Marta Aldomà Boquet, de 24 años, es una exalumna de la Universidad Pompeu Fabra, y actualmente está realizando unas prácticas en el Parlamento Europeo, en la oficina de una eurodiputada. Mientras estudiaba el grado en Humanidades aquí, en la UPF, también cursaba Relaciones Internacionales en la UOC. Al acabar sus estudios de grado, gracias a la beca DIPLOCAT, realizó el máster en European Policy en la Universidad de Ámsterdam, además del posgrado en Gestión y Captación de Fondos Europeos al COLPIS. Actualmente, mientras realiza las prácticas en el Parlamento, también estudia el máster Avanzado en Estudios Europeos en la Universidad Libre de Bruselas, donde se está especializando en gobernanza medioambiental y política económica de la UE. En un futuro, a pesar de que le gustaría continuar en las instituciones europeas, también ambiciona trabajar en el sector privado en el campo de la advocacy, los public affairs o la gestión de fondos y proyectos europeos.

1. Dada tu situación actual como trainee en el Parlamento Europeo, ¿podrías explicarnos, en general, como sería un día habitual en el Parlamento?

¡Mi día a día en el Parlamento Europeo es muy variado! Como realizo una estancia de prácticas en la oficina de una eurodiputada, mis tareas principales están vinculadas a las comisiones del Parlamento de las cuales ella es miembro de pleno derecho o miembro sustituto. Concretamente, trabajamos en la Comisión de Industria, Tecnología, Investigación y Energía, y en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. En estas, se tratan temas tan relevantes como la transición verde, el impulso de las energías renovables, la integración y control de los servicios financieros, la financiación de la investigación, la lucha contra el fraude fiscal y evasión de impuestos, la mejora de la conectividad mediante satélites, la gobernanza económica y fiscal, la política energética...

Específicamente, mis tareas incluyen: (I) el análisis y seguimiento de las múltiples propuestas legislativas que se votan en las comisiones –antes de ser votadas por todos los eurodiputados en las sesiones plenarias–; (II) preparar, junto con mis compañeros, enmiendas a textos legislativos; (III) o asistir a formaciones, talleres y actas con stakeholders. Otra tarea importante es la preparación y redacción de preguntas que los eurodiputados pueden hacer a la Comisión Europea y al Banco Central Europeo. Este es un ejercicio clave de transparencia y rendimiento de cuentas que estas instituciones llevan a cabo ante el Parlamento Europeo, la institución que representa a los ciudadanos europeos. Finalmente, cuando llega la semana de sesión plenaria, entre todos los compañeros estudiamos y nos preparamos los textos legislativos y no legislativos que se votarán en el Plenario, en Estrasburgo.

2. Basándote en tu experiencia personal, ¿podrías explicarnos brevemente en que consiste el proceso de selección que tuviste que pasar para acceder a tu posición actual?

Ante todo, hay que saber que existen dos grandes medios a partir de los cuales conseguir una estancia de prácticas en el Parlamento Europeo.

En primer lugar, hacer prácticas con un europarlamentario o europarlamentaria. ¡Este es mi caso! Normalmente, se trata de un proceso bastante sencillo, puesto que el/la MEP te contrata directamente. La manera más común de entrar es haciendo llegar tu CV/carta de motivación al/la MEP o grupo político que te interese –la dirección de correo electrónico de los MEP está disponible en la web del Parlamento–, o bien estar atento a las redes sociales sobre posibles ofertas de prácticas. A partir de aquí, el proceso depende de cada MEP. Normalmente, hay una entrevista con el/la MEP y el resto del equipo, y en algunos casos pueden pedir alguna prueba práctica. Puedes solicitarla durante todo el año, y la duración de las prácticas es de cinco meses, aunque se pueden alargar cuatro meses más.

En segundo lugar, las becas Schuman: en este caso, no trabajas directamente para un/una MEP, sino para alguna Dirección General (DG) del Parlamento. Aquí el proceso es más genérico, y tiene lugar dos veces al año. Cuando se abre el periodo de presentación de candidaturas, se tiene que rellenar un formulario en línea. Si pasas la preselección, se tienen que enviar una serie de documentos requeridos. En algunos casos, hay una entrevista o llamada telefónica; pero no siempre. La duración máxima de las prácticas es de cinco meses.

Los requisitos oficiales son los mismos para las dos tipologías de prácticas: ser mayor de edad, tener un título universitario y tener un buen conocimiento de dos lenguas oficiales de la UE. Además, no puedes haber hecho prácticas o trabajado en una institución europea durante más de dos meses.

En mi caso, el proceso para solicitar las prácticas del Parlamento no fue muy largo ni costoso, puesto que tenía el CV preparado, así como los documentos que tenía que presentar. En este sentido, ¡mi recomendación es tenerlo todo listo antes de que finalice el plazo! En el caso de las becas Schuman, aconsejaría no esperar hasta el último día para rellenar el formulario. Y, si sois preseleccionados, enviar toda la documentación para evitar cualquier imprevisto, puesto que son muy estrictos con los plazos y la autenticidad de los documentos. También recomendaría ponerse en contacto con becarios anteriores, sobre todo para obtener feedback sobre cómo escribir la carta de motivación.
 

3. Finalmente, y de nuevo basándote en tu experiencia, ¿cuáles dirías que son las habilidades más buscadas en los candidatos?

¡Realmente, se buscan muchas de diferentes! Si bien es cierto que hay muchos politólogos, economistas y juristas, en el Parlamento y en las otras instituciones europeas tienen cabida muchos ingenieros, traductores, científicos, humanistas, especialistas en relaciones internacionales... En realidad, depende del ámbito en el que quieras trabajar. Por ejemplo, si un eurodiputado o eurodiputada está involucrado en "innovación energética", estará interesado en perfiles más técnicos y específicos que lo puedan asesorar en la materia. Lo mismo pasa con las direcciones generales del Parlamento: las que tratan temas legales buscarán personas con formación en derecho, mientras que las encargadas de las políticas internas y externas están interesadas en perfiles más especializados. Finalmente, también se pueden hacer prácticas en el Parlamentarium o en la House of European History, donde están interesados en perfiles más humanistas y de gestión cultural. En la DG de Traducción, siguiendo la misma lógica, se buscan traductores. Para acabar, el perfil periodístico o de experto en comunicación/redes sociales cada vez está más solicitado.

En cuanto a las habilidades más valoradas, según mi experiencia, son bastante estándar. En primer lugar, flexibilidad, voluntad de aprender y capacidad de adaptarse a nuevas realidades. El Parlamento es una institución muy compleja y tiene sus propias dinámicas, que no son siempre fáciles de entender, sobre todo al principio. Por lo tanto, se valora la voluntad de querer adentrarse en este entramado institucional, estar dispuesto a aprender cómo funciona la institución –¡y no perderse por los pasillos!– y de trabajar en ambientes internacionales y multiculturales.

También pienso que está bastante bien vista la habilidad de realizar críticas constructivas y pensar en soluciones creativas. La UE tiene muchas cosas buenas, pero es evidente que también hay ciertos aspectos para mejorar. Por lo tanto, se espera que los candidatos tengan interés y se sientan identificados con el proyecto europeo. Pero también debe tenerse cierto espíritu crítico y de análisis que permita mejorar la UE desde dentro. Por lo tanto, tener la capacidad de reflexionar y buscar soluciones a problemas complejos sería otro punto fuerte.

Finalmente, ¡las habilidades comunicativas y de trabajo en equipo son muy importantes! Cuando haces prácticas en el Parlamento o en cualquier otra institución europea, siempre lo haces en un equipo formado por varias personas, con quienes trabajarás día a día. La habilidad de entender las dinámicas de un equipo heterogéneo y saberse comunicar adecuadamente son aspectos muy relevantes.