• Miquel Pastor, alumni de Ingeniería Telemática, ingeniero de sistemas en Fortinet (Toquio, Japón)

Miquel Pastor Sánchez, cuando en 2015 terminó el grado en Ingeniería Telemática en la UPF, comenzó a trabajar con dos compañeros de la Universidad en una consultoría muy pequeña de seguridad informática que tenía ciertos clientes muy importantes a nivel estatal, alguno del IBEX 35, pero muy poca gente trabajando en plantilla.

Este hecho le permitió, con el paso de los años, obtener mucha experiencia laboral y técnica; pero, a la vez, pocas opciones de evolucionar dentro de la empresa. Así, en 2018 se planteó hacer un cambio de aires: "En ese momento, España ofrecía muy pocas oportunidades laborales que fueran sólidas. Además, ya había estado en Japón y tenía amigos japoneses. Así que decidí venir al país asiático para trabajar y, como consecuencia, aprender el idioma", explica.

Actualmente, está vinculado a la compañía Fortinet, en Tokio, en la que está desarrollando la infraestructura del servicio cloud de la empresa para el mercado japonés y luego para el mercado del sudeste asiático. Su situación actual lo llena, y así lo manifiesta: "Mis retos son ser feliz y sentirme satisfecho con lo que hago, y ahora mismo en Japón siento que estoy cumpliendo todo esto. Aunque, si en algún momento este sentimiento cambia y para encontrarlo debe ser en otro país, ciudad o trabajo, haré lo posible para que pase".

"Mis retos son ser feliz y sentirme satisfecho con lo que hago, y en Japón lo estoy cumpliendo"

No se ve volviendo a Cataluña: "A día de hoy, y siendo sincero, únicamente volvería a casa cada dos o tres años de vacaciones y para ver a los amigos; pero laboralmente no me veo allí. Actualmente, la perspectiva de futuro que tengo es quedarme en Japón y continuar viviendo aquí mucho tiempo; pero nunca se puede asegurar nada al 100%. Siempre puedes encontrar proyectos que te motiven en otras partes del mundo".

¿Pero qué es lo que cautiva Miquel de Japón? "Lo que más me plantea este país son retos constantes, algo difícil de encontrar, y que cada día es diferente al anterior", explica. Algunos de los elementos que destaca son el idioma, "uno de los más complejos a la hora de aprenderlo"; la cultura, "las diferencias que existen en los puntos de vista del día a día son enormes", y la comunicación, "la interacción entre las personas es muy diferente a como se hace en nuestro país".

Volviendo a su etapa como estudiante de la Universidad, Miquel tiene en mente buenos momentos: "Los días de sol en la plaza Gutenberg, hablando de cualquier cosa con los compañeros; estar en la biblioteca haciendo ejercicios uno o dos días antes de los exámenes, o algún que otro 'Counter Strike' en LAN en los ordenadores de Tallers. Pero, sin duda, el mejor recuerdo que tengo de la UPF es cuando conocí ciertas personas que desde ese momento me cambiaron la vida y con quien, a día de hoy, a pesar de estar a muchos kilómetros de distancia, aún continuamos hablando y nos apreciamos mutuamente".

Galería fotográfica

Miquel Pastor en diferentes lugares en Japón