Reflexiones sobre la COVID-19 desde la perspectiva de la movilidad de los trabajadores: de las "zonas rojas" en las "zonas verdes". Joan Monràs
Reflexiones sobre la COVID-19 desde la perspectiva de la movilidad de los trabajadores: de las "zonas rojas" en las "zonas verdes". Joan Monràs
Reflexiones sobre la COVID-19 desde la perspectiva de la movilidad de los trabajadores: de las "zonas rojas" en las "zonas verdes". Joan Monràs
Mientras el mundo espera una vacuna que ayude a vencer la COVID-19, muchos países han restringido considerablemente la movilidad para intentar frenar la expansión del virus. Sin embargo, este "distanciamiento social" conlleva grandes costes económicos. El artículo propone maneras de reflexionar sobre las políticas de distanciamiento social que pueden ser efectivas y, al mismo tiempo, limitar las consecuencias negativas para la economía.
Artículo publicado en VOX el 25 de marzo de 2020
Las experiencias de China, Italia, España y de todos los otros países afectados por la COVID-19 muestran que el desafío más importante del virus es para el sistema sanitario. La capacidad de este sistema para atender a las personas en estado grave es limitada. El aumento repentino de estos casos provocado por el virus sitúa la capacidad del sistema sanitario por encima de sus posibilidades. Por este motivo, en los últimos días hemos oído en varias ocasiones la importancia de "aplanar la curva" (Baldwin 2020).
En términos económicos, uno de los aspectos principales de las políticas aplicadas ha sido restringir drásticamente la movilidad de los trabajadores. Como resultado de esta restricción de la movilidad, la economía está a punto de hundirse. La inmovilidad de los trabajadores significa que el consumo se restringe a los bienes esenciales. Como consecuencia, grandes sectores de la economía han visto como caía su demanda. Además, la inmovilidad de los trabajadores también ha limitado la capacidad de las empresas para ofrecer muchos de sus servicios y para producir bienes, lo que ha supuesto una caída de la oferta de todos los bienes y servicios no esenciales.
Tabla 1
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Mín. |
p5 |
p10 |
p25 |
p50 |
p75 |
p90 |
p95 |
Màx. |
Media |
Trabajadores que se desplazan desde su lugar de residencia |
0 |
0 |
0,01 |
0,03 |
0,07 |
0,12 |
0,18 |
0,22 |
0,49 |
0,08 |
Trabajadores que se desplazan al trabajo |
0 |
0 |
0,01 |
0,03 |
0,07 |
0,1 |
0,13 |
0,15 |
0,25 |
0,07 |
La movilidad dentro de las zonas de movilidad pendular tampoco es alta. Davis et al. (2.019) muestran las pautas de consumo en los restaurantes de la ciudad de Nueva York utilizando datos de Yelp (una plataforma de opiniones en línea). Como se puede observar en la figura 1 utilizando dos puntos de datos, y más sistemáticamente en sus estimaciones, los usuarios de Yelp -que quizás son más osados que el neoyorquino medio- parece que van a restaurantes cercanos a sus lugares de trabajo y de residencia. Esto sólo es, obviamente, una parte del consumo y de la socialización que se producen en las áreas metropolitanas, pero sugiere que la movilidad está bastante concentrada alrededor de los puestos de trabajo y de residencia, y claramente dentro de las zonas de movilidad pendular. A Agarwal et al. (2020) expone más sistemáticamente esta evidencia utilizando datos de las tarjetas de crédito y documentando las pautas de consumo en diversos sectores.
Figura 1
Así pues, las zonas de movilidad pendular pueden ofrecer una manera de reflexionar sobre cómo diseñar políticas más específicas para detener la propagación de la COVID-19. Permitir la movilidad dentro de las zonas de movilidad donde no se hayan detectado casos de COVID-19 -definido-la posiblemente de una manera muy estrictamente pero limitándola a los desplazamientos entre estas zonas puede reducir la propagación del virus y, al mismo tiempo, limitar sus efectos sobre la economía. Asegurarse de que las zonas de movilidad pendular están "limpias" del virus antes de permitir la movilidad puede ser el precio que deberá pagar para ganar la lucha contra el virus. Al fin y al cabo, también es dentro de las zonas de movilidad pendular donde el virus tiene más probabilidades de propagarse. Con el tiempo se podría permitir la movilidad entre de zonas de movilidad en los que ya haga bastante tiempo que no se detecta ningún caso positivo. Sellar las zonas sin presencia del virus y permitir el movimiento de personas en su interior tiene la ventaja añadida de que estas zonas podrían proporcionar recursos muy valiosos a otras zonas que estén afectadas por el virus. El comercio de mercancías entre las zonas de movilidad puede ayudar a reducir los problemas causados por la inmovilidad de trabajadores entre estas zonas.
Referencias
Agarwal, S., Jensen B. i Monte, F. (2020). “Consumer Mobility and the Local Structure of Consumtion Industries”. CEPR Discussion Paper 12150.
Davis, D., Dingel, J., Monras, J. i Morales, E. (2019). “How Segregated is Urban Consumtion?”. Journal of Political Economy 127(4), 1684-1738.
Autor, D., Dorn, D. i Hanson, G. (2013). “The China Syndrome: Local Labor Market Effects of Import Competition in the United States”. American Economic Review 103(6), 2121-2168.
Ferguson, N., Laydon, D., Nedjati-Gilani, G. et al. (2020). “Impact of non-pharmaceutical interventions (NPIs) to reduce COVID-19 mortality and healthcare demand”. Març.
Monte, F. i Rossi-Hansberg, E. (2018). “Commuting, Migration and Local Employment Elasticities”. American Economic Review 108(12), 3855-3890.
Tolbert, C. M. i Sizer, M. (1996). “US Commuting Zones and Labor Market Areas: A 1990 Update”. Economic Research Service Staff Paper 9614.