5. Calidoscopio

Crisis climática y accidentes de trabajo

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Consol Serra

Consol Serra,
Investigadora en el Centro de Investigación en Salud Laboral de la UPF y profesora del Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida

La crisis energética provocada por la guerra de Rusia contra Ucrania supone una seria amenaza para combatir la crisis climática. Producto del calentamiento global, la exposición a temperaturas extremas está considerada como un problema de salud pública, con repercusiones muy importantes sobre la salud, en forma de enfermedades infecciosas, cardiovasculares y respiratorias. Su estudio se ha centrado en los indicadores más graves, como las hospitalizaciones y la mortalidad.

Si bien de forma más leve, el cambio climático también afecta a la salud de poblaciones más jóvenes, es decir, de las que están en edad de trabajar. En el entorno laboral, la exposición a elevadas temperaturas se asocia a una pérdida importante de la capacidad de trabajar, que comporta costes económicos equivalentes a un 0,5% del PIB.1

La evidencia científica en cuanto a soportar temperaturas extremas en el trabajo –por ejemplo, en la industria metalúrgica, en las fundiciones, etc.; pero también en sectores de producción como la agricultura o la construcción, en los que el trabajo se realiza en el exterior– muestra un incremento del riesgo de padecer enfermedades (por ejemplo renales), mortalidad y accidentes. Es decir, la relación con los accidentes durante la jornada laboral puede explicarse por cambios fisiológicos y psicológicos asociados al estrés térmico, que disminuyen el rendimiento y la concentración; así como incrementan la distracción, la fatiga y la deshidratación, entre otros.

En este sentido, se ha demostrado empíricamente que el índice de accidentes de trabajo atribuibles a la exposición a altas o bajas temperaturas puede llegar al 3%, con costes económicos muy elevados asociados a la disminución de la productividad, ausencias del sitio de trabajo ya prestaciones sociales.2

Así como grupos vulnerables, las mujeres se identifican con las bajas temperaturas; sin embargo, los hombres, los más jóvenes y con empleos manuales, con los altos. Otro interesante indicador entre la población laboral es el de la incapacidad: un barómetro integral del estado de salud y de la capacidad funcional. Se trata de un factor con gran impacto individual y familiar; también sobre las empresas y, por supuesto, sobre la sociedad.

La evidencia científica de esta asociación todavía no ha tenido éxito. Pero, en esta línea, encontramos un reciente estudio ecológico (Utzet et al.), realizado entre una cohorte formada por una muestra amplia de trabajadores afiliados a la Seguridad Social de la provincia de Barcelona. Los resultados indican un mayor riesgo de incapacidad temporal (IT) por patologías infecciosas y respiratorias, asociado a la exposición a temperaturas extremas, especialmente el frío. Este efecto en la IT, que es necesario continuar estudiando, podría explicarse como un efecto fisiológico directo, con un empeoramiento del estado de salud o bien como un efecto social.

La repercusión de la crisis climática –una de las principales amenazas para la salud pública y la salud laboral actuales– plantea la necesidad de entender bien sus mecanismos, así como el impacto sobre la salud y la calidad de vida de los trabajadores, para orientar las estrategias preventivas y reducir así los costes que se derivan en términos de salud, económicos y sociales.

 

1.Romanello M, Di Napoli C, Green C, Kennard B, Lampard P, et al. The 2022 report of the Lancet Countdown on health and climate change: health at the mercy of fossil fuels. Lancet. 2022. October 25, 2022. DOI: 10.1016/S0140-6736(22)01540-9.

2. Martínez-Solanas È, López-Ruiz M, Wellenius GA, Gasparrini A, Sunyer J, Benavides FG, Basagaña X. Evaluation of the impact of ambient temperatures on occupational injuries in Spain. Environ Health Perspect. 2018;126(6):067002. DOI: 10.1289/EHP2590.