Arte, imaginación, política y género

Este itinerario se centra en las dimensiones estética, afectiva, discursiva y retorico-narrativa de la construcción imaginaria de prácticas sociopolíticas. En particular, este itinerario conecta diferentes disciplinas como la filosofía, los estudios literarios, de género y cinematográficos, así como la política, para diagnosticar las crisis de las sociedades modernas e imaginar futuros alternativos.

Entendemos la imaginación en primer lugar, como la capacidad de descubrir formas de interpretar el mundo distintas a las que se ofrecen como normativas y naturalizadas, como ocurre con las relaciones de poder, sean estas fruto de ideas preconcebidas sobre el género o de otra índole. Puesto que el arte explota la dimensión intuitiva de la imaginación, consideramos que tiene un potencial radical que permite cuestionar discursos e instituciones, desvelando su origen imaginario y constituyéndose así en un espacio abierto que estimula la crítica y la transformación. Poniendo en duda el carácter inevitable o necesario del statu quo, el pensamiento utópico muchas veces implícito en las obras de arte, ya sean estas literarias, cinematográficas, pictóricas, etc., abre un camino para ensayar formas de vida diferentes. Al apartarse de la noción de verosimilitud y ampliar los límites de la de verdad, la creatividad de la imaginación supone una forma de agencia que resulta novedosa respecto a las convicciones de los agentes involucrados en ella, puesto que crea mundos que no solo difieren de cómo son las cosas, sino incluso de cómo creemos que podrían ser desde una perspectiva realista. El mero hecho de concebir una idea nueva a menudo conduce a que la posibilidad de llevarla a cabo se acabe materializando. Es en este sentido que la mediación que supone la experiencia estética o las distintas formas artísticas para explorar mundos alternativos tiene potencial desestabilizador y la capacidad de iluminar aspectos silenciados de la sociedad en la que vivimos y las posibilidades que esta contiene, ya sean consideradas positivas o peligrosas, lo cual la convierte en una herramienta de diagnosis muy valiosa.

En segundo lugar, también concebimos el componente imaginario inherente a la propia constitución discursiva de los sujetos y los vínculos sociales, el hecho de que nuestra aprehensión del mundo y de lo que somos (nuestras identidades sociales y nuestras configuraciones políticas) conlleven una dimensión imaginaria que está íntimamente entrelazada con la conceptual o puramente simbólica. El componente imaginario capta y da forma a la realidad creando construcciones y unidades ahí donde desde otro punto de vista solo hay fragmentación y disociación, conlleva la expresión de anhelos de plenitud y perfección ahí donde se consta la precariedad y la fragilidad, y proporciona narrativas coherentes y comprensibles ahí donde de otro modo no habría sino piezas sueltas y fragmentos. Bajo todas estas modalidades, el plano afectivo acompaña a las distintas formaciones características de la dimensión imaginaria.

En tercer lugar, tomamos la imaginación también como la fuente de todo un conjunto de lenguajes pictóricos más o menos sofisticados (provenientes de expresiones artísticas más o menos ancladas en tradiciones o antes bien volcadas en la innovación vanguardista) que se articulan para ofrecer todo un vocabulario alternativo de composiciones, mensajes y líneas de fuga discursivas sobre nuestras sociedades y nosotros mismos.

Queremos aplicar una sensibilidad similar al análisis mismo del discurso crítico, cuyas formas y métodos establecidos en las humanidades literarias ejercen una estricta separación de poderes entre crítica y literatura. A partir de un interés por las formas de escritura que remodelan o desafían a esta separación y su rigurosa organización del deseo, indagamos en las posibilidades imaginativas y afectivas que se abren a partir de lenguajes, métodos, formas, y medios experimentales y ‘post-críticos’, con un enfoque especial en el trabajo hecho por mujeres. Al poner la atención en las inesperadas intersecciones de la lectura crítica y la poética, la ficción, la autobiografía, y la performance, queremos seguir el rastro de epistemologías, nuevos formatos y futuras alternativas para el estudio de la literatura y su presentación, tanto textual como en vivo.

Finalmente, consideramos la imaginación como una manera por la cual se redefinen los campos conceptuales de las identidades (de género o nacionales, por ejemplo), o de las composiciones de clase, y como una fuente de transformación de subjetividades y relaciones culturales y políticas. El componente imaginario también está a la base de la producción de repertorios de acción colectiva, y de numerosos movimientos poético-artísticos que han atravesado regiones, países y continentes.

Así pues, tomamos como idea vehicular de este itinerario la capacidad constitutiva y creadora de la imaginación en diversos sentidos: su capacidad para aprehender, captar y dar sentido al mundo; su vocación de generar escenarios que suponen nuevas propuestas de convivencia; su potencial de creación de “paraísos artificiales” que permiten huir de los problemas del presente; y su voluntad de introducir potenciales líneas de fuga respecto a los paradigmas establecido en el presente. Por todo ello, pretendemos indagar en los matices que la creación artística, en tanto que lenguaje encarnado, aporta sobre la realidad pasada y presente y cómo la proyecta al futuro.

Metodológicamente, el itinerario se basa en la trans-disciplinariedad de la Teoría crítica entendida en sentido amplio; combinamos aproximaciones teóricas y estudios de caso tanto de fenómenos sociopolíticos actuales como de pensadores y artistas representativos de varias áreas culturales para generar nuevas poéticas del saber que permitan vislumbrar futuros novedosos como respuestas a los problemas actuales. Tenemos un enfoque integrador, al conectar distintas disciplinas, pero también al dedicarnos al análisis comparativo de diversos movimientos con sus respectivas historias. Al fijarnos en producciones artísticas de distintas procedencias, contextos y movimientos, pretendemos establecer asimismo un concepto más complejo de lo universal en los estudios literarios y filosóficos en términos de la teoría y la historia literarias de las poéticas del saber.