5. Innova

pHil, un dispositivo médico nacido del ingenio de estudiantes de la UPF para facilitar el diagnóstico de enfermedades gastroesofágicas

La idea innovadora, desarrollada en el marco de una asignatura del grado en Ingeniería Biomédica, ha recibido un premio de 5.000 euros del Consejo Social de la Universidad, con el objetivo de que pueda seguir un plan de desarrollo y llegar al mercado. En la asignatura, los estudiantes deben identificar una necesidad del sector clínico y proponer una solución técnica, que puede consistir tanto en un dispositivo físico como en un software o en una combinación de ambas soluciones.

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L'equip d'estudiants que formen pHill

Estudiantes del grado en Ingeniería Biomédica de la UPF desarrollan cada año dispositivos médicos innovadores en el marco de la asignatura Introducción a los Dispositivos Médicos y su Diseño. Hasta ahora, una vez diseñado el dispositivo, los estudiantes debían estudiar el mercado y buscar opciones para patentar su idea con el objetivo de conseguir financiación de forma ficticia. Antoni Ivorra, profesor del Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (DTIC) de la UPF y responsable de la asignatura, explica que este año, sin embargo, la financiación se ha hecho realidad: "En los últimos tres años, se ofrecía un premio hipotético de 25.000 euros a los estudiantes, pero la gran mayoría de iniciativas morían con la asignatura. Para estimular a los alumnos en el desarrollo de su modelo, el Consejo Social de la UPF se ha involucrado y ha creado un premio de 5.000 euros para el proyecto más destacado".

“Durante un par de meses, los estudiantes idean un dispositivo médico como respuesta a una necesidad clínica; analizan aspectos normativos, de propiedad intelectual, comerciales y empresariales; realizan pruebas de concepto y preparan una propuesta de desarrollo futuro para optar al premio competitivo”, explica Ivorra.

El grupo de estudiantes, formado por Maria Fisa, Olga Capmany, Natalia Castillo, Ona Grau, Berta Padilla, Anna Pellisé, Maria Pujol y Paula Serra, fue el ganador de la edición de este año, con el proyecto “pHill”, y han recibido la inyección económica del Consejo Social para tratar de hacer realidad su propuesta: "Tenemos un gran reto por delante", manifiestan. El mismo nombre del proyecto explica su funcionamiento: un juego de palabras entre "pill" y "pH". "La palabra pill hace referencia al formato de cápsula de nuestro dispositivo, y pH es lo que quiere medir para diagnosticar enfermedades gastroesofágicas", explica Maria Fisa.

En los últimos tres años, se ofrecía un premio hipotético de 25.000 euros; pero las iniciativas morían con la asignatura. Para estimular al estudiante, el Consejo Social de la UPF se ha involucrado y ha subvencionado una beca de 5.000 euros

Anna Pellisé

Berta Padilla

Maria Fisa

Maria Pujol

Natalia Castillo

Olga Capmany

Ona Grau

Paula Serra

Su idea consiste, por tanto, en la creación de un dispositivo innovador que permita realizar las pruebas de pHmetría, que actualmente se llevan a cabo con sondas esofágicas, "de manera más cómoda para el paciente, y más fácil de utilizar y colocar por los médicos y el personal sanitario", indica Paula Serra. Esta mejora se conseguiría mediante una cápsula, y tal y como detalla Ona Grau, "el hecho de que sea más cómoda para el paciente también implica que pueda hacer su vida con mayor facilidad, y esto ayuda a que se pueda hacer una medida mucho más precisa del reflujo".

Serra remarca que "nosotros siempre hemos trabajado juntas; desde el primer correo electrónico de la asignatura ya sabíamos cómo sería el ambiente", y añade que "en ningún momento del proceso nos imaginamos que podíamos ganar este premio". Ahora el reto, como afirma Maria Fisa, "es dar el salto de conciencia, porque sí que lo estamos visualizando como un proyecto más allá del marco académico, pero seguimos con la mentalidad de un trabajo universitario".

"La tía de Anna, una de las compañeras del grupo", explica Fisa, "nos dijo que en su trabajo se encontraba con esta necesidad a la hora de hacer esta prueba y desde entonces continuamos en contacto con ella y fuimos investigando. Miramos cuáles eran las problemáticas habituales que presentaban las sondas esofágicas y, a partir de ahí, las ideamos de una manera diferente, más beneficiosa, tanto para el paciente como para el médico", continúa Fisa.

Sí visualizamos pHill como un proyecto más allá del marco académico, pero todavía seguimos con la mentalidad de un trabajo universitario

"Al principio empezamos bastante perdidas; pero, poco a poco, el proyecto fue cogiendo forma, y con el feedback del personal médico y el profesor fuimos viendo, cada vez más, que lo que estábamos desarrollando podía convertirse en realidad, y que teníamos alguna posibilidad", declara Berta Padilla.

Ahora, con el premio, el objetivo del grupo es patentar la idea y alcanzar el objetivo final: "Que el proyecto llegue al mercado, que esté funcionando y que los hospitales quieran utilizarlo", en palabras de Maria Fisa. En estos momentos, se están centrando en conseguir la patente gracias al dinero recibido con el premio del Consejo Social, y en seguir mejorando el proyecto. "Hicimos un proyecto con cara y ojos para la asignatura, pero todavía hay muchos aspectos que se pueden mejorar, y debemos seguir investigando", afirma Serra.

Queremos patentar la idea, de que llegue al mercado, de que esté en funcionamiento y de que los hospitales quieran tenerlo

Para poder hacerlo realidad, la idea del grupo de estudiantes es prepararse mejor: "Queremos presentarnos a concursos y programas de innovación empresarial y conseguir reconocimiento para poder ir mejorando la idea", explica Serra. "Antes de pedir el apoyo a grandes empresas o business agents, necesitamos el refuerzo de alguien que confíe en nosotros", asegura Padilla.

Ingeniería Biomédica: una formación que potencia la transdisciplinariedad

"El mundo de la bioingeniería prepara a profesionales en la intersección de disciplinas, como son las necesidades actuales del ámbito biomédico y del sector tecnológico", afirma Montserrat Vendrell, presidenta del Consejo Social de la UPF. Esta formación en áreas como la tecnología, las ciencias físico-químicas y la biomedicina instruyen a los estudiantes en la comprensión y el diagnóstico de las enfermedades humanas, así como el diseño y la construcción de posibles productos sanitarios que las traten. Por ello, resalta Vendrell, "el Consejo Social debe velar por promover ayudas a iniciativas de la UPF que sean útiles para la sociedad que las financia, como es el caso de esta asignatura del grado en Ingeniería Biomédica".

La relevancia del papel de los ingenieros biomédicos dentro de la sociedad, sumado a la exigencia de ofrecer una educación de calidad, ha hecho que este año, por primera vez, el Consejo Social haya subvencionado un premio de 5.000 euros a las ganadoras del proyecto “pHill”. Según Vendrell, "la mejor forma de formar profesionales del sector de la ingeniería biomédica es estimulando iniciativas como el proyecto 'pHill', para que la generación de nuevas ideas de dispositivos médicos tengan una aplicación en el futuro laboral".

La formación en Ingeniería Biomédica instruye a los estudiantes en la comprensión y el diagnóstico de las enfermedades humanas, así como el diseño y la construcción de posibles productos sanitarios que las traten

La asignatura, este año coordinada por primera vez por Òscar Cámara, profesor del Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, se centra en las primeras fases de un proceso de innovación. Por ello, además de tratar materia vinculada al mundo de la biotecnología, se incluyen temas como la propiedad intelectual, el desarrollo empresarial y los procesos reglamentarios. “Los estudiantes identifican una necesidad que existe en el sector clínico y proponen una solución técnica, que puede consistir tanto en un dispositivo físico como en un software o en una combinación de ambas soluciones”, asegura Antoni Ivorra.

Sin embargo, la asignatura no sigue un modelo tradicional de clases magistrales por parte de uno o dos profesores, sino que se imparte con la colaboración de distintos bioemprendedores e ingenieros vinculados al mundo de la investigación y el desarrollo en dispositivos médicos, así como expertos en transferencia tecnológica.

Antoni Ivorra explica que "la asignatura tiene como objetivo que los alumnos hagan un trabajo de investigación e investigación sobre una problemática de salud a la que, más tarde, tendrán que idear y aplicar un dispositivo que la intente resolver”. “Tiene una muy clara vinculación al mundo laboral que espera a los estudiantes cuando acaben el grado", añade.

Finalmente, una vez ideada la solución al problema planteado, los estudiantes deben hacer una presentación argumentando el porqué del proyecto y las posibilidades que podría tener éste dentro del mundo laboral. Si bien todas las iniciativas fueron muy innovadoras, Ivorra afirma que "la gracia de la asignatura no se basa sólo en la innovación, sino que hay mucho interés porque los alumnos puedan defender ante un jurado lo más real posible el potencial de su idea a la hora de recibir inversiones, cómo se podrá vender y qué proteger".

"la gracia de la asignatura no se basa sólo en la innovación, sino que hay mucho interés porque los alumnos puedan defender ante un jurado lo más real posible el potencial de su idea a la hora de recibir inversiones, cómo se podrá vender y qué proteger"

En la selección del proyecto ganador participaron expertos en innovación y "bioemprendedores", personas que han creado o que están creando empresas tipo start-up o spin-off en el mismo sector. El jurado estaba formado por Ignasi Belda (CEO de MiWEndo Solutions), Núria Brunet i Garcia (coordinadora de los programas de transferencia de conocimiento en la UPF), Ignasi Heras (cofundador y managing partner de SeedLink Ventures), Javier Jiménez (CEO y fundador de NewBorn Solutions) y Antoni Riu (director y cofundador de Galgo Medical).

Apoyo permanente desde la Universidad

Actualmente, el equipo ganador asiste a encuentros mensuales con el equipo de profesionales de la Unidad de Innovación - UPF Business Shuttle, que les asesora y les hace mentoría como parte del premio que recibieron. El objetivo es completar los aprendizajes que adquirieron durante la asignatura con una formación que les ayude a desarrollar el proyecto a nivel de mercado. Desde esta plataforma, expertos en transferencia de conocimiento y emprendimiento ofrecen a los estudiantes información y habilidades en herramientas jurídicas, protección de la propiedad intelectual, modos de obtener financiación, desarrollo de iniciativas empresariales y modos de inserción mercantiles.

"Para nosotros", explica Serra, "esta asignatura ha sido una introducción al mundo de la empresa, unos conocimientos que no tenemos por la carrera que estudiamos. La idea de esta asignatura no es solo que el dispositivo médico funcione biológicamente, sino realizar un análisis de mercado, una valorización de empresa...", y concluye que "para nosotros ha significado abrir los ojos". Fisa explica que “ahora estamos aprendiendo lo que significa iniciarse en el mundo profesional y, sobre todo, como mujeres jóvenes. Nos esperan unos meses de muchos aprendizajes y tenemos muchas ganas. Agradecemos mucho que desde la Universidad se apueste por los proyectos de los alumnos y se proporcionen recursos para seguir desarrollándolos”.