Una propuesta de evasión de este mundo ajetreado e individualista en el que vivimos.

Espectre surge como una propuesta de evasión respecto al mundo ajetreado e individual en el que nos encontramos, abriendo un espacio para la reflexión sobre el valor que damos a la vida y a la influencia de nuestra existencia.

El proyecto consiste en una instalación interactiva construida en una sala donde las cuatro paredes se convierten en pantallas de proyección. A través de un ciclo lumínico controlado por el espectador se descubre la imagen de un paisaje imaginario e irreal. La experiencia está pensada para que funcione de una a cuatro personas, cada una de ellas podrá ser protagonista de una de las paredes de la sala, con lo cual la duración del proyecto está sujeta a la acción de los participantes. Espectre surge como Trabajo de Fin de Grado dentro del Grado de Comunicación Audiovisual de la UPF, en manos de Andrea Blázquez y Anna Pejó, acompañadas de inquietudes y de ganas de explorar nuevas formas de acercar al espectador mediante espacios físicos e interactivos.