Andrea Noferini, entre las políticas públicas europeas y la pintura colectiva
Andrea Noferini, entre las políticas públicas europeas y la pintura colectiva
Es profesor asociado en el Departamento de Ciencias Políticas y Sociales y adjunto a la dirección científica de la Cátedra Barcelona UPF de Política Económica Local. Fuera de la Universidad es Alter Krapp, pintor con unas fuertes convicciones sociales.
Andrea Noferini nos invita a entrar en su despacho, en el campus de la Ciutadella. A simple vista, diríamos que es un profesor de universidad normal y corriente. Pero, una vez la conversación va fluyendo, sale a la luz que tiene una manera de ver las cosas especial. Es fácil imaginárselo con una bata blanca y un pincel, pensando en su próxima creación, aunque también corrigiendo ensayos sobre las políticas públicas de la UE.
“Me encanta mi trabajo", admite Noferini. No sólo porque le guste la docencia, sino porque también se dedica a la investigación y a la transferencia, dos de sus intereses principales. Actualmente, también trabaja como adjunto a la dirección científica de la Cátedra Barcelona UPF de Política Económica Local, una iniciativa financiada por el Ayuntamiento de Barcelona, Barcelona Activa y la Universidad. El objetivo de la cátedra es trabajar para la difusión y la transferencia de conocimiento en relación con la política económica local. "Es decir, qué políticas públicas a escala local funcionan, cuáles no funcionan y cuáles son las principales problemáticas ligadas al desarrollo económico y social en la ciudad de Barcelona", concreta Noferini.
Alter Krapp, su alter ego
Aparte de dedicar parte de su vida a la docencia y la investigación, Andrea también es pintor! Con el seudónimo Alter Krapp (alterkrapp.com), hace mas de 20 años que empezó a pintar y, desde entonces, no ha parado nunca. "Es una pasión paralela a todas las demás que tengo", asegura. Aunque comenzó cultivando la pintura de manera individual, en un estudio, más adelante se interesó por el arte como un proceso creativo mes colectivo. Influido por varios movimientos artísticos, como el arte bruto, teorizado por el artista Jean Dubuffet en los años 60 del siglo pasado. Este engloba todas las formas de arte realizadas por no profesionales y con expresiones artísticas, impulsadas por niños, pacientes en centros de salud mental o prisioneros. "Cualquier persona puede ser creadora y esto puede ser una manera de expresarse que, en algunos casos, llega a tener una calidad artística importante", explica el profesor.
Pero esta corriente de pensamiento no se inició en Buenos Aires, ni en Can Llupià, sino que Andrea siempre ha compartido estudios con otra gente. "Cuando llegué a Barcelona en 2003 estuve unos años con unos compañeros que participaban de un colectivo y gestionaban un pequeño centro de creación en el barrio de Gracia", explica. Fueron estas experiencias personales que le impulsaron a llevar la pintura en la calle. "Por un lado tienes tu trayectoria en un estudio y por otro tienes tu experiencia colectiva, la de ir juntando cada vez más manos sobre un lienzo, un papel o lo que sea".