Usando las propias expresiones de este trabajo podríamos resumir el concepto de Salud Planetaria en cuatro puntos:

Primero, que la salud humana y la civilización humana dependen estrechamente de los sistemas naturales del planeta y de su prudente administración. Desde los años 50, los sistemas naturales que incluyen la atmósfera, los océanos y  el clima, entre otros, se están degradando a un ritmo sin precedentes en la historia de la humanidad. En algunos casos se teme que se haya llegado a un nivel de degradación sin retorno.

La salud y la civilización humanas dependen estrechamente de los sistemas naturales del planeta y de su prudente administración

Segundo, la degradación de los sistemas naturales genera amenazas medioambientales a la salud humana y al conjunto de nuestra civilización que se caracterizan por la sorpresa y la incertidumbre. Tal y como hemos podido ver en la reciente cumbre del clima en París y en tantos otros foros, nos enfrentamos a riesgos de gran alcance que requieren acciones urgentes y transformadoras para proteger a las generaciones presentes y futuras.

Tercero, los actuales sistemas de gobernanza y organización del conocimiento humano son insuficientes para hacer frente a las amenazas a la salud planetaria. Hace falta una mejora de la gobernanza para ayudar a la integración de políticas sociales, económicas y ambientales y para la creación, síntesis y aplicación del conocimiento interdisciplinario para fortalecer la salud planetaria.

Los actuales sistemas de governanza y organización del conocimiento humano son insuficientes para hacer frente a las amenazas contra la Salud Planetaria

Y cuarto, las soluciones están a nuestro alcance y se tienen que basar en la redefinición de la prosperidad para centrarse en la mejora de la calidad de vida y el logro de una mejor salud para todo el mundo, junto con el respeto por la integridad de los sistemas naturales. Este esfuerzo exige que las sociedades aborden los determinantes del cambio ambiental promoviendo patrones de consumo sostenibles y equitativos, reduciendo el crecimiento de la población, y aprovechando el poder de la tecnología para el cambio.

Nos encontramos en un periodo marcado por un cambio climático acelerado debido a la actividad humana y por transformaciones globales en el mundo sin precedentes. En este contexto la idea de Salud Planetaria propone que la humanidad se puede desarrollar con éxito a través del Siglo XXI abordando las inaceptables desigualdades en salud y riqueza dentro de los límites ambientales de la Tierra. Y que para eso nos hacen falta nuevos conocimientos, la implementación de políticas sabias, acciones decididas y un liderazgo inspirador.

La UPF puede jugar un papel muy importante ampliando el alcance del concepto de Salud Planetaria hacia el de Bienestar Planetario

Plantear este nuevo marco de la Salud Planetaria en un contexto más amplio de Planetary Well-being, como una estrategia inspiradora en la UPF tiene un doble sentido. Primero, por la propia naturaleza de los problemas que podríamos definir por su complejidad. Nos hace falta un nuevo tipo de conocimiento que nos permita entender mejor la complejidad y esto en buena medida exige un marco multidisciplinario. Y es aquí, en esta confluencia de complejidad y multidisciplinariedad donde la UPF puede jugar un papel muy importante ampliando el alcance del concepto de Salud Planetaria hacia el de Bienestar Planetario. De este modo la UPF quiere contribuir a una mejor comprensión de los retos y de las posibles soluciones. 

Segundo, esta iniciativa aspira a dotarnos de una potente visión transformadora que, abrazando todos los ámbitos de la universidad, nos permita impulsar acciones integradoras en los ámbitos de la responsabilidad corporativa, el desarrollo sostenible de la institución, la generación de nuevo conocimiento, la puesta en marcha de nuevos programas docentes y un nuevo marco de relaciones con el país. Hay que decir, en este sentido, que la voluntad del Rector de vertebrar el proyecto de transformación del campus de Ciutadella como un eje de transformación de la Ciudad de Barcelona, cobra una dimensión muy relevante.

Ya hemos hecho un cierto camino. Hemos mantenido un par de reuniones de trabajo con un conjunto de profesores y profesoras interesados en esta propuesta y hemos identificado un conjunto de proyectos de investigación activos y de iniciativas docentes que podrían confluir en una propuesta como esta. Nos referimos a líneas de investigación y programas docentes que tienen que ver con las desigualdades sociales, la economía de la salud, el derecho medioambiental, el derecho global, la gobernanza internacional, los sistemas complejos, y otros temas relacionados. Estamos preparando un programa de acciones complementarias de investigación y docencia que permitan estimular la multidisciplinariedad y servir como semilla para acciones de más envergadura.

En los próximos meses esperamos consolidar una task force que actúe como núcleo impulsor de la iniciativa y poner en marcha algunas acciones de investigación y docentes. Estamos pensando en ayudas orientadas a investigadores e investigadoras pre y postdoctorales que quieran ampliar el alcance de su investigación en este marco de Bienestar Planetario y también en nuevos programas docentes, incluyendo mínors y programas de máster.

Estamos preparando un programa de acciones complementarias de investigación y docencia que permitan estimular la multidisciplinariedad

Querríamos que todo el mundo en la Universidad se sienta invitado. Obviamente, por lo que hemos dicho hasta ahora, todo el profesorado docente e investigador y los estudiantes, pero también el conjunto de la comunidad y sus órganos de gobierno. La Pompeu Fabra ya tiene un importante recorrido en el ámbito de la sostenibilidad ambiental y de la solidaridad y estamos convencidos de que estas áreas de trabajo se verán reforzadas y complementadas con esta iniciativa.

Ojalá dispusiéramos ya de financiación para poner en marcha acciones ambiciosas y de largo alcance pero, como podéis imaginar, de momento no es el caso. Tendremos que buscar esta financiación de múltiples maneras. De momento contaremos con una pequeña financiación para estimular acciones complementarias de carácter piloto.

Hay que empezar diciendo que el conocimiento actual es muy limitado y seguro que los efectos sobre la salud son mucho más importantes que los que hemos podido identificar y medir. Los más conocidos son los efectos directos como el aumento de temperatura y las olas de calor, o las inundaciones y otros fenómenos similares. La ola de calor del 2003 en Europa produjo 70.000 muertos más de los esperados, y estos episodios son cada vez más frecuentes.

Hay también efectos indirectos, como el hecho de que el aumento de temperatura puede modificar el alcance de algunos vectores transmisores de enfermedades infecciosas, como es el caso de la malaria. Tanto en efectos directos como indirectos tenemos un impacto mayor en las poblaciones más desfavorecidas de forma que se agravan las desigualdades sociales en salud. 

Con todo pero, los efectos que más nos preocupan son los efectos complejos y sistémicos como el impacto del clima en la producción de alimentos y la agravación de las muertes por hambre, las migraciones masivas y los conflictos armados.

Hay que entender el cambio climático como una parte de un cambio global con múltiples dimensiones, una de las cuales se el clima.

Creo que tenemos que hacer frente a tres retos importantes. Y que esto lo tenemos que hacer a todos los niveles.

Primero, tenemos que cambiar nuestra manera de pensar la salud y el bienestar. Las ganancias actuales de salud a menudo tienen un impacto negativo sobre el medio ambiente y la salud de las generaciones futuras y desproporcionadamente sobre los pobres y los países en desarrollo. No podemos pensar en la salud y en bienestar sin pensar en los recursos naturales y sociales del planeta.

Segundo, tenemos que transformar nuestros sistemas de investigación y conocimiento sobre la salud. Tenemos que conocer mucho mejor los factores y los procesos que determinan los problemas sociales y ambientales relacionados con la salud y la enfermedad de forma que el conocimiento y la información sean útiles a las decisiones y las políticas ambientales y de salud.

Tercero, desarrollando nuevos modelos institucionales y de gobernanza. Las instituciones y los gobiernos tienen que responder de manera anticipada y eficaz ante las amenazas a la sostenibilidad ambiental y la salud, reconociendo las incertidumbres, la interdependencia y los lapsos de tiempos en los efectos.

Las instituciones y los gobiernos tienen que responder de manera anticipada y eficaz ante las amenazas a la sostenibilidad ambiental y la salud

Desde otra perspectiva, la naturaleza de los Objetivos de Desarrollo Sostenible ofrece una oportunidad para definir y seguir el alcance de las políticas de un amplio abanico de agentes sociales e instituciones tanto globales como locales. Cómo decía antes, todo lo que la Pompeu Fabra hace en el ámbito de la sostenibilidad y la responsabilidad social tiene que tener en el futuro una mayor importancia.

No podemos decir todavía que tenemos una agenda de investigación en este ámbito. Más bien lo que queremos hacer es definirla, delimitarla, identificarla. En todos los departamentos de la UPF hay líneas de investigación que están relacionadas con el Bienestar Planetario y lo que queremos es ponerlas en comunicación, buscar sinergias, fomentar la multidisciplinariedad. 

En todos los departamentos de la UPF hay  ha líneas de investigación que están relacionadas con el Bienestar Planetario y lo que queremos es buscar sinergias

En una de las reuniones de trabajo que he mencionado se presentaron proyectos en líneas de investigación como las siguientes: gobernanza global, regulación y redes; determinantes políticos y sociales de las desigualdades sanitarias mediante un enfoque sistémico; cultura, sostenibilidad y globalización; capacidad de resiliencia humana, adaptación a entornos extremos y (pre) sistemas históricos de agricultura y alimentación; activismo por la defensa de los animales no humanos desde una perspectiva ética e interseccional; interpretación y traducción a los servicios públicos (sanidad, educación, justicia, etc.) y mediación intercultural; ciencias de la web y computación social; biología sintética y ecosistemas; derecho y globalización; economía y cambio climático.

Es un abanico muy amplio y disperso si queréis pero estoy seguro de que es una excelente base para encontrar sinergias y establecer un diálogo multidisciplinario.