las ciencias sociales y humanas, estaba destinado a hacer de rótula urbana entre Ciutat Vella y el barrio que se estaba construyendo al borde del mar.

El campus estaba destinado a hacer de rótula urbana entre Ciutat Vella y el nuevo barrio que se estaba construyendo al borde del mar

El Ayuntamiento y la UPF firmaron un convenio para implantar la Universidad en julio de 1992 y tres años más tarde, se regularizó urbanísticamente la situación de los edificios, a través del Plan Especial del Área de la Ciutadella. Desde entonces, la ordenación del campus ha sido regida por este plan, que preveía la conservación de los edificios con más valor patrimonial, la creación de un espacio de relación entre los cuarteles (actual ágora) y nuevas edificaciones en los solares que se fueran dejando libres en la zona de las viviendas militares, situados en la calle Wellington.

En septiembre de 1992, la UPF adquirió el edificio del Dipòsit de les Aigües, futura sede de la Biblioteca General (y que hizo posible establecer una conexión subterránea con el edificio de Jaume I); compró el viejo edificio del Laboratorio Municipal al Ayuntamiento y consiguió un derecho de superficie de 75 años sobre el antiguo Mercat del Peix, que se habilitó como aparcamiento público, a la espera de ser edificado. De esta manera se completaban un total de 69.000 metros cuadrados para usos y equipamientos universitarios, equivalentes a cuatro manzanas del Eixample del Plan Cerdà.

¿Cómo suena actualmente el campus de la Ciutadella?

Un campus que ha evolucionado con remodelaciones y nuevas construcciones

Los dos cuarteles rehabilitados, los edificios Jaume I y Roger de Llúria, se dedicaron a usos militares, de manera ininterrumpida, durante casi un siglo. Construidas por el Ayuntamiento a finales del siglo XIX en compensación por la cesión a la ciudad de la antigua ciudadela militar, tienen una estructura formada por dos patios centrales, rodeados de edificios de planta baja y dos pisos. Con su nuevo uso, cerca de 3.000 estudiantes comenzaron a pisar unas instalaciones en que muchos de sus padres habían recogido el "petate", unas décadas antes, para ir al servicio militar.

El Dipòsit de les Aigües es uno de los edificios más singulares del patrimonio histórico y arquitectónico de la ciudad

El Dipòsit de les Aigües fue proyectado en 1874 por el arquitecto Josep Fontserè, con unos cálculos estructurales hechos por un joven Antoni Gaudí, con el fin de abastecer de agua la cascada monumental del adyacente parque de la Ciutadella. Se trata de uno de los edificios más singulares del patrimonio histórico y arquitectónico de la ciudad, y actualmente forma parte del circuito cultural UPF Art Track. Consta de una serie de arcos paralelos de medio punto de catorce metros de altura y bóvedas de cañón, que se extienden a lo largo de 65 metros de profundidad. Antes de ser rehabilitado como biblioteca de la UPF, tuvo usos tan dispares como los de asilo municipal, almacén del cuerpo de bomberos y depósito documental del Palacio de Justicia.

Interior del Dipòsit de les Aigües. Día de Reyes de 1908. Frederic Ballell, Archivo Fotográfico de Barcelona /
Interior del Dipòsit de les Aigües. Actualidad

El campus de las ciencias sociales y humanas se ha ido completando a lo largo de los años con varias piezas más en torno al parque de la Ciutadella que, por orden cronológico, han sido las siguientes: la escuela ESCI, adscrita a la UPF, situada en el edificio Born, que abrió sus puertas el año 1998 (actualmente también sede de la Fundación Universidad Pompeu Fabra)  y la residencia de estudiantes RESA, inaugurada en 2001, ambas ubicadas en el paseo Pujades; los edificios de Mercè Rodoreda, 23 (inaugurado en 2008) y 24 (2014), dedicados básicamente a investigación, y el Barcelona Beta Brain Research Center, de la Fundación Pasqual Maragall (2016), tres edificios situados en el solar ocupado originariamente por las viviendas militares la calle Wellington.

Campus del Mar: docencia e investigación biomédica en el Front Marítim

La Universidad entró el campo de las ciencias de la salud y de la vida gracias a la autorización, por parte de la Generalitat, para impartir los estudios de Biología Humana, el curso 1998-1999. La UPF se instaló el edificio Doctor Aiguader, en el popular barrio de la Barceloneta, en la zona del Front Marítim. El edificio, que había sido construido en 1991 justo al lado de la Ronda Litoral, cerraba el complejo socio-sanitario del Hospital del Mar.

El edificio del PRBB formará parte de uno de los principales núcleos de investigación biomédica del sur de Europa

Fruto de un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona, ​​a través del IMAS, la UPF pasó a disponer de 2.600 metros cuadrados del edificio Doctor Aiguader para un período de treinta años. Una vez acondicionado para su nuevo uso, en septiembre de 1998 pudo ser ocupado por la Universidad, que progresivamente se fue extendiendo a diferentes espacios. El curso 2008-2009 la UPF, conjuntamente con la UAB, pudo empezar a impartir la titulación de Medicina, haciendo realidad una demanda histórica de la Universidad.

Front Marítim. Foto de la Sección Marítima de la Exposición Universal de 1888. Toma aérea /
Front Marítim. Actualidad

Unos años antes (2006), gracias a una iniciativa de la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona y la UPF, se construyó el edificio del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB), que formará parte de uno de los principales núcleos de investigación biomédica del sur de Europa. El edificio, convertido en un nuevo icono arquitectónico, es de forma cónica y planta elíptica, de 117 metros de longitud y 74 de altura. Con una estructura pensada para dar respuesta a las necesidades de los centros residentes y para crear sinergias científicas, el edificio se ubica en el entorno de un nuevo espacio público, la plaza Charles Darwin, muy frecuentado por los barceloneses y los turistas.

¿Cómo suena actualmente el campus del Mar?

Campus del Poblenou: Ca l'Aranyó, un icono de la arquitectura industrial en pleno 22@

En el corazón del barrio del Poblenou, en uno de los espacios que está experimentando una mayor transformación urbana de toda Europa, la UPF decidió instalar el campus de Poblenou, centrado en los ámbitos de la comunicación, la tecnología y las lenguas. La rectora M. Rosa Virós acordó con el Ayuntamiento de Barcelona el traslado al nuevo campus. Posteriormente, el rector Josep Joan Moreso ejecutó su impantación. La UPF trasladó inicialmente todos los estudios y la investigación que se llevaba a cabo en los edificios Rambla y França, y el 7 de enero de 2009 se ponía en marcha la actividad académica.

Su configuración definitiva hizo realidad uno de los nuevos clusters del conocimiento, vinculados al proyecto del 22@, y que estaba transformando el viejo tejido industrial del Poblenou en el nuevo distrito tecnológico de la ciudad, caracterizado por el fomento de las sinergias. La Universidad, junto con el Ayuntamiento de Barcelona y el Grupo Mediapro, pasa a formar parte del Parque Barcelona Media, un centro referente del sector de la comunicación y de la producción audiovisual.

Ca l'Aranyó muestra un caso único en las construcciones industriales del textil en Cataluña, con la simbiosis de dos modelos arquitectónicos

La UPF se asentó en el antiguo conjunto fabril de Ca l'Aranyó, proyectado en la década de 1870, según los modelos de la Escuela de Manchester. Se trataba de una construcción que respetaba las alineaciones definidas por el Plan Cerdà (fue la primera fábrica del Poblenou en adaptarse a la cuadrícula urbanística del ingeniero barcelonés), a pesar de estar situada en el municipio vecino de Sant Martí de Provençals.

Ca l'Aranyó muestra un caso único en las construcciones industriales del textil en Cataluña, con la simbiosis de dos modelos: los sistemas constructivos propios de la arquitectura manchesteriana, consistentes en unas estructuras metálicas que resuelven los nudos de conexión entre jácenas y pilares, combinadas con la incorporación del sistema tradicional de la bóveda catalana, muy utilizado a finales del siglo XIX.

Edificios La Fàbrica y La Nau. Fondo de Claudi Arañó, década de 1960 /
Edificios La Fàbrica y La Nau. Actualidad

La intervención de la UPF consistió en la rehabilitación de los inmuebles patrimoniales de La Fàbrica y La Nau, y la construcción de los nuevos edificios de Roc Boronat y de Tànger, este último, ubicado donde antiguamente había existido la fábrica de Can Framis, de la que se respetó el trazado original de las antiguas naves.

Completan el conjunto arquitectónico una chimenea, la primera construcción de este tipo en Poblenou que fue rehabilitada, y que ha recuperado su uso inicial como evacuadora de gases; la plaza Gutenberg, que se convierte en el epicentro de la nueva isla de Ca l'Aranyó, y el área Tallers, que se encuentra dentro del complejo audiovisual de la Torre Imagina de la productora Mediapro, de la cual la UPF utiliza diferentes espacios técnicos.
 

¿Cómo suena actualmente el campus del Poblenou?

Bibliografía consultada

Marc Permanyer (2001), La Pompeu Fabra. La construcció d'una universitat. Quaderns Crema
Daniel Venteo (2010). Universitat Pompeu Fabra, història d'un campus urbà. Viena Edicions