La innovación no siempre tiene que ser más costosa. Se puede hacer más con menos - Antoni Gilabert

Utilización eficiente de los recursos

13.12.2022

 

Sarkar, S, and Mateus, S. (2022). Doing more with less - How frugal innovations can contribute to improving healthcare systems. Social Science & Medicine, 115127.

Resumen

A pesar de que tecnologías sanitarias han evolucionado enormemente en las últimas décadas, con notables mejoras en la prestación de asistencia sanitaria y una contención satisfactoria de muchas enfermedades solamente entre un tercio y la mitad de la población mundial está cubierta por servicios sanitarios esenciales.

La pandemia de COVID-19 ha puesto aún más a prueba los sistemas sanitarios de todo el mundo, lo que refuerza la urgencia de encontrar soluciones sanitarias nuevas y menos costosas.

Históricamente, las innovaciones médicas han sido importantes impulsoras de la mejora de los sistemas sanitarios. Sin embargo, estas innovaciones, como los sofisticados y complejos dispositivos médicos, aunque no son las únicas responsables, también han contribuido a aumentar los costes de los servicios sanitarios.

Ante esta evidencia, los autores analizan el papel de la innovación frugal para contribuir a dar solución a los retos de los sistemas sanitarios. La innovación frugal se define como aquellos productos o servicios nuevos o adaptados, eficaces y de bajo coste, que surgen principalmente de contextos de carencia y limitación de recursos, lo que implica el uso creativo de los recursos existentes.

Al ser la innovación frugal un campo de investigación emergente, los estudios se encuentran dispersos y el conocimiento fragmentado. Para obtener un análisis más completo y mejorado, los autores definen un marco compuesto por 4 dimensiones: los actores ("quién"), las motivaciones ("por qué"), el proceso ("cómo") y los resultados ("qué").

Como actores implicados (“quién”) identifican las compañías multinacionales, los emprendedores locales, las startups, las pequeñas y medianes empresas, los centros sanitarios y sociales, los trabajadores, las universidades y los institutos de investigación.

Por otro lado, identifican 3 motivaciones (“por qué”) que mueven la innovación frugal: las ineficiencias de los sistemas sanitarios debido a los altos costes o a la baja disponibilidad, la competencia de mercado con productos de bajo coste, y la crisis sanitaria como el covid19 que origina falta de tiempo y de recursos.

En cuanto al proceso (“cómo”) identifican que se basa en tres pilares: el diseño y el rendimiento, la optimización de recursos y la minimización de costes y cooperación.

En relación a los resultados (“qué”) destacan los beneficios para los destinatarios desatendidos, la mejora de los sistemas de salud y el aprendizaje. Por último, el articulo analiza las implicaciones de este marco en la investigación (proporciona una guía conceptual para la desarrollo de nuevas perspectivas teóricas para los investigadores), en la práctica (muestra que es posible la innovación low-cost, poniendo ejemplos de éxito) y en el ámbito social (permite ofrecer soluciones sostenibles para la mejora de los sistemas sanitarios). Y abre el debate alrededor de si "se puede hacer más con menos".

Comentario

Tal y como indican los autores del artículo, el discurso actual sobre la innovación tiende a seguir el sesgo de Silicon Valley, centrado en la creación de nuevas tecnologías impulsadas por la I+D, aspecto que ha sido criticado por su "tecnofetichismo occidental de la novedad".

La innovación basada en la tecnología de alto coste está enfocada hacia aquellos países que por sus altos ingresos pueden incorporarla al sistema sanitario. Sin embargo, aquellos países más pobres no pueden permitirse la escalada de costes ligada a la innovación tecnológica actual.

De ahí surge la pregunta: ¿es posible la innovación low-cost? Parece que sí, que hay espacio para lo que se llama la innovación frugal: un proceso de innovación parsimonioso en cuanto a recursos, para producir bienes o servicios sanitarios adecuados y eficaces, a bajo coste y con un uso creativo de los recursos existentes. Además, los autores defienden que la innovación frugal no tiene que centrarse solo en el bajo precio, sino que también puede implicar calidad.

El abordaje metodológico tiene algunas limitaciones como pueden ser la subjetividad de la propia revisión bibliográfica o la propia complejidad del sistema sanitario que dificulta extrapolar directamente el marco desarrollado por los autores.

Sin embargo, son muchos los ejemplos que se citan en el artículo, muchos de ellos vinculados a las ineficiencias de los sistemas sanitarios debidas a costes elevados y/o disponibilidad limitada. Por ejemplo, una válvula cardíaca que fue concebida por un equipo de profesionales sanitarios en un momento en el que era imposible importar válvulas cardiacas para satisfacer la demanda del centro que ofrecía servicios cardiacos y neurológicos gratuitos a pacientes pobres de la India.

Del mismo modo, en la búsqueda de proporcionar acceso universal a servicios sanitarios de calidad, un hospital de Uruguay utilizaba los escasos recursos disponibles para desarrollar productos frugales de buena calidad. Por ejemplo, un equipo de cirujanos del hospital e ingenieros de una universidad local desarrollaron un sistema de neuronavegación más sencillo y asequible que los comercializados. Anteriormente, la neuronavegación aún no se utilizaba en el país debido a su elevado coste.

La innovación frugal, al aumentar la asequibilidad tanto para los países ricos como los pobres, puede desempeñar un papel importante en el aumento del acceso a la atención sanitaria en todo el mundo. Al proporcionar, por ejemplo, herramientas de diagnóstico y tratamientos portátiles que pueden utilizarse en las zonas rurales, la innovación frugal mejora los sistemas sanitarios, ya que permite diagnosticar y tratar a personas que, de otro modo, habrían quedado sin diagnosticar ni tratar debido a las dificultades que conlleva el desplazamiento a las zonas rurales.

Esto solo son tres ejemplos de los múltiples que se citan en el artículo. En este caso, el orden de los factores oferta-demanda sí altera el producto final: un mercado donde la iniciativa la lleva principalmente la oferta nos conduce a una escalada de costes mayor que uno donde la iniciativa corre a cargo de una demanda que manda las señales adecuadas al mercado sobre la oferta a desarrollar para solucionar los problemas.

En resumen

Aunque el concepto de innovación vaya asociado normalmente al aumento de los costes sanitarios, también es posible innovar sin recurrir a la escalada tecnológica y de precios. Es decir, se puede hacer más con menos. La innovación también puede ser low cost, a la vez que ser de calidad y resolutiva. Para ello es muy importante reequilibrar el sistema oferta-demanda, de forma que sea la demanda la que de forma proactiva y creativa impulse y genere una oferta asequible y eficiente, en lugar de que sea solo la oferta la que induzca y sacie la demanda.

 

Antoni Gilabert

Diciembre 2022

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