Nos encontramos con Laura Peña en la cafetería del edificio Jaume I, en el campus de la Ciutadella. Nos habla de música, cine, radio y de su trabajo en la Universidad. Los ojos le brillan. La manga derecha del jersey va cayéndole abajo mientras gesticula y comienza a aparecer un tatuaje. Al final, descubrimos un disco de vinilo que se va desdibujando. Habla sin rodeos y con pasión de las cosas que ama y sobre qué le ha aportado la vida, siempre dinámica y en cambio constante.

Ahora mismo, Laura tiene 40 años y desde hace once que trabaja en la Universidad, en el Servicio de Relaciones Internacionales. "He tocado casi todas las temáticas dentro del ámbito", asegura, "desde atención al estudiante hasta el programa Study Abroad, donde estoy ahora". Este programa, que está dentro del campo de las relaciones internacionales, acoge estudiantes de intercambio y gestiona una serie de cursos propios. Los estudiantes, que suelen ser estadounidenses, canadienses y japoneses, vienen a la UPF durante un trimestre o todo el año y hacen asignaturas. Sin embargo, también hay universidades que contactan con el programa para que les organicen un curso sobre un tema en concreto. Y este es el trabajo de Laura, "diseñar la línea del programa docente, pasando por el diseño presupuestario, gestionando visitas y todo lo que implica organizar un programa a medida". A Laura le gusta mucho su trabajo, ya que considera que es muy dinámico, como un "oasis dentro de la Universidad", afirma.

Habla sin rodeos y con pasión de las cosas que ama y sobre qué le ha aportado la vida, siempre dinámica y en cambio constante.

Se graduó en Sociología en la Universidad Autónoma de Barcelona en 2002 y llegó a la UPF en mayo de 2008 y, desde entonces, "siempre he estado aquí", dice. Cuando la Universidad quiso ampliar personal, ella vivía en Bruselas, "haciendo el año de Erasmus que no tuve cuando estudiaba", afirma. Además, aprovechó para aprender idiomas y colaboró con diversas formaciones políticas en el Parlamento Europeo.

Laura, sin embargo, tiene muchas más pasiones. "Cuando me preguntan a qué me dedico, aparte de trabajar en la Universidad, me gusta decir que soy comunicadora", afirma. Es muy polifacética, porque ha participado en varios programas de radio y, desde hace un par de años, también es DJ.

La primera pasión, la música

Cuando se le pregunta sobre si se tiene que practicar mucho para ser DJ, se ríe. "¡Es muy básico, pinchar vinilos!", Afirma. "Los que uso yo son los de 45, que son singles y tienen cara A y cara B. Entonces, tienes dos canales y con los cascos escuchas que suena en un lugar y que suena al otro. Tú simplemente tienes que subir y bajar canales para ligar las canciones ". Sin embargo, hace la selección de vinilos en casa y suele tener bastante claro "con qué canción iniciar una sesión y con qué terminarla".

La segunda pasión, la radio

Laura también siente pasión por la radio. Desde el año 2001, momento en que comenzó a colaborar con Radio Sant Cugat, no ha dejado de participar en diferentes programas de radio y conducirlos. "En la medida que pueda, creo que siempre estaré haciendo algo con la voz", afirma. Allí entrevistó mucha gente, entre otros los Sidonie, que en ese momento empezaban a despuntar como grupo.

Laura comenzó a hacer radio para que le costaba hablar en público y quería soltarse. "Tenía una amiga que en aquel momento llevaba un programa de radio que se llamaba Bon Rotllo y me propuso ir a hablar un día". El anonimato implícito en la radio hizo que se lo tomara "como una especie de terapia". "Me ayudó mucho y me enganchó totalmente", afirma. Además, ella siempre ha escuchado radio, porque es un formato en el que se pueden encontrar muchos programas sobre temáticas diversas.

Es por ello que afirma que "la radio en sí, como medio, se ha sabido adaptar a todos los tiempos y en todas las evoluciones". Por eso piensa que no morirá nunca, porque permite comunicar lo que está pasando al instante.

No es accidental que si siempre había escuchado radio, acabara haciendo por su cuenta, y que si en su casa siempre se ha escuchado musica en vinilo tuviese que hacer de DJ

Más tarde, pasó a colaborar con Ràdio Silenci, la emisora local de la Garriga (Barcelona). Allí tenía un programa que se llamaba Silenci, comença la sessió!, En la que compaginaba su pasión por la música, el cine y la sociología, la disciplina que estudió. El formato era de media hora y la línea editorial fue variando a lo largo de los años. "Al principio", explica, "era un programa de estrenos y críticas". Más tarde, sin embargo, se centró en un tema que la ciencia social podía estudiar o analizar y, a partir de ahí, hablaba de tres películas.

Puedes escuchar el inicio del último programa. Para escuchar los podcasts completos, los puedes recuperar aquí

 

Aparte de Silenci, comença la sessió!, también participó en un programa que se llamaba Colors Primaris,coproducido con La Xarxa, una plataforma que proporciona información en radios, televisiones y medios digitales de carácter local. Con este programa, ganaron el Premio Radio Asociación de Cataluña en el año 2014. "El programa me daba la oportunidad de escribir", asegura, "imaginaba una situación aleatoria que pasaba en cualquier lugar del mundo y así introducía el programa" .

La pasión por todas las cosas que hace, característica de Laura

"Me gusta mucho pensar que no he llegado a los lugares por casualidad", destaca Laura. Cree que no es accidental que empezara a trabajar en el Servicio de Relaciones Internacionales viniendo de vivir en el extranjero; que si siempre había escuchado la radio, acabara haciendo por su propia cuenta, y que si en su casa siempre se ha escuchado música en vinilo tuviera que hacer de DJ, al menos una vez en la vida.

Laura Peña, pues, tiene muchas caras: trabajadora del Servicio de Relaciones Internacionales, pinchadiscos y locutora de radio.