Árbol de la vida, Gustav Klimt, 1909

"Cuando acierto a dar con un determinado asunto que me implica y apasiona procuro por todos los medios proveerme de cuanto puede suscitarme los estímulos necesarios para que se me vaya formando la idea que, finalmente desencadenará la gestación de un ensayo. Procuro, además, que esa exploración circule por derroteros poco convencionales, de manera que esa idea jamás se despegue del aliento vital del que procede o de la incitacón primera, ligada a algún asunto relacionado con el discurrir de mi existencia, que la llegó a provocar." (pág. 137)

 

 

"Ignoro si yo elegí la filosofía o la filosofía me eligió mí. ...

Una pasión cinematográfica desatada en el último año de colegio me hizo pensar por momentos que lo mío había de ser el cine, y en particular la dirección de cine. Pero mi natural tímido y retraído, más contemplativo y soñador que activo, no era precisamente el carácter más apropiado para esa tarea tan dinámica y tan necesitada de espíritu de empresa, así como de capacidad de mando y dirección (cualidad ésta que siempre me ha faltado)...

¿Cómo, de qué manera se produjo la irrupción de la música en mi vida?

¿Cómo fue posible que llegara a adquirir una importancia tan grande, tan intensa y tan constante, hasta el punto de que jamás, en mí ya larga existencia , ha menguado nunca esa afición musical que ha sido siempre para mí una auténtica pasión, la mayor pasión quizás dentro del género de las pasiones íntima e intransferibles junto con la filosofía?

 

Mi abuela materna fue la verdadera hada madrina de mi vida, mi principal educadora durante mi infancia... Consciente de mi afición decidió que debía aprender algún instrumento, el piano, por ejemplo... La aventura no duró mucho tiempo,... aprendí al menos algo de solfeo y adquirí un mínimo bagaje que me permite leer en sus trazos más generales las partituras musicales..."

 

(El árbol de la vida, Destino 2003, p. 15/25)

 

 

Carta a su hermano Carlos, agosto de 1959 desde Irlanda.

 

Carta a su padre, agosto de 1959 desde Irlanda.

 

"...Con mi hermano Carlos fuimos tramando un texto narrativo, o novelístico, muy peculiar. Se trataba de evocar y recrear nuestro pasado escolar, jesuítico, ... La idea surgió a partir de un sueño que tuve por esas fechas. En el sueño volvían sobre mi vida los viejos espectros ancestrales de aquella primitiva colección o álbum de santos
con los que me había iniciado en el ejercicio de la lectura.

 

... a partir de una imagen sorprendente que aparecía en el sueño, ideamos una especie de juego de manos literario, en el que nos íbamos dando "deberes", discutíamos los resultados y nos pasábamos de mano en mano los textos hasta que se producía una unificación efectiva de estilos y de escritura."

(El árbol de la vida, Destino 2003, p. 352 y siguientes)

 

FAMÍLIA: padre, madre, hermanos

"(Mi padre) Era un hombre extremadamente justo en asuntos educacionales...Carecía del más mínimo sentido del humor (en contraste con el temperamento malicioso y radicalmente humorístico de mi madre). Todo en la vida asumía para él un sentido grave y trascendente. No le gustaba hablar de cosas banales o triviales; convertía las comidas y las cenas en verdaderos foros de debate y discusión intelectual sobre cuestiones históricas o políticas.

... Un día el tema era Julio César. Otro la batalla de Stalingrado, o la figura de Stalin.

... No me fue nada fácil acostumbrarme a su ausencia. Aún ahora me visita en sueños, me da consejos; me orienta. Era un hombre bueno e inteligente al que le había tocado vivir una situación histórica traumática. Optó por lo que le pareció lo más justo, o razonable. Quizás estuvo equivocado. No lo sé. Guardo de él un recuerdo muy
bueno; dentro de sus propios meridianos vitales e intelectuales fue, siempre, de una extraordinaria honestidad."

 

(El árbol de la vida, Destino 2003, p. 155 y siguientes)
 

"Mi madre ha sido siempre la persona más discreta de la tierra; incapaz de ningún gesto impositivo. De un temperamento liberal, lindando con el anarquismo, apenas si intervenía en nuestra formación si no era para mitigar las tensiones que algún gesto destemplado y autoritario de nuestro padre podía provocar. Una cruel sordera hereditaria tendía a replegarla en su propio mundo, del que solo incidentalmente salía; por lo demás era dada a "prontos" de ira primaria infantil (un rasgo que se halla también en mi carácter). La arbitrariedad de sus reacciones en esos casos sólo es conmensurable con los largos silencios de excesiva paciencia y aguante que han configurado su forma más común de hacer frente a los vaivenes de la vida."

 

(El árbol de la vida, Destino 2003, p. 201)

 

Con su madre, 1943   |    En el Tibidabo    |    Con sus padres en las Dolomitas, 1956

 

"En el barco en que viajaba hacia Rio de Janeiro, en noviembre de 1973, me enteré de que había "volado por los aires" Carrero Blanco, el hombre más poderoso del Régimen después de Franco. ...

 

Yo me había ido de mi país harto de tanta espera defraudada. No eran sólo razones personales o anímicas las que habían motivado mi compleja decisión. De pronto advertía que se invertían los destinos: ese mundo atractivo y fascinante que visitaba, Buenos Aires, Argentina, iniciaba un verdadero voyage au bout de la nuit, al tiempo que mi castigado país parecía comenzar a salir de un túnel de casi cuarenta años. ...

 

Decidí, pues, volver a España, a Barcelona, a la espera de lo que pudiese suceder en uno y otro lugar. Hubiera deseado tener un pie puesto en cada estribo del Atlántico. Pero pronto comprobé que eso no era posible."

(El árbol de la vida, Destino 2003, p. 441 y siguiente)