Artículo publicado en el Ara el 4 de junio de 2023

La extrema derecha ha subido en porcentaje de votos en las últimas elecciones municipales y se extiende por municipios donde todavía no había logrado representación, tanto en Cataluña como en España. La política abiertamente identitaria, excluyente y xenófoba despierta muchos demonios. Se encienden las alarmas y aumenta el miedo. Pero ahora que ya han pasado unos días, es hora de analizar los resultados y la situación política con un mayor angular.

Lo primero que hay que poner es perspectiva. En Cataluña la extrema derecha, sumados los votos de Vox, el Frente Nacional de Cataluña, Aliança Catalana y Som Identitaris, representa poco más del 5% de votos emitidos. En el conjunto de España, pese al triunfalismo poselectoral de Vox, poco más del 7%. Es cierto que estos porcentajes son más elevados que en las últimas municipales de 2019. El diferencial se hace sentir sobre todo en Cataluña, donde el porcentaje se ha quintuplicado respecto a hace cuatro años. Pero no olvidemos que en las autonómicas del 2021 la extrema derecha logró casi un 8% de los votos en Catalunya. Por otra parte, la dramática bajada de 9 puntos en la participación favorece sin duda a las opciones más extremas, siempre más movilizadas. Más que un espectacular ascenso de la extrema derecha, lo ocurrido es que se ha desmovilizado a una parte del electorado más moderado.

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