Artículo publicado en el Ara el 27 de octubre de 2021

Cuando en otoño de 1973 y en invierno de 1974 la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) se dio cuenta del grado de dependencia del petróleo que tenían los países más desarrollados del mundo, pasó de una política de embargos selectivos a una de reducción de oferta y de incremento de precios. Se multiplicaron por cuatro en pocos meses. En estos momentos estamos viviendo lo mismo con los países exportadores de gas natural. Los detonantes son distintos, pero los efectos son los mismos. Unos países que concentran la producción y exportación de una fuente de energía estratégica están aprovechando al máximo su capacidad negociadora. Ahora, decimos que no es más que un conflicto geopolítico. Bien, exactamente como ocurrió con la primera crisis del petróleo, que no era más que un conflicto geopolítico (la llamada guerra del Yom Kippur). Estamos viviendo la primera crisis del gas natural.

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