También aprovechamos para entrevistar a Ruth Casals, directora del ámbito de Cooperación Internacional de la Fundación Camins, la cual nos explicará la fusión de tres entidades (entre estas, la Fundación Educación Solidaria) en una, que se ha convertido en Camins.

Entrevista

Marcel, ¿cómo conocisteis la convocatoria?

Todo empezó a raíz de una profesora de la UPF, Mercè Tricàs, ahora ya jubilada, que propuso la iniciativa en el ámbito de las lenguas. Hay que destacar que hace quince años que la convocatoria de ayudas de UPF Solidària está abierta, y nuestro proyecto ha recibido cada año la ayuda: en total, suma más de 70.000 euros desde el 2008 hasta el 2022. Gracias a estos quince años recibiendo esta ayuda económica, hemos sido testigos de una notable evolución de los beneficiarios, y se han podido introducir muchas mejoras en el proyecto.

Una de las evoluciones más visibles ha sido el empoderamiento de los profesores y profesoras senegalesas durante este tiempo y la creación del vínculo que estos han establecido con los alumnos. El hecho de que cada año seamos los mismos docentes los beneficiarios ha supuesto que los profesores tuvieran más confianza y que el proyecto haya podido crecer de la manera que lo está haciendo.

Para ejemplificarlo, en el caso de Senegal y de Costa de Marfil hemos visto que insistir bastante ha comportado el progreso de los centros participantes. El hecho de que haya cierta continuidad ha implicado que los proyectos se vayan consolidando. Los docentes beneficiarios han sido más o menos los mismos, pero los contenidos de los seminarios han ido cambiando cada año, así como los alumnos beneficiarios, puesto que estos docentes han ido aplicando a sus clases las mejoras y aprendizajes obtenidos a lo largo de cada curso.

Por otro lado, me gustaría añadir que, durante todos los años del proyecto, se tiene que intentar no caer en el error de que los formadores que vienen de un país rico vengan a enseñar cómo se tienen que hacer las clases. Lo que hemos intentado siempre es dar mucho valor a lo que hacen en su contexto y que, en base a ello, se introduzcan mejoras didácticas, siempre de una manera delicada y empática.

Después de un tiempo, también hemos conseguido que los seminarios se conviertan en un espacio para compartir buenas prácticas entre los docentes de estos países africanos, lo que ha generado interesantes procesos de aprendizaje entre iguales. Seguramente, en el futuro y entre sus alumnos, habrá más estudiantes que quieran continuar formándose en ciencias.

¿Y qué te animó a formar parte de este proyecto?

Vivo en un mundo que no me acaba de gustar. Quiero arreglar las cosas y hacer que todas las personas puedan tener acceso a la educación con un mínimo de calidad. Cuando conoces algunas realidades tan crudas en los países africanos, con grandes desigualdades, quieres intentar introducir el cambio.

Cuando te das cuenta del impacto que puedes conseguir con este pequeño granito de arena, te sientes muy motivado para continuar. Si no se hace nada, no habrá cambio. Son pequeños granitos de arena de toda una montaña; pero alguien los tiene que poner. Además, como experiencia más personal, gracias al voluntariado aprendí francés. El primer año fui sin conocer prácticamente nada de este idioma y ahora me puedo comunicar perfectamente. Por todo esto y mucho más, cuando haces estos voluntariados y ves el impacto que tienen en la sociedad, no dudas en repetir la experiencia.

Ruth, nos gustaría que nos explicaras cómo nació la idea de fusionar las dos entidades: Fundació Educació Solidària y Fundació Servei Solidari, para crear esta nueva Fundación, Camins. 

De hecho, se trata de tres fundaciones: Servei Solidari, Benallar y Educació Solidària. La fusión se ha hecho principalmente por dos razones. Por un lado, para optimizar los recursos de las tres entidades. Y, de otro, para mejorar nuestro posicionamiento público. Trabajando de manera conjunta, somos más visibles, fortalecemos la misión y multiplicamos el alcance de nuestras acciones. Unas acciones destinadas a transformar la sociedad a través de la
 educación.

Desde esta nueva Fundación, Camins, acompañamos niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad para que accedan a un mejor futuro a través de la educación. Nuestros proyectos se encuentran en Cataluña, pero también en países empobrecidos y en zonas de alta conflictividad como África del oeste o la Baja California de México.

La organización de la entidad funciona por ámbitos de trabajo. Aparte de los ámbitos transversales como el de administración y de contabilidad o los servicios jurídicos y de sensibilización, hay tres ámbitos principales: infancia y familias, jóvenes y cooperación internacional. En cada uno de estos ámbitos se agrupan los diferentes proyectos llevados a cabo por la entidad.

¿Qué maneras existen para que la gente pueda colaborar con el proyecto y/o la Fundación?

Marcel: Sí…, hay varias maneras de colaborar, de la más simple posible, como sería interesarse por el proyecto en la feria UPF Solidària, a otras de mucha más implicación, como hacer un voluntariado de acompañamiento docente durante el verano en Senegal. En Senegal, en las largas vacaciones estivales, los niños desconectan mucho de la escuela durante casi cuatro meses. Además, muchas veces las familias aprovechan estos periodos para que sus hijos hagan algún trabajo para aportar unos ingresos extra a casa. A menudo, son trabajos muy precarios y peligrosos. Lo que suele suceder es que parte de estos alumnos ya no vuelven a la escuela y continúan trabajando. Organizando escuelas de verano para estos jóvenes facilitamos que sigan su proceso educativo.

Ruth: A través de la Fundación Camins existe la opción de hacer voluntariado internacional de corta o larga duración para contribuir a los proyectos de nuestras contrapartes en Senegal y en México. Toda la información se puede obtener en https://www.caminsfundacio.org/que-fem/cooperacio-internacional/ 

¿Qué proyectos tenéis en mente para presentar en la convocatoria de ayudas del año 2023?

Hace tiempo que se tenía la idea de implicar más al alumnado y de trabajar directamente con ellas y ellos, puesto que se ha trabajado mucho en la formación de los profesores; pero vemos la aplicación en las aulas de una manera mucho más lenta e indirecta.

Un año ya se probó que trabajaran juntos profesores y alumnos. Para la convocatoria siguiente se quiere ampliar más este formato organizando, por ejemplo, una escuela de verano. Junto con dos detalles importantes más porque volveremos a recuperar el trabajo presencial, y nos desplazaremos a las escuelas. Y seguramente será un formato mixto, puesto que desde este año se ha incorporado un nuevo país: Costa de Marfil, que lo haría telemáticamente.
 

¿Qué os parece que la Universidad se implique en iniciativas de cooperación y desarrollo?

Es muy relevante el hecho que una institución, como es una universidad, tenga una parte de sus recursos y el tiempo dedicado a proyectos solidarios. Una importante razón es que un objetivo clave de la educación superior es formar ciudadanos con intenciones de conseguir un mundo mejor, y esto solo se logra suprimiendo las diferencias y las desigualdades que hay en el mundo actual. Los temas de equidad y de solidaridad se tendrían que incluir en los temarios de los alumnos para proyectar esta transversalidad en los estudios. El hecho de que la misma universidad esté implicada posibilita que se pase del plano teórico al práctico.

Una de las acciones que organiza la Universidad es la feria UPF Solidària. Uno de sus propósitos es garantizar este espacio de intercambio y transversalidad, donde los estudiantes puedan conocer de primera mano todos estos proyectos. Desde la Fundación Camins y los docentes de la UPF implicados en el proyecto valoramos la feria del 2022 muy positivamente y, en especial, el elevado número de estudiantes que vinieron a preguntar y a interesarse en comparación a otros años.