“Siempre piden experiencia previa”, “mi carrera no tiene muchas salidas profesionales”, “no creo que pueda conseguir ese trabajo, puesto que hay mucha competencia...”. ¿Te suenan estas frases?

Las escuchamos y las repetimos de lo que oímos. Después las volvemos a repetir, y así hasta que las tenemos muy integradas en nuestro pensamiento. Cuando esto nos pasa, estamos ante una creencia.

No sé si habrás escuchado la historia del elefante encadenado. Explican que, en un circo, tenían encadenado un elefante pequeño a un palo para que no pudiera escapar. No obstante, intentó muchas veces de tirar para irse y huir; pero por mucho que lo intentaba no tenía suficiente fuerza. Y pensaba: “No puedo y no podré nunca”. El elefante fue creciendo hasta que se convirtió en un gran elefante. Seguía atado al palo. Está claro que con la fuerza que ahora tenía podía escapar, pero tenía el recuerdo de intentarlo y no poder, y este pensamiento es el que hizo que continuara allí. No rompió la cadena ni tampoco la creencia.

Seguro que has oído hablar mucho de las creencias; pero, a veces, se nos hace difícil distinguir o bien aceptar si nosotros tenemos alguna.

Las creencias son pensamientos que asumimos como verdaderos, y afectan cómo evaluamos las situaciones, las personas y a nosotros mismos.

Quizás piensas: es que esto que creo lo dice mucha gente, o no paro de oir que lo dicen. Nos encontramos ante una creencia limitante. Y aquí es cuando nos tenemos que hacer preguntas: mucha gente, ¿cuánta gente es? ¿Quién son? ¿Cómo saben de verdad lo que dicen?

Algunas de las creencias limitantes que más nos encontramos en el Servicio de Orientación Profesional son:

–De polarización: todo o nada. Ejemplo: solo podré hacer lo que me gusta si consigo prácticas en esta empresa. Y ante esta afirmación, te tendrías que preguntar: ¿es cierto esto que digo? O bien, aunque fuera una empresa en la cual me gustaría trabajar, si ahora no lo consigo, ¿puedo hacer lo que me gusta en otra empresa?

–De generalización: mucho, todo el mundo, nada, nadie, nunca, siempre… Aquí nos encontramos con ideas como las que hemos dicho anteriormente. Mucha gente dice… Hazte las preguntas de: quién lo dice, por qué lo dice...

–También hablamos de creencias de capacitación (no creo que sea capaz...) de merecimiento (no me merezco...), de posibilidad (no creo que pueda...).

Y así una larga lista de tipologías que podemos encontrar. La dificultad que nos puede generar según qué creencia sea es llegar a limitarnos a hacer o a ser; nos saboteamos a nosotros mismos.

Podemos gestionar nuestros pensamientos. Por ello, merece la pena poder identificar las creencias limitantes y cuestionarlas. Informarse, explorar, tener diferentes visiones y hacernos preguntas nos ayudará.

¡No te sabotees; identifica la creencia y pasa a la acción!

En el Servicio de Orientación Profesional te podemos ayudar a hacerlo. Puedes pedirnos una sesión personalizada. Son muchos los estudiantes que han accedido a nuestro servicio. Si tú también necesitas asesoramiento en algún punto de tu camino profesional, no dudes en venir.

Mar Payet

Orientadora profesional

Servicio de Carreras Profesionales de la Universidad Pompeu Fabra