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El líder que camina solo

04.09.2021

Descripción

El andar —una actividad cotidiana aparentemente alejada del ámbito de lo político, cuya figuración surge precisamente vinculada a la representación de campesinos en el siglo XV— es paradójicamente una de las iconografías más utilizadas para representar el poder político ante la ciudadanía. Una acción que podría parecernos meramente práctica —es decir, un medio y no un fin— esconde un gran poder significante. El análisis del caminar deviene, en palabras de Rebecca Solnit (2000), una búsqueda de “significados particulares en actos universales” (3).

El andar trasladado a la esfera pública en forma del motivo visual del “líder que camina solo” ha sido uno de los más trabajados en el marco del proyecto “Motivos Visuales en la Esfera Pública. Producción y circulación de Imágenes del poder en España, 2011-2017”, llegando a la conclusión que se trata de uno de los motivos más complejos y paradigmáticos de la representación del poder político en la esfera pública. Alan Salvadó, Ana-Aitana Fernández y Brunella Tedesco (2020), investigadoras del proyecto, destacan multitud de variaciones en la representación del caminante político, pero el presente ensayo audiovisual solo se centra en uno de ellos: el líder caminando solo como símbolo de victoria. 

La secuencia final de El joven Mr. Lincoln (1939) sirve como un punto de partida que nos sitúa en la ficción y cómo el motivo se construye y fortalece en el medio cinematográfico. En la escena vemos como el personaje de Lincoln inicia una caminata hacia el horizonte y cuando lo traspasa, aparece la sobreimpresión de su famosa estatua en el Capitolio. El acto de andar adquiere, de este modo, una dimensión trascendental: atravesando el horizonte Lincoln está atravesando también el umbral de la historia. Esta representación encuentra no solo su réplica sino también su evolución en la esfera pública a través de los medios de comunicación. Éste es el caso de la representación de las victorias electorales de François Mitterrand y Emmanuel Macron, cuya puesta en escena se sirve de elementos simbólicos similares que potencian la imagen de un líder que acaba de conseguir su primera victoria electoral.

A pesar de la importancia de las imágenes de ficción, el eje central del ensayo lo constituye una figura absolutamente fundamental en el contexto de la representación del poder a través del “líder que camina solo”: el presidente ruso Vladimir Putin. Las imágenes pertenecen a las retransmisiones de sus cuatro investiduras como presidente — la primera en el año 2000 y la última en 2017— y en ellas podemos observar con claridad la importancia del motivo visual en el contexto litúrgico y pautado de la toma de poder. Además, no solo encontramos una puesta en escena que nos devuelve a las imágenes de ficción, sino que también podemos ver como el motivo evoluciona y se la da “la vuelta” a través de un plano — realizado con steadycam — que nos muestra en primera persona la parte final de la larguísima caminata de Putin. 

Por último, nos encontramos ante un motivo muy “masculinizado” —lo que responde a una incapacidad general para reconciliar imágenes femeninas y representación del poder— algo que vemos en la figura de Putin en general y sus investiduras en particular, ya que su puesta en escena refuerza constantemente los motivos militares y “espectaculariza” constantemente el proceso institucional.

 

Autor

Josep Santcristòfol

Multimedia

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